En Cul De Ellos Nosotros Creemos?
“Vuelve hacia el SEOR tu camino; y espera en l; y l har”
(Salmos 37:5).
El padre sola, antes de las comidas, orar agradeciendo a
Dios por todas las bendiciones recibidas por su casa.
despus de la oracin, como tambin era su hbito, iniciaba
las murmuraciones: “Esa carne est cada vez peor; y vean el
tamao dieses huevos, parece que apocan a cada da; las
tasas de intereses estn altsimas; las patatas parecen
plstico; el salario no da para nada; el caf est amargo;
los precios estn absurdos. Un da, su pequea hija se vir
para l y pregunt: “Pap, Dios oye cuando usted Le
agradece por todas las bendiciones?” Mostrando un semblante
confiante, l contest: “S, querida, l oye”. “Pap”, ella
continu, “Dios tambin oye cuando usted se queja sobre la
carne y las patatas?” Mostrando, ahora, alguna indecisin,
l contest: “S, Oye tambin”. “Y en cual Dios usted
cree?” Concluy la nia.
Aprovechando la pregunta de la nia de nuestra ilustracin,
podemos reflexionar y dar nuestra respuesta personal. En
cual Dios nosotros creemos? A quien estamos entregando
nuestras vidas? En cual Dios estamos firmados para la
edificacin de nuestra vida espiritual?
Si nosotros creemos en un Dios Todo Poderoso y nos hemos
alegrado en Su proteccin, Su atenciones y Su provisin,
por qu nos quejamos tanto? Por qunuestra familia,
nuestros hermanos de la iglesia, nuestros amigos y hasta
compaeros de trabajo y estudios han testificado nuestras
constantes murmuraciones? Creemos en nuestro Dios o no?
Abrimos, de verdad, nuestros corazones para el Seor o l
contina cerrado?
Si nosotros confiamos en el Dios que servimos, sepamos
agradecerle por todo. Sabe lo que es mejor para nosotros y
el tiempocierto para cada bendicin. Si yo tengo todo, debo
agradecer al Seor. Si yo no tengo todo, debo agradecer
tambin, creyendo que l est en el control de todaslas
cosas. Es el Dios mo y mi Seor en todas las ocasiones. Yo
soy feliz por eso y las circunstancias no alterarn m
pensamiento y ni impedirn mi felicidad.
Creo en el Dios a quin sirvo, y usted?
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