“No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudar, siempre te sustentar con la diestra de mi justicia” (Isaas 41:10).
Un hombre, despus de un da de mucha angustia – haba perdido el empleo por la maana y un ser querido por la tarde, sinti dificultades para dormir. por la noche. Mirando al techo de su cuarto, dijo: “Seor, t ests ah, no es? Fue un da de prdidas, pero no puedo y no quiero perder Tu compaa y tu amor”. Luego vino la respuesta, llevndolo al libro de Isaas: “No temas… No desmayes… Yo estoy contigo.”
Enfrentamos varios tipos de luchas. Cada uno tiene la suya, diferente, pero, igualmente aflictiva. Nos sentimos dbiles, impotentes, desalentados, completamente solos. No estamos solos! Tenemos la compaa y el amor del Seor siempre a nuestro lado.
“He pasado por das difciles, angustiantes, desalentadores”. Quin puede decir que eso no es verdad en su vida? No puedo y creo que usted tampoco. Y qu nos mantiene de pie? El brazo amigo de nuestro Seor Jesucristo. Sufrimos, pero omos la voz del Seor en todo instante: “Tiene buen nimo”.
Qu est faltando para ti? El nimo o la presencia de Jess en el corazn? Slo basta tener Jess y el nimo volver. Estoy seguro de eso y tu puedes tener la misma certeza.
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