Todos Los Dias…

Todos Los Dias…

“Te exaltar, mi Dios, mi Rey, Y bendecir tu nombre
eternamente y para siempre. Cada da te bendecir, Y alabar
tu nombre eternamente y para siempre” (Salmos 145:1, 2).

Un famoso instrumentista internacional sola decir: “Si yo
no practicar un da, nadie percibir. Si yo no practicar dos
das, yo percibir. Si yo no practicar tres das, el mundo
entero percibir.”

Que podemos decir, sobre eso, con relacin a nuestra vida
espiritual? Si dejamos de relacionarnos con el Seor por uno
da, probablemente nadie notar sa nuestra flaqueza. Si
dejemos Cristo fuera de nuestras actitudes por dos das,
luego sentiremos que las cosas no van bien para nosotros. Si
ignoramos las cosas de Dios por tres das o ms, perderemos
la paz que solo Cristo da, perderemos el regocijo que solo
podemos encontrar en la presencia del Seor y todos a
nuestro rededor testificarn de que el brillo por nosotros
presentado en todas las circunstancias, ya no existe ms.
Nuestra genuina felicidad depende de un contacto diario y
verdadero con el nuestro Seor y Salvador. Solamente en Su
presencia hallamos la plenitud de la alegra.

El secreto de una vida de victorias y realizaciones es
estar, cada da, delante del altar de Dios. l es nuestra
fuerza, nuestro estmulo, nuestra inspiracin, la fuente de
todas nuestras bendiciones. l nos anima, nos orienta, nos
dirige los pasos, nos muestra el camino de las grandes
conquistas.

Cuando comprendemos que las bendiciones nos acompaarn si
estemos todos los das delante del Seor, entonces no habr
obstculo que no pueda ser sobrepasado, no habr luchas que
no puedan ser vencidas, no habr sueos que no puedan ser
realizados. Con Cristo en nuestros corazones, somos y
seremos siempre ms que vencedores.

Ha usted ejercitado su fe y colocado su confianza todos los
das en la presencia del Salvador? O Lo ha buscado apenas
en los momentos de afliccin?