“El caballo se apareja para el día de la batalla; mas del SEÑOR es el salvar” (Proverbios 21:31).

“El caballo se apareja para el día de la batalla; mas del
SEÑOR es el salvar” (Proverbios 21:31).

Winston Churchill sabía que el hecho de ser reconocido
públicamente no era ninguna prueba de éxito. Cierta vez,
después de encerrar una exposición para 10.000 personas, un
amigo preguntó: Winston, ¿no es impresionante el hecho de
10.000 personas han venido para oírlo hablar?” Churchill
contestó: “En verdad, no. 100.000 vendrían a ver mi ruina.”

Casi siempre estamos luchando por aplausos y notoriedad.
Queremos ser reconocidos, queremos provocar admiración,
queremos ser distinguidos en medio a muchos, queremos ser el
centro de las atenciones y enchemonos de orgullo cuando nos
dicen: “Usted ¡es el mejor!”

¿Sería eso una prueba que alcanzamos éxito? ¿Sería ése el
motivo mayor de nuestro empeño en busca de la realización
personal y de la dicha? ¿Valdría a pena pasar por encima de
todo y de todos solo para alimentar nuestra vanidad?

Ser una persona de éxito, victoriosa, es mucho más de lo que
eso es. Ser un vencedor es estar de bien con la vida, en paz
con nosotros y con Dios, en armonía con nuestra familia y
con todos que con nosotros se relacionan. Los aplausos
pueden ser falsos o pasajeros y pueden preceder momentos de
insatisfacción y frustraciones.

El mejor aplauso puede venir en un momento de fracaso, de la
boca de la esposa: “Querido, todo se resolverá. Estaré
siempre a su lado”. Puede venir a través del abrazo de un
hijo: “Papá, yo lo admiro y, aun cuando no haya dado cierto
ahora, usted conseguirá. Amo usted en cualquier situación”.
Puede venir de un verdadero amigo: “Una caída puede ser el
principio de grandes conquistas. Siga enfrente. Usted es y
será siempre un ejemplo de vida para mí”.

Ser un vencedor es tener Jesus en el corazón. En la hora de
los aciertos Está con nosotros; en la hora de los tropezones
Él está también; en las conquistas nos abraza y en las
derrotas nos consola. Él, en cualquier circunstancia, está a
nuestro lado. Agarrando Su mano,o éxito tan soñado estará
garantizado.

Con Cristo nuestras victorias serán siempre impresionantes.

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