“Abre mis ojos, y mirar Las maravillas de tu ley” (Salmos 119:18).
“Mulas eran usadas en las minas de Pensilvania, normalmente permanecan dentro de las minas durante toda la semana, da y noche. Al final de la semana, eran tradas fuera de la mina, para estar en contacto con la luz. Sin luz, podran se quedar ciegas. ”
Esta verdad se aplica perfectamente a nosotros. Sin la luz de la adoracin al Seor, perdemos la visin espiritual y caminamos sin rumbo, sin saber a dnde vamos, sin conocer el Camino. A la luz de la comunin con Dios y de las enseanzas de la Biblia, nuestros ojos ven la voluntad del Seor y caminamos con seguridad y tranquilidad.
Quien no busca al Seor no puede ver la felicidad. Quien no habla con Dios, no oye sus respuestas. Quien no se coloca en la presencia de Cristo no tiene el regocijo de sentir el toque de Su amor.
Que nuestros ojos estn siempre abiertos, viendo las maravillosas bendiciones que l tiene para darnos.
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