
UNA FAMILIA CON DIOS EN EL CENTRO
El padre modela que ama a la madre de sus hijos.
La madre modela que respeta al padre de sus hijos.
Cultivan el amor y el pedirse perdn mutuamente.
Siembran amor en sus hijos y les piden perdn.
Los hijos respetan a sus padres y les piden perdn.
Los padres bendicen y oran por todos sus hijos.
Los hijos bendicen y oran por la vida de sus padres.
Los padres dan prioridad para estar con sus hijos.
Pasan tiempo de calidad y sana convivencia.
Los problemas de uno, son el problema de todos.
Aprenden a tenerse empata y consideracin.
Van a la Iglesia en familia y le sirven juntos a Dios.
El padre sirve y atiende a la madre y viceversa.
Los padres como equipo se involucran ambos en la crianza, educacin y enseanza para con sus hijos.
El padre es el que dirige, es la principal autoridad, pero no para abusar y maltratar a nadie; mas bien para ser l, el ejemplo de amor, justicia, respeto, lealtad, servicio, dedicacin y consideracin primero para su esposa y luego para con sus hijos.
Dirigidos por el padre de familia, padre y madre levantan un altar familiar donde se juntan todos, para cantar una alabanza y meditar un tiempito en la Palabra de Dios, orar unos por los otros y cerrar con un abrazo en familia y pedir la bendicin de Dios para cada uno.
Y como en toda familia habr pleitos, discusiones desacuerdos y momentos de tensin; pero cada uno aprende a reconocer cuando tiene la culpa y busca el pedir perdn, aprenden a no guardar rencor, celos, resentimientos, ni odios en su corazn.
Cuando los padres han sido sanados por Dios de heridas de su pasado, han pasado un proceso de liberacin y restauracin y deciden tener una vida devocional y dan la prioridad debida a buscar estabilidad matrimonial, estn listos para ser los mejores mentores de vida para sus hijos.
Ahora note, que no es solamente es ir a la Iglesia los domingos, y pasar todo el resto de la semana viviendo a su manera; en pleitos, discusiones, iras y enojos sin resolver, pasar en vicios y adicciones y llegar a casa y provocar miedos, maltratos, abusos, faltas de respeto y decirse palabras destructivas unos a los otros.
Ahora nota, que no solo se trata de decir: “soy de tal religin y de hueso colorado”, si no prctica ni uno de los puntos de arriba, Dios todava no est en su casa, porque cuando Dios gobierna en un hogar y l es el centro del mismo, todos ponen de su parte para que all reine la paz, el amor y la armona familiar.
Luis Lovato (FAMILY FIRST).
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