Contrato contra los niños Parte I I

Contrato contra los niños Parte I

por Winkie Pratney
Creo que todo cristiano coincidirá conmigo en que hoy la niñez está siendo atacada. Como cristianos generalmente enfocamos los problemas en una o dos áreas. Pero creo que perdemos mucho del problema. Lo que hoy estamos viendo es el resultado de un contrato general en contra de nuestros niños, que pretende pervertir y destruir toda idea de niñez. Este es el primer articulo de la serie: Contrato Contra los Niños.

Creo que todo cristiano coincidirá conmigo en que hoy la niñez está siendo atacada. Como cristianos generalmente enfocamos los problemas en una o dos áreas. Pero creo que perdemos mucho del problema. Lo que hoy estamos viendo es el resultado de un contrato general en contra de nuestros niños, que pretende pervertir y destruir toda idea de niñez. 

Jesús hizo algunas afirmaciones radicales. Una de ellas fue: «De cierto os digo, que si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos» (Mt 18.3). Es radical en la forma en que debemos convertirnos, pero ¿cómo nos volvemos como niños?

En Marcos 9 Jesús toma a un niño en sus brazos y dice: «Todo el que recibe a un niño en mi nombre a mí me recibe». Luego en Marcos 10:13 dice: «Y le presentaban niños para que los tocase; y los discípulos reprendían a los que los presentaban». Imaginen. Mientras los niños trataban de llegar a Jesús, los discípulos sacaban sus garrotes y decían: «Vamos a proteger al Maestro de la excesiva intolerancia de esta pequeña gente. ¡Vamos a librarnos de estos chicos!» y Jesús, regañándolos, puso un pequeño niño en medio de ellos y los sorprendió diciéndoles básicamente: «A menos que sean como este niño no lo podrán hacer. ¡No podrán ser mis discípulos!».


CARACTERÍSTICAS DE LA NIÑEZ


Veamos algunas de las cualidades que encontramos en los niños:

     

  • Los niños tienen una fe sencilla. Ellos creen en lo que una autoridad digna de confianza les dice, sin cuestionarlo.


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    Los niños están llenos de confianza. Ellos sacan a la luz toda la compasión y cuidado que hay en el corazón de un adulto (Pr 3.5–7).


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    Los niños tienen frescura.¿Ha salido a pasear alguna vez con un pequeño y le ha mostrado algo que él nunca había visto? Solo con observarlo es refrescante. Los padres, que han visto caballos y mariposas miles de veces, solo dicen cosas como esta: «¡Apúrate!». Los pequeños quedan totalmente absortos con cada cosa pequeña y simple. Hace como tres décadas atrás se estudió a algunos llamados genios, denominados como los Miguel Ángel, los Leonardo Da Vinci, los Einstein. Investigaron su niñez y su educación; cuando midieron su coeficiente intelectual y lo compararon con el de un genio, descubrieron algo interesante, ninguno de ellos tenía un coeficiente significativamente más alto que el promedio de la gente corriente. El punto en común y a la vez el distintivo de su genialidad se basaba en la forma en que observaban su entorno: lo hacían como si nunca antes hubieran visto lo que tenían ante sus ojos., Para ellos todo era nuevo.

En otras palabras, el genio tiene la habilidad de ver como puede ver un niño.


     


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    Los niños perdonan rápidamente. No les es fácil guardar rencor. «Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo» (Ef 4.32).


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    Los niños no tienen temor de preguntar cosas a cada rato. Son perpetuamente curiosos, aprendices constantes (Lc. 20.21).


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    Los niños adoran a sus héroes. Es lo más fácil en el mundo para ellos el admirar a alguien y querer ser como él. (Ef 5.1).


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    Los niños son humildes por naturaleza. Su humildad se debe a que son conscientes de su pequeñez, y por lo cualnecesitan aprender de los grandes, los sabios, y más fuertes que ellos. Saben que son solo pequeños niños. (Mt 18.4).


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    Los niños no son sofisticados. No han aprendido todavía a ser cínicos. Siendo niño o adolescente, José tuvo increíbles sueños proféticos sobre su futuro, y el de sus hermanos. ¿Puede imaginarse cuán inquieto estaba José para compartir sus sueños con sus hermanos? Imagínelo cuando se acercó a sus hermanos mayores para contárselos: «¡Hey…! ¿Saben qué? Anoche tuve un sueño. Estaban el sol y la luna y el mismo número de estrellas, como ustedes, y ¡todos estaban inclinándose hacia mí! ¿Qué les parece?» Según el relato bíblico, a ellos no les gustó la idea. Lea Gn 37.5–11. Los pequeños niños son inquietos, no son un valle de rosas.
  • Sí, a pesar de la caída, tienen una relativa inocencia. ¿Se ha fijado alguna vez en los ojos de un bebé? Es un bello paisaje natural. Aún no están abiertos a todo lo feo que ha creado el mundo de los adultos para ellos. Los niños que no han sido dañados son felices. Se gozan tremendamente con las pequeñas cosas y se ríen un montón.



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    Los niños se dejan querer. Para ellos es muy natural abrazar y acariciar, y meterse entre los brazos de sus padres: «Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción por el cual clamamos: ¡Abba, Padre!» (Rom. 8.15).


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    Los niños son juguetones. Pasan horas jugando. Es la forma primaria en que se desarrollan y aprenden. Algunos de los maestros más motivadores en la industria y los negocios dicen que el juego es una de las mejores formas de desarrollar la creatividad y resolver problemas.


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    Los niños se gozan con lo simple. Ellos viven en un mundo simple y directo. Los niños viven, aman, ríen, juegan y descansan sin complejidad (Lc 18.17).


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    Los niños son celosos. Cualquier tarea que hagan, la realizan con «todas sus fuerzas» (Col 3.23).


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    Los niños viven en absolutos. Las cosas son buenas o son malas, correctas o erróneas. No han aprendido el significado de la palabra «compromiso» (1 Jn. 3.7–10).


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    Los niños son indiscretos. Dicen lo que ven y no encuentran razón alguna para darle a la realidad una apariencia diferente de la que ya tiene: Bill Gothard los llama: «Los pequeños espías de Dios». Tengo una hermana menor llamada Vonny. Cuando éramos pequeñas mi madre era dueña de una boutique. Sus mejores clientas eran bastante adineradas .. Un día mi madre sentó a Vonny frente a la caja registradora mientras iba a preparar una taza de té, y le pidió que le avisara cuando alguien entrara en el negocio. Entró una de esas señoras de la clase alta y mi pequeña hermana, con sus rulos al estilo Shirley Temple, gritó de una forma que se podía escuchar por todo el vecindario: «¡Mami, entró una gran señora gorda al negocio!». No recuerdo si mi madre perdió a esa clienta, pero nunca más volvió a dejar a Vonny en la caja registradora..


NIÑOS: NUESTRO VIVO EJEMPLO

La niñez censura constantemente nuestro fracaso de asemejarnos a Dios. Es un testigo universal del corazón de Cristo en el mundo. Los niños pequeños son continuos testigos del reino de Dios; son un perpetuo recuerdo de lo que significa pertenecer al Padre. En cada hogar, son el sermón mudo de la simplicidad, la alegría y la humildad; cualidades que hacen que sea digno vivir en este mundo. Nos recuerdan lo que significa ser un cristiano verdadero.

Entonces, ¿cómo quiere Dios que sea un cristiano? Perdonador. Confiable. Que reconozca cuánto necesita aprender. Que viva en este mundo siendo capaz de distinguir entre lo bueno y lo malo. Lleno de alegría, fe y amor. Fresco cada mañana. Sincero. Que mire cada cosa como si nunca la hubiera visto antes. Juguetón. Simple y directo. Y al final del día totalmente relajado para descansar. ¿Son así los adultos, los cristianos de hoy? No te maravilles de que Dios santifique la niñez.

Pero, ¿qué le pasará al mundo si pierde la niñez?

¿Aún estamos sacrificando a nuestros niños?

He hecho énfasis en algunas cualidades de la niñez, pero ¿qué sucede cuando estas se pervierten?

¿Qué sucede cuando se pervierte la admiración hacia los héroes? Si incluimos lo demoníaco en la admiración a los héroes obtenemos cosas como Dragones y Calabozos. Incluso los dibujos animados hoy tratan sobre lo sobrenatural. Cada niño en el mundo ama a su héroe. Lo imita. Por ejemplo, las industrias de la música, el deporte o el cine, han usurpado el lugar que le corresponde a la deidad, para provocar adoración hacia deportistas, cantantes o actores. Cuando vemos abusos como estos, estamos ante una distorsión del modelo de niñez diseñado por Dios.

¿Por qué cree que Dios dio a los niños la inclinación de buscar héroes y admirarlos? Esta inclinación es fuerte especialmente en la pre-adolescencia. (¿Recuerda cuando se enamoró perdidamente de su profesor/a de inglés?) Para mí fueron Superman y Batman. Creo que el propósito en el patrón de Dios fue identificar héroes dentro de la familia y desarrollar la admiración hacia ellos. Los niños, se supone, que admiran a sus familiares, en especial a la madre o al padre, y comienzan a modelar su vida basándose en ellos. Por esa razón se visten igual a ellos y juegan con sus roles. Cuando los miembros de una familia reflejan de forma legítima la imagen de Dios, los niños encuentran excitante conocer a Dios y en consecuencia adoran a la Persona correcta.

¿Qué ha hecho, pues, el mundo? Descubrió un gran potencial en esta inclinación natural. Utilizó a la codicia para sacar ventaja de ella. Llevó a los caídos a adorar ídolos, capturó nuestra música, juegos y dibujos animados. Vea por ejemplo, la famosa película de todos los tiempos «E.T.». Me pregunto, ¿quién en este mundo podría amar a una criatura como esa y llevársela a su casa? Ese personaje es más feo que una rana, pero se le trata como a un dios. También, en pequeña escala, tipifica en cierta forma a Cristo. Por ello encontramos treinta y dos referencias directas o paralelos a la vida de Cristo en dicha historia. E.T. crea, sana y devuelve vida por donde va. Su madre adoptiva se llama María, y cuando él muere el reloj marca las 15:35 horas, hora aproximada en que murió Jesús. E.T. también resucita, y volverá porque lo prometió. La próxima película se llamará laSegunda venida.

 

Veamos algunas otras formas de oposición a las cualidades de la niñez.

Lo opuesto a la aceptación es el escepticismo, una característica de nuestra era.

Lo opuesto a la humildad es el orgullo y la arrogancia.

Lo opuesto a confiar es la desconfianza y el temor. El temor es opuesto a la fe. Este es el equivalente diabólico para la fe. Satanás saca la misma ventaja del miedo que Dios de la fe. Para poder alcanzar sus metas Satanás necesita desarrollar el miedo en la vida de las personas.

¿Qué de la dependencia? Se degenera en independencia. De paso, un espíritu independiente es el primer paso fundamental para cualquier fraude. ¿Quiere ser engañado? Esto no comienza con su doctrina. Tampoco con su carácter. Comienza con su espíritu. Es una actitud del corazón que quiere ser independiente de Dios. Desde allí se contagia la totalidad de su carácter y luego se manifiesta en su moral. Finalmente, toma su entendimiento y afecta su mensaje, lo que usted diga y enseñe. La mayoría de las veces cuando vemos el fraude, observamos lo que la persona cree. Pero una actitud o espíritu erróneo es el primer indicio del engaño. ¿Tiene un corazón de siervo o de libertino? Cuando encuentra a alguien con un espíritu libertino, ve a alguien que engaña y que tiene por objetivo algo malo.

¿Qué es lo opuesto a la honestidad? El engaño. No decir la verdad nunca más. Es en el momento que damos lugar al engaño que la agudeza del profeta es cortada de la sociedad. Tenemos tanto temor de ofender a alguien que alteramos las cosas. Veamos el discurso de Jesús a un hombre de negocios. Ellos vinieron a tomar algunas notas porque habían escuchado que él podría tener algo importante que decir. Su introducción fue algo así: «Todos ustedes me recuerdan a cadáveres que todavía no han sido enterrados. ¡Ustedes apestan! Son un manojo de serpientes, generación de víboras en camino al infierno. Y gracias por invitarm». Esto no es exactamente lo que dice el libro Cómo ganar a los judíos e influenciar a los griegos. No es el mensaje básico de Cómo conseguir un respaldo sólido. Pero Jesús hizo eso todo el tiempo. Justo en el momento en que la gente estaba comiendo con él, dijo algo así: «Ustedes ¡falsos! ¡hipócritas!»

Los niños pierden su naturalidad cuando este mundo pervertido les trae lo artificial, lo forzado y feo. No hay nada más horrible que ver a un niño de nueve años posando en la calle porque es hijo de una prostituta. Hay algo absolutamente alienante en esto. Pues, es un niño que ya no es niño; un niño que tiene 50 años en las cuencas de sus ojos. Es una realidad tan horrible porque es totalmente antinatural.


EN LOS ÚLTIMOS DÍAS

Casi todos estamos familiarizados con la profecía del capítulo 2 de Joel que promete que el Espíritu Santo será derramado sobre toda la humanidad. ¿Recuerda quienes serán los que especialmente reciban la promesa? Los hijos y las hijas. Una generación será formada para saber que el Espíritu comenzará con sus niños. Los jóvenes verán visiones y los viejos soñarán sueños. Se cumplirán las viejas y nuevas profecías. Los conocidos como sus siervos y sus siervos recibirán el Espíritu. En el día de Pentecostés, el Apóstol Pedro dijo: «Esto es lo predicho por el profeta Joel» (Hch 2.16–21).

En el capítulo 3 de Joel hay una descripción de la sociedad que existirá cuando este derramiento se dé: «y echaron suerte sobre mi pueblo, y dieron los niños por una ramera, y vendieron las niñas por vino para beber» (v. 3). Esto habla de la prostitución de niños. Dios trae juicio sobre estas naciones. Sus propios hijos sufrirán el juicio que ellos atraerán.

Luego continúa Joel 3.6: «y vendisteis los hijos de Judá y los hijos de Jerusalén a los hijos de los griegos, para alejarlos de su tierra». El pasaje denuncia la venta de los hijos a Grecia. ¿Qué sabemos de Grecia? Primeramente, los griegos fueron los grandes filósofos de todos los tiempos, pero cuya filosofía había recibido la influencia del pensamiento oriental. Segundo, la homosexualidad entre ellos se había extendido. A medida que iban declinando como potencia mundial, sus valores iban cambiando; mudaron su imagen fuerte y militar, y de padre de familia a una cada vez más afeminada. Simultáneamente la nación se comenzó a vender a sí misma a la sodomía y al lesbianismo. Cuando estos niños son vendidos no solo su pureza sexual es destruida sino también sus mentes.

Desafortunadamente lo que pasaba en Grecia se parece mucho a lo que sucede hoy.

Sabemos que, en estos días, los niños están sujetos a terroríficos abusos que provienen de distintas fuentes. Una niña abusada sexualmente por su padre desde los 6 años declaró con un corazón desgarrado: «Me siento como un bote de basura». Uno de los abusos en mayor escala nos es muy familiar, los abortos. Ocurren casi millón y medio por año solo en EE.UU. Loren Cunningham dijo recientemente: «El lugar más seguro para la gente en este país es la cárcel mientras espera ser ejecutado.» Estadísticamente hay menos riesgo de morir allí que en cualquier otro lugar. Se dice también que, por el contrario, el lugar más peligroso para estar en esta tierra es la matriz de la madre.

Olvídase de los griegos. Esa es la vieja civilización americana de la década de los ochentas.


LA HISTORIA SE REPITE

Dos veces en la historia bíblica hubo complot contra los niños. Lo bueno fue que en ambas ocasiones hubo protección sobrenatural y padres creyentes que intervinieron.

Cierto Faraón anticipó las implicaciones de la multiplicación del pueblo hebreo. Sabiendo lo que podía suceder, emitió una ley que ordenaba la muerte de los varones recién nacidos de los israelitas, justo en el tiempo en que Moisés debía nacer. ¿Puede imaginarlo?

Los padres de Moisés, para salvar la vida de su hijo, se vieron obligados a desprenderse de él. No obstante, buscando alternativas creativas, los padres lo pusieron en un pequeño bote. Creo que fueron guiados por las manos de Dios, con oraciones de fe. Eran padres que creían en Dios y que no temían desafiar al rey desobedeciendo su ley de muerte. La Biblia narra las circunstancias increíbles de este evento.

Podemos imaginar los hechos que pudieron suceder detrás del relato bíblico. Faraón, atareado con los asuntos de estado, no se percataba de lo que hacía su hija. Ella tomaba un baño en el río cuando el pequeño bote en que iba Moisés —empujado por la mano de Dios— pasó frente a ella. La hija de Faraón lo miró y exclamó: «¿Oh! ¡Es un bebé!» Entonces fue a su padre y le dijo: «¿Papá encontré este bebé. ¿Puedo quedármelo?» No sé que habrá pensado Faraón. «Tendré que tener más cuidado de mi hija. Ella tiene este bebé y quién sabe de donde viene. Mejor no hago preguntas…» «Bueno, puedes conservarlo, tengo muchas cosas para hacer.» Así que la hija de Faraón conservó al bebé. Por supuesto ella necesitaba de una niñera para que lo cuidara y amamantara.. Echó una mirada a su alrededor y descubrió a una niña que observaba la situación desde lejos.. «¿Me puedes ayudar?» le preguntó: «Necesito una nodriza.» La niña contestó: ¡Oh, yo conozco a una señora que le agradará ser como una madre para él!» Así que fue a buscar a la mamá de Moisés, que lo crió en el palacio del rey. El mismo rey que había decretado la ley contra los niños hebreos. ¡Esto es más excepcional que las aventuras del agente 007 que puedas imaginar! En el mismo palacio del rey asesino el salvador de los hebreos es criado como un príncipe. El mismo niño que ayudó a escapar de su propia ley asesina, es el mismo que lo destruiría después.

En esa época había mucha actividad de ocultismo. ¿Recuerda cuando Moisés regresó años más tarde y se presentó ante Faraón? Los magos de Faraón también hicieron que sus varas se convirtieran en serpientes. Ese nivel de magia no aparece de la noche a la mañana. Había un alto desarrollo en cuanto a tecnología psíquica. La gente manipulaba la naturaleza por medio de fuerzas ocultas. Y fue dentro de esa cultura mágica que toda una generación de niños comenzó a crecer.

La segunda vez, registrada en la historia bíblica, que se decretó una ley contra los niños fue por voluntad de Herodes el Grande. Los magos sabían que algo sobrenatural estaba ocurriendo. Estos, guiados por señales del cielo llegaron a Jerusalén preguntando: «¿Dónde está el rey de los judíos, que ha nacido? Porque su estrella hemos visto en el oriente, y venimos a adorarle». (Mt 2.2). Cuando Herodes los escuchó dijo, «¿Rey de los judíos? ¿Qué quieren decir? ¿Dónde está ese rey? para yo también pueda ir a adorarle?» Herodes supo que niño varón sería el rey de los judíos. Esto significaba para él que su reino le sería disputado. Otra matanza. Esta vez serían todos los niños menores de dos años.

Herodes decretó ley de muerte contra los niños, pero… en este caso, Dios, por medio de un ángel, avisó a José y María y los urgió a salir, y escaparon. (Mt 2.13–15). Huyeron a Egipto. A la muerte de Herodes regresaron de Egipto. Jesús creció en Nazareth. Una vez más el Salvador es despreciado y rechazado por los hombres.


EL GRAN ATAQUE DE SIEMPRE

Cuando nacen niños, en épocas de crisis en la historia, eventos extrañas y sobrenaturales comienzan a suceder. Y las personas en altos cargos lo saben. Cuando ocurren, en el mundo de Satanás aparecen leyes en contra de los niños. Pero, ¿por qué?

Según los eventos registrados en la Biblia, cada vez que ocurrió una matanza en masa de niños un líder clave nacía. Moisés y Jesús. Un salvador está acercándose y el infierno tiembla. Como podemos ver, la matanza en masa de niños no es una idea nueva.

La ley en contra de los niños está en vigencia nuevamente. Se ha programado en nuestro tiempo, y ha venido por nuestros niños. ¿Qué nos dice a nosotros? ¿Qué podemos aprender de esta terrible matanza? Debemos preguntarnos: ¿Qué hay en esta generación que hace temblar a Satanás? ¿Qué es lo que él ve o percibe que se acerca?, ¿qué lo hizo poner en marcha tan cruel holocausto?

En los tiempos de Moisés y del Señor Jesús, esa violencia perdió sus objetivos. Los blancos de destrucción se le escaparon en cada época. Y los que se escaparon hicieron incontables daños al dominio del infierno. Hay algo precioso e importante sobre esta generación, tan profundamente atacada.

Podría ser la última generación antes de que Jesús vuelva.

Podría ser que en esta clase de sobrevivientes suceda el milagro espiritual más grande.

Puede haber futuros líderes rescatados de la espada que liderarán una generación entera de abandonados, solos y sin amor a las promesas de Dios.

Creo que los niños que nacen hoy son parte de una generación profética que Dios está dando a luz y es por eso que el enemigo está tratando de destruirla de cualquier manera posible, tanto física como mentalmente. En el reino demoníaco ya se ha firmado la condena a los niños, y esta es hoy la mayor en la historia. La más grande.


¿A DÓNDE SE HAN IDO LOS NIÑOS?

La niñez está bajo ataque, no sólo contra las personas de los niños, sino contra todo concepto de niñez. Si la niñez, con todas las cualidades que Dios designó, desaparece de la sociedad, ¿dónde se encontrará un modelo a lo que el ser humano pueda compararse para ser salvo? Recuerde las palabras de Jesús: «De cierto os digo, que si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos». (Mt. 18.3).

¿Qué le sucede a una sociedad cuando ya no hay niños pequeños, cuando todo lo que tiene es 50 años viviendo dentro de cuerpos de nueve años?

La respuesta es simple. Se obtiene una sociedad inmune a la conversión.

Traducido de The Last Days Magazine. Usado con permiso, 1988.


Los Temas de Apuntes Pastorales. Volumen I – Número 4.


 

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