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“No somos un ministerio grande, pero sí somos un gran ministerio”

Somos instrumentos de Dios por su gracia?

Somos instrumentos de Dios por su gracia?

Autor: Erisbel Castaneda

 

Somos instrumentos de Dios por su gracia?

2 de Pedro 1:3-9

Artculo escrito por: Erisbel Castaeda

Introduccin

A. La enseanza de Jesucristo trajo a la mente de sus seguidores, una nueva perspectiva de vida; el hecho de que Jess haya dicho, Yo no he venido para ser servido, sino para servir y para dar mi vida en rescate por muchos; involucra a sus discpulo en la disposicin de su servicio

B. En otras palabras, los seguidores de Jesucristo desean servir a su maestro.

C. Sin embargo, la tensin surge en el hecho de entender nuestra conciencia cuando decimos; Dios, quieres t usar mi vida? o Cundo estamos preparados o no para servir a Dios?

La verdad bblica nos revela la persona de Jesucristo, comisionando nuestras vidas para que nos ocupemos de sus asuntos; por dems, lo que necesitamos es un entendimiento claro de la justicia de Jesucristo, su pensamiento, su ministerio y la Gran Comisin hecha a sus seguidores

 

I Justificados en Cristo, abunda la gracia v. 1

A. La (vida cristiana) y el (ejercicio de la fe), es obra de Jesucristo v.3

B. Ser parte de Jesucristo, nos relaciona a su naturaleza y carcter v.4

 

II La GRACIA divina, Rev. el carcter de Jesucristo v. 4

A. La vida cristiana se trata de Jesucristo, en lugar de sus seguidores

 

a La bsqueda de significado personal a travs de otras personas, es una de las tantas formas en que rechazamos la gracia de Dios

b Una estrecha relacin con Jesucristo, y un entendimiento orientado a su propsito divino, es quien fundamenta el significado personal del creyente

 

III En el carcter de Cristo, se Rev. los frutos del creyente v. 8

A. El creyente ha sido predestinado en Cristo, para ser ms como l Ro 8:29

B. A travs de la gracia: Somos aceptos, recibimos perdn y podemos servir

C.Dos aspectos fundamentales para el creyente: Arrepentimiento y fe

 

a Ms que realizacin personal, inspirados en bsqueda de aprobacin socio cultural, necesitamos estrecha relacin con Jesucristo

Conclusiones

A. Por la justicia de nuestro Dios y Salvador Jesucristo,[1] es que estamos aqu

B. El verdadero propsito de la vida cristiana es Jesucristo, en lugar del protagonismo de sus seguidores.

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[1]Reina Valera Revisada (1960). Miami : Sociedades Bblicas Unidas, 1998, S. 2 P 1.1

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