“Por tanto, id, y haced discpulos a todas las naciones(Mateo 28:19).
“Un mensaje estaba escrito en la puerta de la iglesia:” Hoy no habr culto de curacin porque el pastor est enfermo. ”
Sabemos que se trata de una ancdota, pero, estoy pensando en la verdad que el mensaje puede contener. Pueden todos testificar que lo que hablamos es verdad en nuestras vidas? Convencimos a todos con lo que hacemos? O no conseguimos engaar a nadie?
De la misma manera que el pastor de nuestra ilustracin, que diriga una reunin de curacin, estaba enfermo, muchas veces predicamos el amor y guardamos odio en el corazn. Predicamos la fe y nuestra incredulidad es visible a todos. Predicamos la alegra en Cristo y nuestros ojos demuestran toda nuestra tristeza. Predicamos que Jess salva y estamos ms perdidos que todos.
Decimos que somos siervos del Seor y obedecemos el mandamiento de ir y hacer discpulos. Pero, qu nuestros oyentes tienen que aprender de nuestras actitudes? Qu ejemplos hemos dejado para nuestra familia y amigos? Hasta dnde nuestra conversin es verdadera?
Jess est en su corazn? Todos pueden percibir eso?
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