Ttulo: Hierbas malas en el jardn
Tema: Parbola de la hierba mala – Propio 11 (16)
Objeto: Una azada y herbicida
Escritura: “As como se recoge la mala hierba y se quema en el fuego, ocurrir tambin al fin del mundo. El Hijo del hombre enviar a sus ngeles, y arrancarn de su reino a todos los que pecan y hacen pecar.” Mateo 13:40 – NVI.
Tengo hierbas malas en mi jardn. Me asegur de sembrar en buena tierra y, an as, crecieron hierbas malas. Como probablemente sepas, uno de los grandes enemigos de un buen jardn son las malas hierbas. Ellas roban los nutrientes de la tierra que ayudaran a las plantas a crecer…muchas veces hasta ahogan a las plantas buenas. Qu puedes hacer? Bueno…puedes tomar una azada y talar o cortar las hierbas malas, pero si haces eso, probablemente cortaras algunas de las plantas buenas sin querer.
Otra forma de eliminar las hierbas malas es comprando un herbicida. Esa cosa s mata las hierbas malas! El problema mayor de los herbicidas es que no reconoce la diferencia entre una hierba y una mata de tomate, sino que mata toda planta que toca. A veces es mejor dejar las hierbas quietas hasta que sea tiempo de recoger la cosecha (los frutos). Entonces se podr separar la hierba mala de las plantas buenas.
Un da Jess cont una historia que comparaba su iglesia con un campo que tena hierbas malas. A veces hay personas en la iglesia que verdaderamente no son parte de ella. Se comportan no muy amorosamente que digamos y no parecen creer en lo que la Biblia ensea. Ellos dicen, en ocasiones, cosas odiosas de otros miembros de la iglesia y tratan de hacerles dao. Son como hierbas malas en un jardn.
Tenemos que ser muy cuidadosos de tratar de remover a esas personas de la iglesias. En esta historia, Jess dijo que no debamos preocuparnos por sacar las malas hierbas que crecen a nuestro alrededor. Al hacerlo podemos hacer ms dao que bien. l sugiere que dejemos a Dios bregar con las malas hierbas y que nos concentremos en hacer lo que l desea que hagamos, que es producir buenos frutos.
Cada vez que veas a alguien en la iglesia que pienses que no deba estar ah, antes de agarrar tu azada o tu herbicida, recuerda el consejo de Jess. Deja que Dios separe las hierbas malas de las plantas buenas. Si tratamos de resolver la situacin probablemente hagamos ms dao que bien.
Querido Padre, aydanos a amarnos unos a otros y dejar el pasar juicio en tus manos. En el nombre de Jess oramos. Amn. |