Ttulo: Migajas de la mesa
Tema: Cuando nos sentamos a los pies del Maestro, somos alimentados.(Propio 15(20) Ao A
Objeto: Diferentes clases de comidas de perros.
Escritura:“La mujer se acerc y, arrodillndose delante de l, le suplic: Seor, aydame! l le respondi: No est bien quitarles el pan a los hijos y echrselo a los perros. S, Seor; pero hasta los perros comen las migajas que caen de la mesa de sus amos” (Mateo 15:25-27 NVI).
Tienes un perro? Qu le has dado de comer? Alimento enlatado? Comida seca? Le has dado alguna vez de la comida que tienen en la mesa? La mayora de los veterinarios opinan que uno no debe darle comida de la que comemos. Por qu? Ellos dicen que la alimentos que comemos no estn hechos para los perros y pueden no proveer los nutrientes que los perros necesitan. Puede ser que sea cierto, pero trata de convencer a tu perro de eso cuendo se sienta al lado de la mesa observando como te comes un buen pedazo de carne. Tal vez la comida no sea hecha para l, pero eso no deja de evitar el que se siente al lado de la mesa, pidindote migajas de tu comida y esperando que algo caiga al piso para l tomarlo. Mantn esto en tu mente mientras escucha nuestra lección de hoy.
Cuando Jess vino a la tierra, vino a predicar y a ensear primero a lo judos. Eso no quera decir que no amara a las dems personas del mundo, pero la prioridad de su ministerio era que el pueblo escogido por Dios viniera al arrepentimiento.
Cuando otras personas vieron a Jess sanando a los enfermos y los cojos, lo seguan doquiera iba. Un da hubo una mujer de Canan que vino a Jess y le pidi que sanara a su hija. Jess le explic a la mujer que su prioridad era ministrar al pueblo de Israel.
La mujer rehus darse por vencida. Se acerc a l, se arrodill y suplic: “Seor, aydame!”
Jess respondi: “No est bien quitarles el pan a los hijos y echrselo a los perros.” La mujer contest: “S, Seor; pero hasta los perros comen las migajas que caen de la mesa de sus amos.”
Jess se conmovi tanto con la fe demostrada por la mujer que le dijo que, por su fe, su hija sera sanada.
A pesar de que Jess vino primeramente por los judos, nos ama tanto que comparte ese amor con nosotros. Creo que soy algo parecido a Mac, pues a pesar de que la comida no fuera preparada especialmente para m, no me privara eso de comer de ella. Gozosamente me sentara a los pies del Maestro y agradecidamente recibira cualquier migaja que cayera de la mesa.
Querido Padre, gracias por amarnos tanto que compartes tu Hijo con todo el mundo, para que a travs de l podamos ser salvos. En el nombre de Jess oramos. Amn. |