From: Paulo Barbosa

Para reflexionar…(27-30/05/11)
Una Persona Satisfecha

“El temor del Señor es para vida, Y con él vivirá lleno de
reposo el hombre” (Proverbios 19:23). las 19:23).

Un caballero colocó, en lugar bien visible de su propiedad,
una tabla donde se leía: “Daré esta tierra a una persona que
esté realmente satisfecha”. Varios candidatos aparecieron y
a todos el caballero preguntaba: “¿Es una persona
satisfecha?” Todos contestaban la misma cosa: “Sí, yo soy”.
Para todos el caballero hacía una otra pregunta: “Entonces,
¿por qué usted anhela mis tierras?”

¿Y nosotros, somos personas satisfechas? ¿Estamos felices
con qué somos y tenemos? ¿Qué nos falta? Quizá, muchos de
nosotros contestaríamos: “No, yo no estoy plenamente
satisfecho. Me gustaría tener una bella y confortable casa,
me gustaría tener un coche nuevo, me gustaría tener una
mejor colocación y salario, me gustaría estudiar en una
buena universidad, me gustaría viajar por el mundo, me
gustaría … me gustaría …

Y, por increíble que parezca, aun cuando conseguiésemos
todas las cosas arriba, ciertamente aún estaríamos
insatisfechos y queriendo mucho más cosas. En verdad, nada
nos satisface.

Creo que la solución para esa eterna insatisfacción sería
coloquemos otra tabla, en lugar bien visible, con el texto:
“Jesus anhela entrar en el corazón de aquéllos que están
insatisfechos”.

desde el momento que el Señor habita en nosotros, la alegría
si torna completa — no necesitaríamos más. Nuestra casa
estaría siempre alumbrada — nada nos daría más placer. Las
nuestras esperanzas no tendrían fin — sabríamos esperar la
voluntad y el tiempo del Señor.

Si Dios quiere me dar algo más, alabaré Su nombre y me
pondré contento. si no quiere, yo lo loaré de la misma
forma. Qué me satisface no es tener eso o aquello, pero,
tener Jesus Cristo en mi corazón.

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