Recomendaciones para hacer un relato eficaz.
Una buena historia debe estar llena de accin y ser muy vvida. Debe atraer a los estudiantes y cautivarlos con los recursos instructivos que contiene. Consideremos algunos principios para mejorar nuestros relatos bajo los tres siguientes encabezados:
La preparacin es el aspecto ms importante del proceso.
El maestro que no se ha preparado puede anular la eficacia de cualquier mtodo vlido de enseanza. Esta etapa incluye la selección de una historia apropiada, la adquisicin de un conocimiento elemental de la situacin, conocer a sus alumnos y por supuesto saber la historia. Asimismo, deben fijarse objetivos definidos, de manera que se obtengan los resultados deseados despus de relatarla.
Aunque ciertas hiprboles son aceptables, la historia debe ser exacta y honesta, sin agregarle adornos excesivos que distraigan a los educandos de su mensaje central. En esta etapa tambin debe organizarse el material en forma apropiada. La mayora de los educadores concuerdan en que existen tres partes bsicas en que puede dividirse el relato, la introduccin, el cuerpo y la aplicacin.
Tambin debe prepararse al grupo para esta experiencia. Hacer que se sienta a gusto, con suficiente aire fresco y espacio para sentarse cmodamente y libre de distracciones. De ser posible, evite que el superintendente del departamento entre en el saln a la mitad de su relato para recoger la ofrenda o el registro de asistencia.
La presentacin. Esta se combina con la primera desde el inicio de la exposicin. Usted debe preparar a su audiencia para lo que sigue, capturando su atencin y dndole algo en qu pensar. Debe estar consciente de mantener el contacto, visual, mirando directamente a los ojos a todos los escuchas a medida que desarrolla su historia. Hgales sentir que est relatando la historia a cada uno en forma individual.
Asegrese de que escuchen todas sus palabras, pero evite hacerlo gritando. Algunas veces, conviene intercalar un silencio deliberado para despertar el inters en alguna parte de la historia que tal vez no tenga el mismo efecto si se hace a todo volumen. Puede hacer su presentacin sentado en el suelo, en una silla o de pie. De cualquier manera, tenga en cuenta que no es slo su boca la que est comunicando historia, sino que todo su cuerpo interviene en el relato.
Haga menguar su propia personalidad para que el protagonista principal resalte. Evite distraer y perturbar a sus alumnos con movimientos nerviosos continuos, tales como jugar con los anteojos, balancearse para adelante y para atrs o caminar nerviosamente por los pasillos.
Asimismo, cuide que su vocabulario se adapte al nivel de comprensin de sus discpulos. Utilice palabras que describan experiencias activas sensoriales, tales como deslumbrante, peludo, etc. Exagere su pronunciacin y hable con nimo y entusiasmo. No tema usar el dilogo, hacer pausas planeadas cuidadosamente, o utilizar diferentes inflexiones de la voz o sonidos onomatopyicos.
Oracin. Por supuesto que esta debe permear toda la enseanza cristiana. Pida al Seor que le ayude a elegir la historia adecuada, dominarla y presentarla a su clase con l poder del Espíritu Santo. Est seguro de que el mismo Dios que le ha encomendado la enseanza est interesado en participar personalmente en su propia vida y las de sus escuchas.
A nuestro Dios deben gustarle las historias, porque a menudo aparecen en la Biblia. Su aprobacin de este mtodo se ejemplifica en el ministerio terrenal de su Hijo. Ore pidiendo que las preciosas vidas de los alumnos que escuchen su relato vean en usted a un maestro enviado de Dios.
Este mtodo aumenta la productividad educativa. Nuestra enseanza debe dar resultados en las vidas de los alumnos. Algunas veces stos pueden medirse fcilmente, como cuando se hace un examen de conocimiento bblico o cuando se les pide que repitan la historia aprendida.
Esta evaluacin es legtima. Sin embargo, existen resultados en el comportamiento que no se pueden observar a simple vista. Cmo puede usted saber si un estudiante primario aprendi a amar a sus amigos como resultado de la perfecta exposicin que hizo usted de la parbola del buen Samaritano? Cunto tiempo debe esperar un maestro para ver si el relato acerca de Can y Abel producen en sus alumnos adultos una comprensin correcta de cmo adorar y presentarse delante de Dios?
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