Un Pueblo Fuerte
“… mas el pueblo que conoce a su Dios se esforzar y
actuar” (Daniel 11:32).
“me d cien predicadores que nada teman allende pecar, y
nada anhelen allende Dios, y no importa si son clrigos o
legos; los portones del infierno sern estremecidos y los
reinos de los Cielos sern instalados en la tierra. Todo
cuanto Dios hace es en respuesta a la oracin.” (John
Wesley)
Dios espera que Sus hijos sean osados en predicar el
Evangelio; animosos en el testimonio delante de parientes y
amigos; determinados en la oracin y estudio de la Palabra;
vigorosos en la actitud de transmitir amor y alegra.
Debemos nos esforzar para nada temer sino pecar, para no
negligenciar enseanzas del Seor, para no actuar con
indiferencia delante de las necesidades de nuestro prjimo,
para no construir una vida espiritual hipcrita adentro de
la iglesia y fuera de ella.
Cuando nos aplicamos a obedecer los mandamientos del Seor,
el infiernose agita,la mentirapierde la fuerza, el miedo
se fuga en retirada, las dudas son avergonzadas, el desnimo
abre las puertas para el estmulo, la derrota si curva
delante de las victorias.
No hay barreras para aqullos que oran, para los que creen,
para los que se esfuerzan, para los que siguen enfrente a
pesar de frustraciones pasajeras. Traen las buenas nuevas de
esperanza y abren las puertas para las grandes conquistas.
Ese pueblo fuerte del Seor, que camina en el centro de la
voluntad de Dios, que mantiene una vida de oracin delante
del altar del Salvador, ser capaz de transformarel mundo,
de sembrar vida en terrenos ridos, de conducir los perdidos
a la salvacin.
Quiero estar en el medio a ese pueblo fuerte, quiero que mi
testimonio engrandezca el nombre de Jesus, quiero que el
reino de los Cielos sea establecido en la tierra.
quiero ser siempre bendicin. Usted tambin quiere?
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