Para Reflexionar… Lbrame Del Hombre Del Helado

“Velad y orad, para que no entris en tentacin; el espritu a la verdad est dispuesto, pero la carne es dbil” (Mateo 26:41).

Luizito estaba ahorrando sus monedas para comprar una pelota de baloncesto. Una noche, su madre lo oy decir en oracin: “Seor, aydame a ahorrar para que pueda comprar mi bola de baloncesto, y por favor no permita que el hombre del helado pase aqu en nuestra calle.”

Lo que aquel nio estaba haciendo era pedir a Dios para lo librar de las tentaciones. l tema no poder resistir y perder su bendicin. Debemos imitar al pequeo Luizito. Por ms fuertes que seamos, en la vida espiritual, estamos sujetos a perder nuestra comunin con Dios si no vigilamos en oracin.

Pedimos muchas cosas al Seor Jess. Pero para que nuestras peticiones puedan ser atendidas, pidamos tambin que l nos libre de los engaos y tentaciones del mundo. Conocemos nuestras debilidades y lo mejor es evitar estar delante de ellas. Cuando Dios nos protege de las trampas del diablo, las posibilidades de pecar son mucho menores. Y, lejos de los males de este mundo, tenemos mucho ms condiciones de servir al Seor, alabar su nombre y glorificarlo en todas nuestras actitudes.

Mirando slo a Dios, seremos una gran bendicin en Sus manos.