Arturo y Pancho iban camino a la iglesia. Tenan ms ganas de jugar bisbol que de ir a la iglesia, pero haban
ido siempre a la iglesia los domingos desde que eran nios, y crean que era lo correcto. Al fin, en cuanto
terminara el culto saldran a jugar.
A veces les gustaba sentarse en la ltima fila para fijarse en todos los detalles de la gente que entraba, pero hoy
se sentaron en la primera fila. La iglesia empezaba a llenarse. Ellos empezaron a platicar, y sin duda estaban
distrayendo a otros.
No tenan ganas de cantar, y no se pararon cuando los dems se pararon a cantar. Entonces su pastor subi al
plpito. Arturo hizo un comentario gracioso, que le hizo a Pancho rerse. El pastor present a un anciano y dijo
que era uno de sus amigos ms queridos. Le pidi que saludara a la congregacin y que les dijera unas palabras.
El anciano comenz a hablar:
Un padre, su hijo y un amigo de su hijo estaban navegando en un velero cerca de la costa del Pacfico,
cuando se levant repentinamente una tormenta que hizo imposible el regreso a la orilla. El padre era un
marinero de mucha experiencia, pero las olas eran tan altas que no poda mantener la barca derecha, y la
barca zozobr.
Por primera vez los muchachos estaban poniendo atencin a la historia.
Alcanzando un salvavidas, el padre se enfrent a la decisin ms angustiante de toda su vida. A cul de
los dos muchachos iba a arrojar la cuerda? Tena solamente unos segundos para tomar la decisin. El
padre saba que su hijo era cristiano, y saba que el amigo de su hijo no lo era. En medio de las
tremendas olas, senta la agona de su decisin. Gritando, Te amo, hijo, arroj el cable al amigo de su
hijo. Para cuando ya haba trado al amigo a la barca volcada, su hijo se haba desaparecido bajo las
furiosas olas. Nunca hallaron su cuerpo.
Ahora Arturo y Pancho estaban derechos en su silla esperando or el final de la historia.
El padre saba que su hijo entrara a la eternidad con Jess, pero no soportaba la idea que el amigo de su
hijo entrara a la eternidad sin Cristo. Por eso sacrific a su hijo para salvar al amigo de su hijo. Qu
grande es el amor de Dios para que hiciera lo mismo por nosotros. Nuestro Padre celestial sacrific a su
nico Hijo para que nosotros pudiramos ser salvos. Te ruego que aceptes su ofrecimiento de rescatarte.
Agrrate del salvavidas que te est arrojando Dios en este momento.
Con eso el anciano se sent. Despus del sermn, al final del culto, Arturo y Pancho se acercaron al anciano.
Esa era una historia bonita dijo uno de los muchachos cortsmente, pero no creo que realmente sucedi. Un
padre no sacrificara la vida de su nico hijo en esperanzas de que el otro muchacho llegara a ser cristiano.
Pues, lo que dices est bien pensado. No parece que algo as llegara a suceder en la realidad. Pero aqu
les digo que aquella historia me da un atisbo de lo que signific para Dios dar a su nico Hijo para m.
Quiero que sepan que yo fui el padre en esa historia, y tu pastor fue el amigo de mi hijo.
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