Tengo mis derechos
Esta es una pltica entregada a las esposas de estudiantes en el Instituto Bblico Moody, Chicago, IL,EEUU. Todas estas esposas tenan como meta servir a Dios junto con sus esposos, o en el ministerioen su propio pas o en misiones. Saban que habra problemas, habra sufrimiento, y siempre habra laposibilidad de dar su todo por el Seor, poniendo su vida por l. Pero esta pltica es para todosnosotros, todos los cristianos que en realidad no tenemos derechos aparte de Dios y de nuestroJesucristo.
Todos hemos odo la frase, Tengo mis derechos.
Mi derecho de ser como soy
Mi derecho a la privacidad
Mi derecho para hacer lo que YO quiero
Mi derecho de ser lo que YO quiero ser
Mi derecho a la felicidad
Mi derecho a. . .
Y all puedes llenar los espacios
Estamos viviendo en tiempos peligrosos cuando nadie quiere ceder sus derechos. Lo experimentas entodo lugar y es desconcertante.
Hay un librito escrito hace muchos aos que se llama No tenemos derechos? escrito por la seoritaWilliamson. Habla de los derechos que todos suponemos tener, y hace la pregunta, De veras tenemosestos derechos?
El libro comienza con un golpazo. Hay dos palabras en el idioma de la China que se describen as:
Comiendo amargura y comiendo prdida. Es fcil y emocionante comer amargura, porquesignifica sufriendo la violacin de los derechos de uno, sufriendo fro, falta de alimento, falta decomodidades, etc. para tomar unos das predicando el evangelio en un lugar lejano, o tal vez viviendoen un lugar caluroso toda mi vida para alcanzar a la gente para Cristo, o comiendo alguna comida muyrara cuando me la ofrecen, o t puedes dar nombre al sufrimiento. Pero qu de comiendo
prdida el no poder defender tus derechos! El hecho de ni tener derechos!
No es verdad? Muchos de ustedes nunca han experimentado de primera mano esta falta de derechos,algunos s. Cules son estos derechos? La seorita Williamson trata con 10 de estos derechos:
El derecho de vivir un nivel de vida normal
El derecho a cuidados de buena salud
El derecho de regularizar mis asuntos privados como yo deseo
El derecho a mi propio tiempo
El derecho a una vida romntica
El derecho a una vida normal en mi hogar
El derecho de vivir con las personas con las cuales yo quiero vivir
El derecho de sentirme superior
El derecho de mandar
El derecho a mi privacidad
Hoy solo vamos a tratar con cuatro de estos derechos. 2
Primero, el derecho de vivir a un nivel de vida que yo considero normal.
Tal vez donde vives hay un alto nivel de vida, tal vez no. Tal vez tienes todo lo que necesitas alalcance. Hay culturas y pases en los cuales no es as. Hay lugares en que lo que yo pienso comonormal se considera malo. Considera a nuestros amigos coreanos. Jams entraran a su casa con loszapatos puestos. Y te sientas en un cojn para comer. Se usan palillos y los dedos para comer,olvdate de cubiertos! Y qu si un pedacito de carne se mete a un diente? Qu haces? NI PIENSESde sacar un palillo para sacarlo, a menos que tambin te escondas tras tu servilleta mientras sacas ese
pedazo de carne. Son cositas pequeas, pero muy importantes!
Necesitas una cama cmoda en la cual dormir? Tal vez esto sea un dispendido en algunos pases.
Prefieres pur de paps o cualquier papa, en vez de arroz? Entonces, no viajes a Mxico,Centroamrica o Asia!
Tenemos que estar dispuestos a conformarnos lo ms posible a las condiciones sociales y de vida alos que servimos. No estoy hablando de las prcticas pecaminosas, como el de tener varias mujereso el de no vestir nada, sino las prcticas que son conforme a la Palabra de Dios.
Esto, por supuesto representa diferentes cosas a misioneros que viven en diferentes lugares. Cuandouno vive y ministra entre gente de alta sociedad, no se puede vivir en una choza. Hay que encontrar unlugar donde ellos estarn cmodos. Si uno trabajo con los pobres, por supuesto, no va a vivir en unpalacio, sino encontrar un lugar donde los pobres se puedan sentir en casa.
Tenemos que estar dispuestos a dejar atrs nuestros deseos de vivir de la manera que deseamos. Lascostumbres de otros, las normas que otros tienen es nuestro deseo querer ser como ellos? O nosagarramos de nuestras costumbres, nuestras maneras de hacer las cosas, insistiendo que son las nicasbuenas y correctas? Es la actitud del corazn que es lo importante aqu.
Si estamos dispuestos a dejar atrs nuestro estilo de vida, dispuestos a vivir conforme a las normasde otros, entonces no es el trabajado de nuestro Maestro hacerlo posible de la manera en que l lo venecesario y mejor? ANTES de ir a otro pas para servir al Seor, dejemos TODOS nuestros derechosa un estilo de vida que pensamos necesario, y estemos listos CON SATISFACCIN (y esa es laclave) a tomar como nuestro, tanto que sea posible, el estilo de vida de los cuales Dios nos hamandado.
Segundo, el derecho a cuidados de buena salud
Algunos irn a servir a Dios en lugares donde habr muy poca, y tal vez ninguna, ayuda mdica.
Estarn preocupados por sus hijos. Qu si se enferman? Qu si se enferman de tal grado quemueren? Qu si yo me enfermo? Qu si mi esposo (a) se enferma? Quin los cuidar? Es justoponer en este tipo de peligro a mi familia? Puedo vivir con eso?
Cuando nuestra hija mayor y su esposo salieron para Honduras hace unos aos, tuvimos unaconversacin interesante. Estaban hablando de tener un beb en Honduras. Y en el mismo suspiro,estuvimos hablando de unos amigos nuestros que acababan de tener un beb con Sndrome de Downs.
Los padres de esa familia se estaban preguntando por qu, de quin era la culpa? Mi esposo tuvo laoportunidad de hablar con nuestros hijos acerca de este tema. Qu tal si tienen un beb en Hondurasy tiene serios problemas? Es porque estn en Honduras, o es porque es el plan de Dios para ellos?
Podras tener un beb en el mejor hospital del mundo y AUN AS tener experiencias traumticas yan experimentar una muerte. Sera porque estabas en ese hospital? Por supuesto que no!
DIOS EST EN CONTROL DE LA SALUD DE TU FAMILIA, y adems, l est muchsimo mspreocupado por tu familia de lo que ests t. Misioneros y trabajadores cristianos que hanexperimentado la muerte de hijos o cnyuges en pases donde sirven a Dios, han visto en retrospectivaque Dios est obrando y l saba qu era lo que haca! Y aunque t, como Job, no sabes lo que haceDios y tal vez jams lo sabrs, an as podemos confiar en l?
No hay misionero que no tenga una historia de cmo el Seor les protegi y provey milagros. Y nosoy yo una excepcin tengo muchas historias! Solo les contar una. Nuestra hija mayor, Beti nacicon una enfermedad que se llama Hirschprungs. Es donde parte del intestino grande ha muerto y nopuede pasar nada. Una de los sntomas es dificultad en hacer del bao. Beti tuvo esta enfermedadhasta los tres aos de edad. Haba das de desesperacin para esta madre, porque saba que algo estaba
mal, pero no saba qu. bamos a doctor tras doctor, tanto en Guatemala como en los Estados Unidos,y nadie nos poda ayudar. Y hasta un doctor me dijo que era mi imaginacin y que era una madreparanoica.
Por fin, desesperada, llev a mi hija con el Dr. Lara, famoso por sus hbitos alcohlicos, aunque fueun buen doctor. Nunca haba ido con l por razn de su reputacin como alcohlico. Pero tena quehacer algo! Cuando l escuch los sntomas de mi hija, aun antes de examinarla, me dijo que sabaexactamente que fue lo que tena. Dej su oficina llena de pacientes y nos llev a otro piso deledificio. Llegamos con el Dr. Lizzaralde, un doctor que especializaba en la enfermedadHirschprungs. De hecho, viajaba por todo el mundo dando conferencias sobre el tratamiento que lhaba desarrollado, de esta enfermedad! Yo digo que no fue el Dr. Lara quien descubri este doctor fue el SEOR que diriga nuestros pasos! Cuando cumpli 4 aos, Beth haba pasado por la fase 1 dela ciruga, un mes despus pas por la fase 2 y ha estado muy bien desde ese da! Puede Dioscuidarnos dondequiera que estamos? S! No solo puede, sino que lo hace y lo har!
No dejen el temor de la falta de cuidados mdicos para su familia quitarles la oportunidad de ir aservir dondequiera que Dios quiera que le sirvas!
Tercero el derecho a la privacidad
La historia ms grande de este siglo fue cuando alguien que desesperadamente quera guardar suprivacidad muri porque la gente no le dejaba tenerla. La princesa Diana muri en parte comoresultado de haber perdido su privacidad. Ahora, yo puedo casi garantizar que ustedes no tendrn losproblemas que ella tena con la falta de privacidad cuando llegues a ser misionera, pero s puedogarantizar que perders mucho de tu deseada privacidad.
Qu de la familia que visita el pueblito de Usila, Oaxaca, un pueblito en la parte sur de Mxico? Noimporta dnde estn los hijos de esta familia, los nios a su alrededor se acercan a ellos y les ponenuna mirada fija. Nunca en sus vidas haban visto nios blancos, nios con el pelo color de maz! Seasoman a las ventanas a todas horas del da y de la noche para ver qu estn hacienda esos niosgeritos. Esto s o no es falta de privacidad? Estoy hablando de mi familia cuando visitamos a Usilay nos encontramos el centro de inters para todo el pueblo. Qu hacer? Como familia tuvimos unasconversaciones acerca de ser amables a esos nios con la mirada fija. Animamos a nuestros hijos avisitar a los vecinos alrededor de donde nos hospedamos, aprender a hacer las tortillas, disfrutar de lacomida que nos ofrecan, hacerse parte de sus vidas mientras estbamos all. Mi hija Kris aprendi ahacer las tortillas y mi hijo Kenny no tena que aprender a comerlas! Las mujeres vecinas encantadas
con este nio comeln.
Pero que si vives en una situacin as mes tras mes tras mes, o ao tras ao tras ao? Se puede unocansar mucho, no es as? Pienso en la historia de Elisabeth Elliot, que sirvi por varios meses en unachoza en la jungla de Ecuador con su hijita. O hablen con cualquier misionero que ha vivido en unpueblo como los nicos extranjeros, objetos de MUCHA curiosidad. S, uno se puede cansar mucho.
Nosotros solo visitamos lugares como el que les describ, entonces no fue tan difcil para nosotros.
Pero, en un pas Latinoamericano siempre hay menos privacidad de lo que nosotros los
norteamericanos nos acostumbramos, o pensamos que es nuestro derecho de tener. No me molestesdespus de las 5 de la tarde. Estoy comiendo con mi familia. A las 7:30 duermo a mis hijos JAMS dejaremos ese tiempo con ellos. A las 2 de la maana el sbado es mi derecho dormir nollegues a mi casa con tus problemas! Ya he trabajado 10 horas hoy no puedo trabajar ms!
Puedes agregar tu propio derecho aqu, tu derecho de tener la privacidad que deseas y que piensases tu DERECHO.
Tenemos que estar dispuestos de dejar todo esto por amor a Dios, por el deseo de llevar el evangelio alos que lo necesitan, a los que nunca han odo las buenas nuevas.
Cuarto el derecho a una vida normal en mi hogarCon qu sueas? Una casi bonita con tu esposo y dos o cuatro o seis hijos? Tu esposo saliendo altrabajo cada da, llegando a casa a las 5:30, comiendo juntos, teniendo un devocional con los hijos,
viendo un programa de televisin juntos, durmiendo a los hijos, estando solita con tu esposo por unbuen rato, yendo a la cama no muy tarde, comenzando otro da normal?
Tenemos de verdad el derecho a una vida normal en el hogar? No puede que el Seor nos estdiciendo que tenemos que estar dispuestos a dejar ese sueo de un hogar normal para servir a Dios?
Puede que habr noches en las cuales tu esposo no llegue a casa hasta la madrugada porque estaconsejando una familia con serios problemas? Puede que l quiera que ests con l cuando da unestudio bblico y el estudi comienza a las 9 de la noche? Puede que tengas que dejar a tus hijos encasa con Dios guarde! una de tus vecinas o con una amiga? Puede que tengas que salir de tu casagrande y bonita para vivir en una casa misionera donde tienes que compartir la cocina con dos otras
familias, para que puedas dejar todo en un segundo y acompaar a tu esposo en viajes evangelsticos?
Puede que tengas visitas constantemente, tanto para comidas como para hospedaje? Puede que notengas agua caliente en tu casa? Puede que no tengas algunas de las necesidades normales queNECESITAS, necesidades como microonda, televisin, regaderas con agua caliente, hornos,refrigeradoras, alfombras, calles pavimentadas, jardines bonitas, los que recogen la basura, alimentosenlatados, alimentos congelados? Podra seguir con muchas ms cosas necesarias!
Y qu de una escuela para mis hijos? Estoy dispuesta a encontrar maneras creativas de educar a mishijos para poder servir al Seor con mi esposo? Puedo ensearles en casa? Hay escuelas nacionalesque me puedan servir bien? O somos demasiado buenos para esas? O las escuelas nacionales son lasnicas que serviran? O tal vez una escuela para hijos de misioneros? Qu tal las escuelas bilinges?
No son esas las mejores? A veces no hay mucho para escoger, a veces el nico mtodo que nosotrospensamos factible no es el que Dios ha escogido para nosotros. Y a veces cambia por los aos y lasnecesidades de los hijos. Cuando mi esposo y yo fuimos a otro pas para servir a Dios, nosprometimos NUNCA NUNCA mandar nuestros hijos a una escuela lejos de nosotros. Pues, cuidadocon las promesas que hacen! Nuestros hijos no fueron a escuelas de internado por todos sus aos deestudio, pero s las usamos con nuestras hijas mayores por varios aos.
Y cada hijo es diferente y nico una hija nuestra estudi toda su niez en escuelas bilinges; nuestrohijo estudi por tres aos en una escuelita para hijos de misioneros, despus en una escuela bilinge.
Tenamos que cambiar por razn de las circunstancias de nuestra vida. No haba nada normal en lasdecisiones que hicimos, sino que el Seor nos dirigi y el Seor nos dio la gracia y las fuerzas parahacer lo que l quera. Y no olviden a l le importa la vida de tu hogar! l se interesa mucho msen nuestras familias que aun nosotros!
Bueno, hemos hablado de algunos de lo derechos que NO tenemos. Ahora quisiera terminar con unpoema que escribi la Srita. Williamson al final de su libro. Bien se puede aplicar a todos nosotros:
L NO TENA DERECHOS
Ningn derecho a una cama suave, a una mesa bien puesta;
Ningn derecho a un hogar propio, un lugar donde podra buscar su placer;
Ningn derecho para escoger compaeros agradables y simpticos,
los que podran entenderlo y simpatizar con l;
Ningn derecho de retroceder horrorizado del pecado y de la maldad, el derecho de envolver sus ropas
ms cerca de l y de caminar en senderos ms limpios;
Ningn derecho de ser comprendido y apreciado; no, ni por los que les dio doble porcin de su amor;
Ningn derecho a nunca ser desamparado por su Padre, el que amaba ms que a nadie.
Su nico derecho fue de silenciosamente aguantar la vergenza, los escupidos, los golpes;
el derecho de tomar su lugar en la cruz como si fuera pecador;
el derecho de tomar mis pecados en angustia sobre s en la cruz.
l no tena derechos. Y yo?
El derecho a las comodidades de la vida?
No, sino el derecho al amor de Dios como mi almohada.
El derecho de seguridad fsica?
No, sino el derecho de la seguridad de estar en su voluntad.
El derecho al amor y compasin de los que me rodean?
No, sino el derecho a amistad con el que me entiende mejor de lo que yo mismo me entiendo.
El derecho de ser lder ante los hombres?
No, sino el derecho de ser guiado por el que he dado mi todo,
guiado como un nio pequeo, con mi mano en la mano del Padre.
El derecho de un hogar, y una familia querida?
No, no necesariamente; sino el derecho de morar en el corazn de Dios.
El derecho a m mismo?
No, sino que tengo el derecho a Cristo.
Todo lo que l toma de m, se lo dar;
Todo lo que me da, lo tomar.
l, mi nico derecho!
l, el nico derecho ante el cual todos los otros derechos desvanecen hasta la nada.
Tengo todo derecho a l;
O, que l tenga derecho total de m!
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