Para Reflexionar… Cul Es El Precio De Algunos Mangos?

“El Seor mira desde los cielos y est viendo a todos los hijos de los hombres, del lugar de su habitacin contempla a todos los moradores de la tierra” (Salmos 33:13, 14).

Pasando por la carretera, acompaado de su esposa, Pedro iba cantando alegremente. En cierto lugar, la esposa de Pedro avist un pequeo sitio lleno de mangueras, cargadas de frutos. “Toma algunas para m, Pedro”, dijo ella, parando junto a la cerca. “No puedo hacer eso”, dijo el marido. “Sera un robo”, agreg. “No digas tonteras”. No hay nadie cerca. “Ya he mirado a todos lados y no he visto a una sola persona”, dijo ella, rehusndose a proseguir en el camino. “Hay alguien que mira, s. Usted se olvid de un lado, el de arriba. Dios a todo lo ve “, coment Pedro, siguiendo adelante.

Qu lado nos esconder de la mirada del Seor? Cmo podemos ocultarle nuestros errores y pecados? Qu importancia ha dado a lo que Dios espera de nosotros, sus hijos? Cmo podemos anhelar Sus bendiciones si nuestras actitudes Lo avergenzan?

Cuando ponemos nuestras vidas ante el altar de Dios y obedecemos Su Palabra, caminamos tranquilos, alabndolo en los buenos momentos y en las adversidades, estamos seguros de que l nos cuida y sabemos que todo nos dar, sean mangos, sea el sustento para nuestras necesidades, sea la invitacin al cielo y a la vida eterna.

Si pensamos que Dios no est atento a lo que hacemos, nos equivocamos y damos lugar al pecado. Y, a pesar de que Dios est siempre a nuestro lado, nuestras actitudes nos alejan cada vez ms de Su presencia. La esposa de Pedro quera algunas mangas, pero l quera mucho ms que eso … quera las manos benditas de su Seor y Salvador.

Y t, ha cuidado de engrandecer siempre el nombre del Seor?