MENOS DE UN KILMETRO PARA ALCANZAR LA META

MENOS DE UN KILMETRO PARA ALCANZAR LA META por Carlos Rey No poda ver nada ms en la distancia que una densa niebla. Tena el cuerpo entumecido. Haba estado nadando ya casi diecisis horas seguidas. A la edad de treinta y cuatro aos, Florence Chadwick, hija de un agente de polica de San Diego, California, ya haba alcanzado un buen nmero de metas envidiables. Haba aprendido a nadar a los seis aos de edad, y cuando tena slo diez aos fue la primera menor de edad en cruzar a nado el Canal de la Baha de San Diego. A los treinta y dos aos de edad bati el rcord de mujeres establecido por Gertrude Ederle al nadar los treinta y dos kilmetros del Canal de la Mancha desde Francia hasta Inglaterra en trece horas y veinte minutos. Un ao ms tarde lleg a ser la primera mujer que lograra atravesar a nado ese canal en ambas direcciones, esta vez desde la costa britnica hasta la francesa. Ahora a los treinta y cuatro aos de edad, slo ocho meses despus, se haba puesto la meta de ser la primera mujer en nadar desde la isla de Santa Catalina hasta la costa de California al sur de Los ngeles. Esa maana del 4 de julio de 1952 el mar era como un bao helado y la niebla tan densa que Florence difcilmente poda ver las naves de apoyo que la acompaaban. Tambin la rondaban tiburones, espantados slo por disparos de escopeta. Hora tras hora luch contra las glidas aguas entumecedoras mientras millones de norteamericanos miraban el espectculo por televisin. En una de las naves acompaantes su madre y su entrenador no dejaban de animarla. Falta poco para que llegues a la meta; no te des por vencida!, le gritaban. Pero Florence slo poda ver la niebla, y decidi, por primera vez en la vida, abandonar la travesa. Pidi que la sacaran del agua, pues no tena modo de saber que le faltaba menos de un kilmetro para llegar al otro lado. Algunas horas despus, mientras su cuerpo an se descongelaba, Florence le explic a un reportero: Mire, no es por disculparme ni nada, pero si hubiera podido ver la orilla, podra haber llegado. Lo que la derrot no fue la fatiga ni el agua helada sino la niebla, pues sta le impidi ver la meta final. A los dos meses volvi a intentarlo. Esta vez, a pesar de la misma densa niebla, nad con la meta fijada en su mente, y no slo nad los treinta y cuatro kilmetros completos del Canal de Santa Catalina, siendo la primera mujer en lograr esa hazaa, sino que bati todos los rcords anteriores de velocidad al hacerlo en trece horas y cuarenta y siete minutos, ganndole por dos horas al hombre ms veloz hasta ese entonces! As como a Florence Chadwick la animaron su madre y su entrenador, tambin a nosotros nos anima el Apstol Pablo a que sigamos avanzando hacia la meta. Pero la meta nuestra, a diferencia de la de Florence, no consiste en ser los primeros en llegar al otro lado ni en batir el rcord de quienes ya hayan llegado, sino slo en perseverar hasta el fin. Fijemos, pues, la mirada en Jesucristo, el autor y consumador de nuestra fe, para as poder decir algn da, al igual que el sufrido apstol: "He terminado la carrera, me he mantenido en la fe". A pesar de la niebla, que representan las circunstancias difciles de la vida que nos impiden ver que cada da que pasa, la venida de nuestro Seor Jesucristo est mas cercana de lo que creemos.