Pecado es hacernos el centro alrededor del cual debe girar todo lo dems-C. Sharpe-Estudiemos- Jeremas 13: 15-18; 1 Co. 6:1-20
Conoces la fbula del escorpin y el sapo? Te la relatar
Un escorpin lleg a la orilla de un ro; quera cruzar a la otra orilla, pero no sabia nadar y tampoco haba un puente. As que se acerc a un sapo que estaba por all y le dijo:
–Por favor sapo, llvame en tus lomos hasta la otra orilla.
El sapo lo mir con horror y le contest:
-Qu lo lleve a la otra orilla! Yo no estoy loco, claro que no lo llevar a la otra orilla porque yo s que cuando vayamos por la mitad del ro me picar y me matar.
A lo que el escorpin contest:
–Yo no te voy a picar, si te pico a mitad del ro entonces ambos moriremos, porque yo no s nadar.
El sapo lo pens una vez ms y encontr mucha lgica en lo que el escorpin deca; as que decidi llevar al escorpin a la otra orilla. Pero cuando iban a la mitad del ro el escorpin le meti su ponzoa en el cuello del sapo. Al sentirlo, el sapo mir al escorpin y le pregunt:
–Por qu me mordiste?
Con la mayor tranquilidad el escorpin contest:
– Porque eso es lo que hacen los escorpiones?
Lgico!, verdad?
El escorpin es como el pecado, siempre causa muerte, aunque prometa lo contrario. Muchas veces, dialogamos con el pecado, y ste nos promete, que nada nos har:
–Slo ser una canita al aire, Slo es una mentirita blanca,Es solamente cogerle algo al que tiene demasiado, Trabajo demasiado te mereces llamar a jefe y decirle que ests enfermo, Trabajo demasiado, no es nada que tomes algn tiempo del que me paga la compaa para la que trabajo para navegar por la Internet, Ella es una chismosa, lo s, pero caminar con ella y meterla a mi casa no me har nada; al fin y al cabo, la Biblia dice que debo pensar lo mejor de todos,Voy a comer con este compaero o compaera de trabajo aunque yo soy casada o casado, porque, bendito!, ella o l se est divorciando; tiene tantos problemas y yo lo puedo ayudar y consolar.
Ups!pero muy dentro, t y yo sabemos que no es as, que aunque parece inofensivo, todo pecado tiene su aguijny que es capaz de causarnos la muerte. La consecuencia ms desastrosa del pecado es la eterna separacin de Dios. Por eso, el sabio apstol Pablo nos recomienda:
– Todas las cosas me son licitas, mas no todas convienen; todas las cosas me son lcitas, ms yo no me dejar dominar de ninguna.– 1 Co. 6:12; 10:23.
La bola est en nuestra parte de la cancha, es nuestra decisin montar al escorpin del pecado en nuestro lomo para llevarlo a la otra orilla.
Decidamos no caer en el aguijn del pecado. No lo llevemos a la otra orilla en nuestro lomo.
Por: Griselle M. Trujillo Cardona gtrujillo913@gmail.com
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