Ttulo: Parbola de los labradores malvados
Tema: La parbola de los labradores malvados(Propio 22 (27) Ao A)
Objeto: Libros de historias conocidas
Escritura: Mateo 21:38-39 (NVI) Por ltimo, les mand a su propio hijo, pensando: “A mi hijo s lo respetarn!” 38 Pero cuando los labradores vieron al hijo, se dijeron unos a otros: “ste es el heredero. Matmoslo, para quedarnos con su herencia.” 39 As que le echaron mano, lo arrojaron fuera del viedo y lo mataron.
Les gusta escuchar historias? Cuando era nio, me encantaba cuando mis padres o mis maestros me lean historias. Algunas de las mejores historias que recuerdo an ahora son “Los tres cochinitos,” “Risitos de oro y los tres osos,” “El patito feo” y “Caperucita Roja.” S, s que estas historia son bastante viejas y t probablemente tenga una lista de cuentos preferidos. Cules son tus cuentos favoritos?
Sabes que a Jess le gustaba contar historias? Las historias que Jess contaba se llamaban parbolas y las usaba para ensearle a sus seguidores acerca del bien y el mal, lo que era correcto e incorrecto. La manera en que lo haca era comparando una conducta buena con una mala o usando ejemplos de la vida que necesitamos aprender. Por ejemplo, probablemente hayas odo la historia, contada por Jess, del Buen Samaritano. Es la historia de cmo ser bondadosos con otras personas. Otra historia que Jess cont fue la historia del Hijo Prdigo. Es la historia acerca de un padre que ama a su hijo an cuando se comporta mal. La Biblia est llena de parbolas que Jess cont y podemos aprender mucho al simplemente escucharlas.
Nuestra lección bblica de hoy es una de las parbolas de Jess. Es la historia de un hombre que tena una finca. Sembr uvas en la tierra y luego la arrend (alquil) a otros agricultores para que trabajaran la via y la cuidaran para l. Parte del acuerdo que tena con los arrendados o labradores era que ellos le daran una parte de los frutos.
Cuando lleg el tiempo de cosechar las uvas, el dueo de la via envi a sus siervos a recoger la parte de la cosecha que le perteneca. Los labradores que haban arrendado la tierra golpearon a los siervos y mataron a algunos. Ellos, los labradores, rehusaron darle al dueo lo que le perteneca.
Por segunda vez el dueo envi sirvientes, ms que la primera vez, pero nuevamente fueron tratados de igual manera.
Finalmente, envi a su hijo, pensando:”A mi hijo s lo respetarn!”
Pero cuando los labradores vieron al hijo, comentaron: “ste es el hijo del dueo. Matmoslo, para quedarnos con su herencia.”
Jess le pregunt a los que estaban escuchando la historia: “Qu creen que le har el dueo de la via a esos hombres?”
“Destruir a los malvado y alquilar su tierra a otras personas que cumplirn el acuerdo de darle su parte de la cosecha” dijeron los hombres.
En esta historia contada por Jess, el dueo de la via representa a Dios. Dios envi primeramente a hombres como No, Moiss, David, el profeta Isaas, y a otros para que les contaran a otros el amor que les tena y llamarlos a que se arrepintieran de las cosas malas que hacan, pero muchos no escucharon. Finalmente, l envi a su propio Hijo, Jess. Sabes lo que le hicieron a l, no? Eso es correcto. Lo crucificaron. Dios les dio una oportunidad. Es ms, le dio una segunda oportunidad y an una tercera. La ltima oportunidad fue cuando rechazaron a Su Hijo. l es nuestra ltima oportunidad tambin, nuestra nica oportunidad de tener vida eterna en el cielo con l.
Amado Padre, te damos gracias por enviarnos a Jess, tu nico Hijo. Aydanos a recordar que l es nuestra nica oportunidad para recibir la vida eterna. En el nombre de Jess oramos. Amn. |