“Todo lo puedo en Cristo que me fortalece” (Filipenses4:13).
Maria se lamentaba delante del pastor: “Veo mucha gente quetiene condiciones financieras para apoyar la obra de Diossin nada hacer. Tengo tanta voluntad de ayudar, pero, estoydesempleada y no tengo dinero alguno para ofertar”. Elpastor, con mucha ternura, le dijo: “La hermana, con todo suamor, puede ayudar a muchos. Puede ofertar consuelo a losque estn desalentados. Donar palabras de cario y un pocode su sonrisa de felicidad. Puede distribuir sobres dealegra y optimismo a los que estn pesimistas e infelices.Imprimir y distribuir a todos los desesperanzados, untestimonio de su fe y obediencia al Seor”. Maria dej lapresencia del pastor con un nimo que jams experimentarantes.
Que estamos haciendo para ayudar y proporcionar mejoresdas a los que estn en la frente de batalla, luchando paraque los perdidos sean hallados, que los incrdulos pasen acreer, que la mentira sea derrotada por la verdad, para queel mundo sea un poco mejor para todos?
Podemos ayudar financieramente? Y por qu no lo hacemos?Hasta cundo estaremos indiferentes a la obra de Dios?Hasta cuando pensaremos solo en nosotros mismos? Nopodemos ayudar? Por qu no alumbrar el mundo sin dinero,apenas con nuestra vida espiritual? Por qu no testificarsin dinero, apenas con nuestras actitudes diarias? Por quno visitar y ofrecer los hombros o las manos, sin dinero,buscando los que estn al alcance de nuestras piernas?Podemos presentar varias justificativas, pero el Seor noaceptar ninguna de ellas.
Un da yo pens que nada ms podra hacer, por tener perdidola visin y tambin la esposa. “Y ahora?” yo llorabadelante de mi Dios. Pero l me prob que yo poda hacermucha cosa, s. Y estoy aqu, 28 aos despus, glorificandoal Seor y diciendo al mundo que Jesucristo es el Seor yque todos nosotros tenemos gran valor para l y Su reino.
Por qu usted no ayuda de alguna manera? Est pensando enalguna justificacin?
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