“Qu hombre de vosotros, teniendo cien ovejas, si pierde una de ellas, no deja las noventa y nueve en el desierto, y va tras la que se perdi, hasta encontrarla? Y cuando la encuentra, la pone sobre sus hombros gozoso; y al llegar a casa, rene a sus amigos y vecinos, dicindoles: Gozaos conmigo, porque he encontrado mi oveja que se haba perdido” (Lucas 15:4-6).
El viejo padre se dirigi al oficial en el lugar donde si trabara una sangrienta batalla. se llamaba Joo Hartman. Tena un hijo y el joven no volviera de la batalla. El oficial dijo al viejo que, posiblemente, su hijo estaba muerto. El padre no se satisfizo. no concordaba con la explicacin del oficial. Empez a buscar el hijo querido. Anoitecia, y l continuaba buscando. No enxergava ms sino los bultos, pero persista en la busca. lo llamaba por el nombre, que tambin era su propio: “Juan Hartman… Juan Hartman…, tu padre te busca…” Continu gritando, y perdi la nocin del tiempo. “Juan Hartman, mi hijo… tu padre te busca…” Oy una voz flaca contestar al apelo. “Aqu estoy, padre”. “Gracias a Dios”, dijo el viejo. Juntando su reserva de fuerzas, carg aquel hijo querido en los brazos, llevndolo para ser socorrido.
Muchas veces nos sentimos abatidos, desalentados, sin esperanza y fe. Parece que nuestra esperanza muri. Parece que nuestra fe tambin est muerta. Parece que nuestra vida no tiene ms importancia alguna.
Estamos muy engaados! Nuestro Padre contina buscando por nosotros. l no desiste jams de salvarnos. De da y por la noche Desea encontrarnos, cargarnos en los brazos, mostrar que ni todo est perdido. Los otros pueden no si interesar por nosotros; pueden ni querer saber donde estamos o qu estamos haciendo, pero el Padre… l siempre quiere! Su fe no est muerta, ni su esperanza, ni sus sueos, ni su alegra. Cuando tu digas al Padre, “estoy aqu… slvame”, l se alegrar y le dar Su cario y Sus atenciones.
Su Padre est llamando. Responda al llamado ahora mismo.
Discover more from Ministerio Infantil Arcoíris
Subscribe to get the latest posts sent to your email.