Para reflexionar… Los Regalos Estn Todos Guardados

“Pedid, y se os dar; buscad, y hallaris; llamad, y se os abrir. Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrir” (Mateo 7:7, 8).

Clarice, una joven que sola murmurar por su falta de suerte, hablaba a una hermana de oracin de la iglesia: “Tuve un sueo muy extrao en la noche pasada. Haba muerto y, al llegar al Cielo, vi muchos regalos con mi nombre. Pregunt a un ngel el motivo de no haber recibido aqullos regalos y l me dijo que estaban guardados a m y yo no les haba pedido. No entend nada. Yo siempre ped aquellos presentes aqu en la tierra”. La hermana sonri y, abrazando la joven, dijo: “Vive pidiendo s, pero no a Dios. Tu vives buscando personas que cree poder le ayudar. Deba pedir a Dios y l tocara en los corazones de las personas ciertas, para que le ayudasen en sus necesidades.”

Hasta que punto hemos confiado en el Seor? Hemos buscado Su faz, colocado en Su altar todo de qu necesitamos? Y hemos tenido paciencia para que l conteste en el tiempo cierto? O hemos intentado “ayudar” a Dios, buscando, nosotros mismos, las personas que creemos sean capaces de ofrecernos los regalos qu buscamos? Confiar en el Seor es entregar todo a l y esperar.

Confiar en el Seor es creer que nos atender y ya agradecer anticipadamente. Confiar en el Seor es testificar de que todo va bien y que las bendiciones son tremendas, mismo antes de verlas alcanzadas.

Sus regalos estn guardados. No te olvides de pedirlos al Seor. l se alegrar en mandar y tu te alegrars an ms al recibir.