S paciente con el cristiano joven
Nos debe quedar bien acertado, que la gracia tiene que tener un principio en el corazn de cada creyente. No tenemos derecho de decir que una persona no tiene gracia porque no ha llegado a su madurez de un da al otro. No esperamos que un nio haga el trabajo de un hombre maduro. Puede que lo haga si vive hasta ser hombre. No debemos esperar que un nio en la fe demuestre la misma fe, amor y conocimiento de un soldado maduro de la cruz. Puede que con el tiempo llegue a ser campen de la verdad, pero al principio tenemos que darle tiempo. Hay gran necesidad de sabidura en el tratamiento del nuevo creyente acerca de doctrina, y, hablando generalmente, con todos discpulos jvenes.
Amor, paciencia y mansedumbre son de suma importancia. No queremos llenar el nuevo demasiado rpido, o se derretir. Tenemos que tomarlo por la mano y guiarlo con ternura. Tenemos que tener cuidado de no asustarlo o apurarlo, ni empujarlo demasiado rpido. Si solo ha entendido los principios bsicos del evangelio, no lo acusemos de ser pecador en otros asuntos. Tenemos que soportar mucha debilidad y flaqueza, y no esperar ver cabezas maduras en hombros infantiles, o experiencia madura en aquellos que apenas son bebs.
J.C. Ryle
Preguntas de reflexin: Cmo estoy tratando a los nuevos creyentes? Estoyensendolescon amor y paciencia la Palabra de Dios? Hay algo de mi actitud hacia los nuevos creyentes que necesito confesar a Dios? Cmo puedo mejorar mi actitud hacia los nuevos creyentes?
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