Los misterios de Dios…
El templo se partió en dos…
gotitas de vivencia…
Cuando era la hora sexta, hubo tinieblas en toda la tierra hasta la hora novena…el sol se oscureció y el velo del templo se razgó por la mitad…y Jesús clmando a gran voz dijo: “Padre en tus manos encomiendo mi espíritu”, y al decir esto expiró…
Los que estaban en este lugar se volvieron dandose golpes de pecho…en Jesús se cumplieron una a una todas las escrituras que anunciaban su venida, que era hijo de Dios…
Antes de llegar el día de preparación, un varón justo y mienmbro del concilio, fue ante Pilato a pedir el cuerpo de Jesús…lo puso en un sepulcro donde no había sido puesto nadie y fué envuelto en una sábana…
Las mujeres que llegaron le pusieron especies aromátias y unguentos…y Jesús estuvo en el sepulcro…
Uno de los mayores misterios de Dios estaba por revelarse…pero en este caso previo a este acto vemos como lo que Jesús había hablado de sí mismo que el destruiría el templo y lo construiría en tres días estaba por cumplirse…
El Sacerdote del templo tenía acceso al lugar Santísimo al cual entraba una vez al año que era el día de la expiación de pecados…este pasaba por rituales antes de hacerlo y ofrecía un sacrificio…nadie podía entrar a este lugar más que solo el y debía estar completamente purificado y limpio…
Así Jesús nos quita a todos el velo que no nos deja ver y entrar a su lugar Santo…por el quien partió el templo en dos el templo de la tierra y construyo el templo nuevo que somos nosotros y cuya cabeza solo es el…
Ahora todos si creemos en el…si vivimos para el, bajo su amor y su ley…la cual no es la ley de la tierra pues el trajo una nueva…tenemos entrada al trono de la gracia y podemos adorarle
Son los misterios de Dios revelados a través de Jesús…uno a uno Jesús les da cumplimiento y nosotros debemos no desperdiciar esa gracia, ese regalo, el regalo precioso de la vida eterna a través de la muerte y triunfo sobre esta de Jesús…quien esta vivo y Reina por siempre y el deseo del Padre es que reine eternamente por los siglos de los siglos y nosotros estemos con el…
…por
…Cristina Hidalgo de Marroquín
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