MANUALIDADES: ideas para disfraces Romanos, versión EL

En casa, los romanos llevaban una túnica, un vestido de lana blanca sin forma, con un cinturón. En público, llevaban una toga, un semi-círculo de tela drapeado alrededor del hombro izquierdo. Curas y magistrados llevaban en su toga una banda de color (normalmente un rojo oscuro) en el borde. La toga normalmente era blanca, pero podía ser negra si estaban de luto, o morada para los generales.

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Confecciona una diadema de laurel con hojas de laurel de verdad o recortadas en cartulina o tela verde. Pégalas a una banda de cinta elástica o a un aro de tela o de alambre.

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Un soldado romano llevaba una túnica, una coraza, un escudo, una espada y un casco.

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Los esclavos llevaban una túnica sencilla y corta, con cinturón.

Para ir como el desequilibrado emperador Calígula, necesitas una toga, una peluca rubia (cuanto más afeminada, ¡mejor!), una gran copa de vino en la mano, mucho maquillaje, un caballo de juguete (Calígula quería a su caballo tanto que consiguió que lo convirtiesen en miembro del Senado Romano)…

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Los visigodos invadieron el Imperio Romano en el siglo V. Utiliza un casco vikingo, una cota de malla (vale un jersey gris) o una túnica monocromática, un hacha, una capa de piel de animal, pelo largo (con coletas si puede ser), barba y bigote…

Para ir como Mercurio, el mensajero de los dioses, necesitas un casco romano, en el cual tienes que pegar unas alitas de cartulina blanca (¡con plumas blancas, si puedes!). También pega alas de cartulina en tus sandalias, y lleva en la mano un monedero.

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Si quieres ir como Baco, el dios del Vino, por supuesto necesitas una copa de vino en la mano, y racimos de uvas de plástico para adornar tu túnica.

Neptuno, el dios del Mar – envuelve una tela de color azul o blanco alrededor de la cintura a modo de falda. También necesitarás un tridente (vale un tridente de diablo con los picos cubiertos con papel de aluminio o pintados con spray plateado) y unos adornos marinos.

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Júpiter fue el rey de los dioses, y dios de la lluvia, los rayos y los truenos. Primero, necesitas el atuendo típico de los dioses romanos: una tela elegante y monocromática, envuelta alrededor de la cintura a modo de falda, con parte de la misma tela por encima de un hombro. Añade una corona y algo que represente a los truenos que Júpiter lanza desde el cielo. Pueden ser rayos negros recortados de cartulina.

Marte, el dios de la Guerra. Complementa el disfraz soldado romano con armas antiguas (espada, lanza, escudo) o modernas (metralletas, pistolas) para darle un toque de “relevancia actual”.

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Para impresionar a las chicas, disfrázate de Cupido. Complementa una túnica blanca con una pequeña capa y un arco con flechas de corazón. Adorna el traje con algunos troquelados pequeños de corazón.

Un profeta o druida – piensa en Panoramix de Astérix y Obélix. Necesitas una túnica larga blanca con una capa, y una barba blanca.

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Los últimos años del Imperio Romano marcaron el comienzo de la época de los monasterios. Puedes ir disfrazado de monje, que solo requiere una túnica sencilla, un cinturón de cuerda, y un libro antiguo.

Un disfraz de estatua tiene poca marcha pero mucha gracia. Necesitas un traje blanco, beige o gris clarito (las estatuas se hacían sobre todo en mármol). Píntate la cara y tíñete el pelo del mismo color. Y cuando te miren en la fiesta, ¡no te muevas! Y cuanta menos ropa, ¡mejor!

Si vas en pareja o con un amigo, ¿por qué no ir como acueducto? Cada uno lleva una columna del acueducto de cartulina pegada a su traje de camiseta y pantalones grises. Cuando coloquéis las manos en los hombros del otro, ¡seréis un acueducto!

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