“Porque no me avergenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvacin a todo aquel que cree” (Romanos 1:16).
Un pastor, en una reunin especial al aire libre, hablaba a los que lo oan sobre el milagro de Jess, transformando agua en vino, en las Bodas de Can. Un borracho, que haba parado para or el predicador, con burla, pregunt: “Cmo podra Jess transformar agua en vino?” El pastor, con osada, contest: “Como l hizo yo no s, pero, en mi casa, l transform aguardiente en pan, peleas en amor, incredulidad en fe y el andrajo humano que yo era en un predicador del Evangelio.”
Jess hizo grandes maravillas durante el tiempo en el que estuvo entre nosotros. Cur enfermos, libert endemoniados, mostr a los perdidos el camino de la salvacin. Grandes fueron los milagros operados por l entre los que Lo seguan. Pero, el milagro ms importante para cada uno de nosotros ha sido haber entrado en nuestros corazones y transformado nuestras vidas y nuestra casa.
Cuando Jess nos alcanz, nuestra vida cambi. Nuestra tristeza se transform en alegra, nuestras dudas en confianza, nuestra murmuracin en cnticos de alabanza, nuestra soledad en compaa y proteccin eternas. Nada ms fue el mismo en nuestros das y nuestra casa se alumbr por entero.
Jess transform agua en vino en la Galilia, transform muerte en vida en el sepulcro de Lzaro, transform angustia en felicidad en la vida y en la casa del carcelero de Filipos. l transform y contina transformando las circunstancias. Su vida y su casa pueden ser los nuevos a experimentar tan grandiosa bendicin.
Desea la transformacin del Seor?
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