“Por tanto, prubese cada uno a s mismo” (1 Corintios 11:28)
“No podemos examinar el corazn de los dems. Podemos, s, examinar los nuestros.”
No sirve de nada arreglar las actitudes de nuestros amigos, parientes, hermanos o cualquier otra persona. Lo que debemos hacer es poner nuestra vida en el altar de Dios y andar conforme a Su voluntad. Con nuestras vidas dirigidas por el Seor, tenemos gran probabilidad de influenciar a las personas que, imitando, tendrn sus vidas transformadas y reparadas.
Cuando obedezcamos los mandamientos de Dios, bendecimos vidas y, de manera especial, somos bendecidos por l. Slo as, seremos capaces, como cristianos, de iluminar el mundo con el Evangelio de salvacin de Cristo.
Has buscado seguir la Palabra del Seor para que todos, a tu alrededor, reciban la misma bendicin que recibiste?
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