MI MANERA DE HONRAR, EL ENORME REGALO QUE DIOS ME PRESTE LOS OIDOS DE LA GENTE..

MI MANERA DE HONRAR, EL ENORME REGALO QUE DIOS ME PRESTE LOS OIDOS DE LA GENTE.
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• Me han preguntado muchas veces, mi mtodo para preparar los mensajes; aqu va:
• Cada lunes, comienzo a buscar lo que yo llamo un disparador; un pensamiento, un axioma, una suerte de revelacin o simplemente un tema que me inquieta.
• Voy anotando esas ideas sueltas a la vieja escuela: escritas a manos en un pequeo borrador, al que llamo bala de plata. Puede que sea apenas una palabra, o una frase, pero que podra ser el punto de partida de la prxima conferencia. Es lo que tambin llamo el anclaje de lo que intentar transmitir.
• Cada martes por la noche, y una vez que tengo la idea de lo que quiero desarrollar durante el prximo domingo, me pongo a buscar un ttulo acorde al tema.
• Debe tratarse de un ttulo, que, de alguna manera, exprese la idea general, pero al igual que una pelcula o una novela, no muestre los hilos de la trama; que l guion quede encriptado en dos o tres palabras. Y que, adems, genere una idea aproximada de lo que se trata, pero que, en la medida de lo posible, no deje al descubierto la lnea del relato. A veces, es necesario algn subttulo, y otras veces, no hace falta.
• Cuando apenas un ttulo, logra que se manifiesten los religiosos o comiencen las diferentes especulaciones, siento que estoy logrando el objetivo: despertar el inters colectivo, mover los algoritmos de las redes y traccionar pblico para el mensaje del prximo domingo.
• Luego, ese mismo martes, muy tarde en la noche, le envo a mi equipo de multimedia y diseo (trabajan conmigo desde hace ms de 20 aos y conocen a la perfeccin mi manual de estilo) algunas muestras de las ilustraciones que prefiero para graficarlo; ellos lo trabajan durante las prximas horas, y a ms tardar el mircoles temprano, me llegan los diseos listos, con la esttica del mensaje.
• Y luego, durante toda la semana hasta el viernes (tengo que hacerme del tiempo en medio de las grabaciones de radio, televisin, giras, y mis responsabilidades al frente de River Arena) busco incesantemente algunas gemas acerca del tema elegido, joyas semi escondidas de distintos autores, investigo, excavo, y coloco esas ideas, en un archivo de mi computadora al que llamo: Excavacin, puesto que eso lo ms cerca que estar de ser un arquelogo!
• Tambin, suelo tener otro archivo abierto, titulado: A fuego lento, en el cual voy sumando todas las ideas, historias y otros temas que me parecen interesantes para el futuro, y que rostizo sin ningn apuro; dado que son ideas que usar en domingos prximos. Es una suerte de temas de parrilla, como se le dice en la jerga del periodismo.
• Finalmente, los sbados, mantengo la misma rutina ininterrumpida, desde hace 16 aos.
  Luego del almorzar, promediando las 12:00 del medioda, me siento en mi oficina a escribir el mensaje COMPLETO, cada lnea, cada prrafo, cada mencin bblica, articulado palabra por palabra, para no tener que improvisar durante el da del mensaje.
• No me gusta hacer de la falta de excelencia, una virtud.
• Quienes sostienen que Dios le da el mensaje al momento de predicar o unos minutos antes de pasar a hablar, es porque no han buscado la gua de Dios con antelacin; en mi caso, el sbado es el da en el que puedo or la voz de Dios, fluir, corregir, editar, y re escribir, las veces que sea.
• Este trabajo me implica, no menos de unas diez horas continuas; generalmente para las 10:00 de la noche, tengo completamente escrito, palabra por palabra, todo el mensaje que predicar al da siguiente.
• Por lo general, trato que comience con alguna historia o punto de anclaje, que me permita captar la atencin del pblico en los primeros tres minutos, luego articulo y desarrollo la trama general, y busco culminar en el mismo punto en el cual inici; para que no quede la sensacin, que se trata de un montn de ideas inconexas.
• Si todo fluye y va bien, se supone que debo tener la idea final y casi editada, promediando las 7 u 8 de la noche, para luego leerlo por completo, no menos de unas 50 veces, primero con la mente y luego en voz alta, hasta tener todo el mensaje, absolutamente memorizado.
• Me voy a descansar poco antes de la medianoche, y el domingo me levanto a las 6:30 am, para alistarme e ir hasta el Arena.
• Predico ese mensaje durante el primer servicio de las 9:00 am y el mismo, durante el segundo servicio de las 12:30, y uno de ellos, se transmite en directo, a todo el mundo.
• Al da siguiente, el lunes, repito toda la rutina otra vez.
• Como supo decir mi amigo Yokoi Kenji: Tarde o temprano, la disciplina vence a la inteligencia. Nada bueno se logra, sin entrenamiento, trabajo constante y diez mil horas de vuelo.

Cul es tu rutina para prepara tu lección con excelencia?