“Mas la palabra del Seor permanece para siempre” (1 Pedro 1:25).
La profesora de nios de la iglesia dice a Laura, una nia de seis aos, muy extrovertida, que acabara de llegar a su clase de Escuela Bblica: “La Biblia es un gran tesoro”. La nia, sonriendo, dijo: “A de mi abuela es un tesoro, si. Es dentro de ella que guarda todo su dinero!”
Muchos guardan de todo dentro de la Biblia — dinero, documentos, recetas de pasteles, fechas de cumpleaos de la familia, etc. Dicen que colocando all no se perdern. Pero, muchos de aquellos “tesoros” acaban se perdiendo porque esas mismas personas olvidan de abrir la Palabra de Dios.
Los verdaderos tesoros de las Escrituras no son lo que colocamos entre sus pginas y s que en ellas est escrito. Son las palabras del Seor, Sus enseanzas, Sus bendiciones, Sus promesas, la alegra que nos ofrecen cada vez que buscamos la direccin de Dios.
A veces la Biblia se pone tan distante de nuestra vida espiritual que las nicas cosas que guarda son polvo y polillas. Un tesoro escondido y no aprovechado. Un tesoro de riquezas y una vida de profunda pobreza.
La Biblia no es un lugar para guardarse cosas. Es una fuente de dnde debemos apenas retirar: paz, esperanza, fe, amor, felicidad. Esta fuente jams si seca. Cuanto ms retiramos, ms ella tiene a ofrecernos. Qu bendicin! Glorias al Seor!
Cmo usted usa su Biblia?
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