Ttulo:Perdiendo a Jess
Tema:A veces estamos tan ocupados que perdemos a Jess. 1er domingo despus de Navidad, Ao C
Objeto:No se necesita ninguno.
Escritura:“Cuando lo vieron sus padres, se quedaron admirados. –Hijo, por qu te has portado as con nosotros? –le dijo su madre–. Mira que tu padre y yo te hemos estado buscando angustiados! Por qu me buscaban? No saban que tengo que estar en la casa de mi Padre?” (Lucas 2:48-49 – NVI)
Una familia estaba haciendo compras navideas de ltima hora en el centro comercial. De pronto, en medio de toda la exitacin y gozo alguien not que el pequeo Mateo, de tres aos, no estaba entre ellos. El terror se apoder inmediatamente de sus padres. Ellos haban odo historias de nios secuestrados en los centros comerciales, los cuales los padres no llegaban a ver ms.
La familia se dividi yendo cada uno de ellos a un rea asignada buscando al nio. Segn terminaban de cotejar el rea asignada regresaban al lugar acordado para reunirse. Nadie, aparentemente, haba podido encontrar al nio. Entonces apareci el abuelo agarrado a la mano del pequeo Mateo.
Cuando le preguntaron al abuelo dnde haba encontrado al nio, contest: “Estaba en el mostrador de los dulces. Debieron haberlo visto, sus ojos estaban ms o menos a la altura de los dulces. Estaba parado con sus pequeas manos detrs de su cuerpo y moviendo su cabeza de un lado a otro revisando todos los dulces deliciosos que all hay”.
Mateo no pareca perdido. Ni siquiera saba que estaba perdido, y definitivamente no tena idea del peligro en el cual haba estado. Despus de todo estaba donde le haban dejado!
Cuando Jess era un nio, sus padres fueron a Jerusaln para la fiesta de la Pascua. Despus de terminar la fiesta, mientras Jos y María iban en el viaje de regreso a su hogar, comenzaron a buscar a Jess, pero no lo encontraron por ningn sitio. Decidieron regresar a Jerusaln a buscarlo.
Sabes dnde encontraron a Jess? En el templo. Crees que Jess estaba preocupado o temeroso? De ninguna manera! Cuando sus padres lo encontraron l les dijo: “Por qu me buscaban? No saban que tengo que estar en la casa de mi Padre?”
A veces t y yo perdemos a Jess. Nos envolvemos tanto en nuestra rutina diaria que no pensamos en l. Entonces, llega el da en que nos levantamos y nos damos cuentas de que l se ha ido de nuestras vidas. Sabes lo que necesitamos hacer cuando eso pasa? Necesitamos regresar al lugar donde lo dejamos. All estar esperando por nosotros!
Querido Jess, cuando hemos perdido tu presencia en nuestra vida diaria, aydamos a recordar que tu ests all todava, esperando que nosotros regresemos a t. Amn.
(La ilustracin al principio de este sermn esta basada en una historia de Joseph M. Stowell, Moody Monthly, Deciembre 1989, p.4) |