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“No somos un ministerio grande, pero sí somos un gran ministerio”

Sabes que en una ocasin un pan duro y un par de zapatos gastados salvaron a una nacin?


Sabes que en una ocasin un pan duro y un par de zapatos gastados salvaron a una nacin?

De veras! Aunque haba una pequea trampa.
En el Antiguo Testamento, se cuenta que Dios ayud a Josu a pelear en la batalla de Jeric y vencieron. Luego, muchos otros pueblos y naciones les tuvieron miedo. Pero los gabaonitas decidieron engaar a Josu y hacerle firmar un tratado de paz para no tener que pelear contra l. Cmo lo lograron?


Vistieron a unos de su pueblo con ropas ajadas y sandalias viejas y remendadas, y pusieron un pan duro en sus sacos. Estas personas se presentaron ante Josu y le dijeron que haban recorrido un largo camino desde una tierra lejana porque haban odo hablar de sus famosas conquistas. Dijeron que haban viajado tanto que sus zapatos estaban gastados! Tambin dijeron que el pan que estaba fresco y recin sacado del horno cuando salieron de sus casas ahora estaba mohoso. (Pero en realidad eran de un pueblo vecino y slo haban viajado un corto tramo.)


Como Josu crey que eran de una tierra lejana, por donde su gente no necesitara pasar, acept firmar un tratado de paz con ellos. Ms tarde, cuando supo que haba sido engaado, permaneci fiel a su palabra y no les hizo la guerra.


Qu haces si alguien te tiende una trampa? Te enfureces y quieres pelear con l, aunque hayas dado tu palabra de no hacerlo? Haz de cuenta que eres Josu. Cmo crees que se sinti cuanto vio que lo haban engaado? Probablemente estaba furioso, pero mantuvo su palabra. No est bien engaar a los dems, pero es importante cumplir siempre con lo prometido.


A quin te pareces ms, a los gabaonitas o a Josu? Lee Josu 9, 3-15.

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