Llenos De Goce En Cualquier Situacin
“Porque lo has bendecido para siempre; Lo llenaste de
alegra con tu presencia” (Salmos 21:6).
Cuando una seora cristiana, ya bien de edad, sufriendo de
artritis, se pona sentada delante de la ventana de la
frente de su casa, asista el trfico movidode la calley
comentaba: “Yo no s lo que hara si no tuviese todo ese
movimiento para distraerme”. Ms tarde, fue movida para un
cuarto en los fondos de la casa, de dnde no poda ver ms
el trfico intenso de la calle. Frente a esta nueva
situacin, ella dijo: “Me gusta an ms de ese lugar. De
aqu yo puedo asistir los dulces nios del vecino, brincando
en el quintal”. Por fin, ella se movi para un conventillo
en un barrio humilde y apartado del centro de la ciudad.
Para un amigo ella dijo: “Venga y vea la bella visin del
cielo qu tengo de aqu!”
En todas las circunstancias narradas, la vieja seora
mantena el buen-humor, la alegra y el placer en su vida.
Cualel secretode su dicha? por qu no murmuraba? Por
qu no maldeca su suerte? Por qu no viva culpandoel
mundoy las personas de lo que le aconteca? La respuesta es
mucho simples: Ella tena Jesus en el corazn.
Cuando el Seor hace parte de nuestros das, todo es ms
bonito, todo es ms agradable, todo nos satisface. Si
tenemos mucho, alabamos al Seor por Sus ddivas. Si tenemos
poco, glorificamos al Seor por Su misericordia y por cuidar
a nosotros segn y como. La dicha no consiste en las cosas
que Dios nos da y s en Su presencia con nosotros, trayendo
refrigerio y goce a nuestra vida espiritual.
Estamos siempre felices porque creemos que l cuidar a
nosotros y suplir nuestras necesidades. Estamos felices
porque l nos mostrar el ngulo bello de todas las cosas.
Estamos felices porque sabemos que el Seor de los seores
nos ama y est siempre a nuestro lado. Estamos felices
porque no dependemos de brtulos materiales para sonrer y
cantar. Estamos felices porque somos ms que vencedores y
nuestro nombre est registrado en el Libro de Dios.
Depende usted de prosperidad material para ser feliz o es
feliz porque tiene el Seor en su corazn?
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