Una Perla De Gran Valor

Una Perla De Gran Valor

“Tambin el reino de los cielos es semejante a un mercader
que busca buenas perlas, que habiendo hallado una perla
preciosa, fue y vendi todo lo que tena, y la compr”
(Mateo13:45, 46).

Gibbon cont que una bolsa brillante de cuero, llena de
perlas, cay en las manos de un soldado raso cuando Galerius
saque el campamento persa. El soldado ech todo el
contenido afuera y guard la bolsa con cuidado. Hombres
igualmente tontos, como aqul soldado, pasanpor la vida.
Ellos no consiguen percibir la verdadera riqueza cuando a
encuentran. (Walter Baxendale)

Qu semejanza existe entre nosotros y aqul soldado? Qu
ms nos importa, el verdadero tesoro, que nos conforta, nos
edifica, nos transforma y nos garantiza un porvenir de plena
dicha o apenas una cosa brillante e intil, que para nada
sirve sino, un da, ser jugada afuera?

Muchas veces nos dejamos influenciar por la primera
impresin — por una apariencia agradable y tentadora,
creyendo que es el mejor para nosotros en aquel momento.
Pero, y despus “de aquel momento”? Qu representar a
nosotros? Que frutos nos traer? Que bendicin producir
para nuestra alegra o para la vida eterna?

No podemos nos dejar seducir por cosas brillantes.El mundo
est lleno dieses brillos, intiles, engaosos,
traicioneros. Pueden nos dar placeres por algn tiempo, pero
luego el brillo se apaga y nos vemos perdidos y sin rumbo.
Mejor es buscar nuestro SeorJesus Cristo, nuestro
Salvador. Es el mayor tesoro que uno puede tener. Quien lo
posee, tiene la dicha y la vida eterna.

El Seor es nuestro tesoro — mejor de lo que todas las
cosas brillantes del mundo. Es nuestro tesoro y nosotros
somosel tesorode l. Somos su perla de buen precio. l nos
compr, con Su sangre en la cruz. l nos guarda, con mucho
cario, con mucho amor.