“No somos un ministerio grande, pero sí somos un gran ministerio”

Un pegamento que une a la familia

Un pegamento que une a la familia

Se cuenta la historia de una seora que ley en una revista el anuncio del mejor pegamento que jams haba salido al mercado. Al parecer dicho pegamento tena todas las propiedades para arreglar cualquier cosa que estuviera rota. Emocionada por la noticia la dama solicit la muestra gratis que se ofreca con la idea de probar el pegamento y luego adquirir algunas botellas del mismo.

Varios das ms tarde lleg a vuelta de correo un sobre en el cual se encontraba la muestra solicitada. Cuando la dama lo abri una expresin de sorpresa se dibuj en su rostro. Ella esperaba encontrar un tubo con la pega, pero en su lugar haba una tarjeta con un dibujo de un corazn roto y la siguiente leyenda: El mejor pegamento para unir cualquier cosa rota es el PERDN.

Aunque la dama de nuestra historia se sinti chasqueada, el mensaje que contena la tarjeta representa una de las ms grandes verdades que se pueden expresar en lo que a relaciones humanas respecta. Todos de una forma u otra ofendemos y decimos o hacemos cosas que causan dolor, irritacin e incomodidad a otros. En el crculo familiar es posiblemente el lugar donde con ms frecuencia suceden estos inconvenientes porque en casa damos rienda suelta a nuestros sentimientos muchas veces sin importarnos lo que con ello podamos ocasionar a los que viven junto a nosotros.

Herir y ofender con nuestras palabras o acciones es parte de la naturaleza pecaminosa de los seres humanos. Nadie es tan bueno como para que no haya explotado ante circunstancias tales como una camisa mal planchada, un juguete dejado fuera de lugar, la falta de colaboracin con las tareas del hogar, la mentira que descubrimos, o el engao ante determinadas circunstancias. Hay situaciones en la vida familiar cuando an sin proponerlo nos hacemos dao porque decimos o hacemos algo que fue inapropiado y con ello causamos dolor y sufrimiento a los seres que amamos. En tales circunstancias resulta difcil entender el amor, porque siempre esperamos recibir cario y compresin, y stos estn ausentes cuando surgen las ofensas.

Qu lindo sera vivir en un hogar donde se respire un clima de paz y armona. Un hogar donde sus miembros disfruten de la convivencia familiar en un ambiente de tranquilidad libre de pleitos y contiendas. Sin embargo lo ms frecuente es encontrar hogares donde las palabras de reclamo, reproches y regaos son la nota tnica. Sus miembros son agresivos, desconfiados y mal humorados. Es all donde se necesita una doble porcin del mejor pegamento que une a la familia; el perdn. Para muchas personas la palabra perdn representa algo muy difcil de entender y aceptar. Estn tan maltrechas y daadas emocionalmente que no pueden concebir el perdn, ni tampoco otorgarlo a quienes lo requieren. Alguien ha dicho que el perdn es lo que calienta un corazn y suaviza las heridas. Cuando los miembros de la familia practican el perdn unos con otros reciben sanidad emocional, porque la suave corriente del perdn enternece el corazn y fortalece los lazos del amor conyugal y familiar.

Existen tres tipos de reacciones naturales en las personas hacia el perdn. La primera es la reaccin de la persona que dice: te perdono, pero no lo olvido. La segunda es la de la persona que dice: te perdono lo que me hiciste, pero me las vas a pagar, y la tercera es la de quien ante una ofensa dice: olvidemos todo y comencemos de nuevo. Notemos que para que el perdn sea absoluto y verdadero se requiere que la persona ofendida imparta el perdn a su agresor aunque ste no lo merezca, pero que olvide la falta. Perdn sin olvido, no es verdadero perdn. En el segundo caso quien espera una revancha o momento para desquitarse por lo que le hicieron tampoco sabe perdonar. La mejor actitud ante una situacin de ofensa es olvidar lo sucedido y mirar hacia el futuro como una nueva oportunidad para reparar lo que se pudo haber daado con la ofensa. Posiblemente para usted, esto no resulte tan fcil de practicar, pero le aseguro que es la mejor opcin porque contiene los elementos que Dios usa para impartirnos su perdn. Cuando ofendemos a Dios, y eso sucede con mucha frecuencia, l nos perdona y olvida nuestras faltas. La Biblia dice perdonar la maldad de ellos, y no me acordar de su pecado. (Jeremas 31:34) El perdn que Dios nos ofrece es tan absoluto y no trae a la memoria las cosas pasadas (Isaas 43:18). Esa es la clase de perdn que debemos pedirle a Dios que coloque en nuestro corazn para que podamos tratar a cada persona y en especial a los miembros de nuestra familia.

Un paso muy importante en el proceso del perdn es reconocer nuestras faltas. Cuando admitimos que hemos dicho o actuado en forma incorrecto debemos tener la valenta de ir en busca de la persona a la cual ofendimos y reconocer que actuamos mal. Esto tampoco es fcil de lograr porque la mayora de los casos lo que hacemos es tratar de justificar nuestra mala accin o simplemente culpar a otros por lo que hicimos. La persona que ofende y es capaz de reconocer su falta est dando los pasos necesarios para lograr la reconciliacin que viene como producto del perdn. Nada puede resultar ms impactante para un cnyuge que ha sido ofendido que el ver a su ofensor reconociendo su falta y dispuesto a solicitar perdn en nombre del amor que se profesan.

Un matrimonio que enfrentaban muchos problemas decidi colocar una cajita en un lugar estratgico de la casa para ir depositando papelitos en los cuales anotaran todas las cosas que les ofendan o molestaban el uno del otro. Al finalizar la primera semana ambos se sentaron para abrir la cajita y leer las quejas. La esposa tom la iniciativa y comenz a leer: dejaste los zapatos fuera de lugar, me gritaste porque no encontrabas tu maletn, regaaste a los nios con ira. De pronto hubo un silencio y los ojos de la esposa se llenaron de lgrimas mientras abra varios de los papelitos de la caja. El esposo con la cabeza baja esperaba pacientemente alguna reaccin de parte de ella. Fue cuando el silencio fue interrumpido por los sollozos de la esposa cuando dijo: Perdname t tambin a m. El esposo haba escrito en varios papelitos: Te amo, perdname por lo que te hice. Ciertamente necesitamos comprar para nuestro hogar grandes cantidades del mejor pegamento que une la familia; el perdn y tendremos familias ms felices.

6 Visitas totales
6 Visitantes únicos

Discover more from Ministerio Infantil Arcoíris

Subscribe to get the latest posts sent to your email.

Deja un comentario

This site uses Akismet to reduce spam. Learn how your comment data is processed.

Discover more from Ministerio Infantil Arcoíris

Subscribe now to keep reading and get access to the full archive.

Continue reading