V como creste, te sea hecho Mt 8:13. Estudiemos Mt 21: 18-22

V como creste, te sea hecho Mt 8:13. Estudiemos Mt 21: 18-22

El Reino de los cielos se gobierna por principios. Uno de esos principios es que en nuestra boca tenemos poder, tendremos lo que digamos. La evangelista norteamericana, Darling Bishop, relat esta historia, que ejemplifica este principio.

Un joven campesino de Kentucky, llamado Tom Halk, se convirti a travs del ministerio de un evangelista, que pas por el campo donde viva. El joven, quin no saba leer ni escribir, oy al evangelista decir que Jess haba prometido que todo era posible si podamos creer Mt 21:22. Al llegar a la casa, le dijo a su mam que el pastor le haba enseado que para aquel que cree todas las cosas son posibles. Le dijo que l crea, por lo tanto, se iba a ir al monte y no iba a comer, a beber, o salir hasta que Dios le enseara a leer. La mam trat en vano de persuadirle de que no hiciera eso, que esa Palabra no se refera aprender a leer. Le sugiri que si quera aprender que se matriculara en la escuela para que le ensearan a leer; que eso no era asunto de Dios sino de los hombres. Pero el muchacho le contest:

–No mam, el Seor dijo que al que crea todo le era posible, yo creo y es posible que el Seor me ensee a leer.

Sin hacer caso de los ruegos y consejos de su madre, Tom se meti en el monte con una caja de fsforos y su Biblia. Pas 7 das en el monte, abriendo la Biblia, a la luz de la hoguera, dicindole a Dios:

–Yo creo, t puedes ensearme a leer.

Pero en la maana del octavo da Tom lleg a casa de su madre, llorando mientras lea emocionado Jehov es mi pastor nada me faltar -Salmo 23:1. Dios le haba enseado a leer. Aleluya! Pero si grande fue ese milagro ms grande fue el otro. Un da Tom le dijo a su mam que Dios le haba pedido que levantara una iglesia en su barrio, y que la pastoreara. Con su actitud negativa acostumbrada, la madre de Tom le dijo:

–Tom, pero eso no es posible. Dnde vas a levantar esa iglesia? T no tienes dinero, ni posibilidades.

Tom le contest que la construira en la montaa que su padre le haba dejado por herencia. Volvi la madre a tratar de aconsejarle, con la mejor intencin del mundo, dicindole:

–Pero Tom, esa montaa es muy escarpada, llena de piedras, no es buena para nada.

Tom la mir y le dijo:

–Si mam t tienes razn. Me voy a meter en el monte de nuevo y no voy a comer, beber o a salir de all hasta que Dios allane ese monte como un plato, porque Jess dijo Si tuviereis fe como un grano de mostaza, diris a este monte: Psate de aqu ally se pasar; y nada os ser imposible.

La madre se desesper ms, en vano le trataba de detener, mientras Tom se internaba de nuevo en el monte con sus fsforos y su Biblia. Pasaron tres semanas. Una maana llegaron tres hombres a la casa de la madre de Tom, y le dijeron que ellos eran ingenieros que estaban construyendo una carretera al otro lado de ese monte. Le preguntaron a quien perteneca la montaa porque ellos necesitaban relleno y queran comprar las piedras de la montaa. Le dijeron:

– Si el dueo de la montaa lo permite, traeremos las maquinarias y dejaremos la montaa tan plana como un plato, adems le pagaremos por el relleno.

Dems est decirles que Tom, construy la iglesia y es el pastor de ella. Recuerda que

La vida eterna no empieza con la muerte, empieza con la fe S. Shoemaker, Vvela!

Oremos para que el Seor aumente nuestra fe.

Por: Griselle M. Trujillo gtrujillo913@gmail.com