“No somos un ministerio grande, pero sí somos un gran ministerio”

La pregunta que todo lder debe hacerse

La pregunta que todo lder debe hacerse

Por qu hacemos lo que hacemos? En otras palabras, por qu tomamos la desafiante labor de ser lderes o maestros en un momento tan complejo, en el que la vida cristiana parece ser slo una opcin ms en el extenso men de diversidades que ofrece el mundo actual?

Lo hacemos porque tenemos un compromiso genuino con Dios, por generar una contracultura y por quebrar el sistema de este mundo. Por una necesidad de producir un cambio que conlleve a una transformacin, a una ruptura de estructuras de pensamientos que han mantenido cautivas a muchas generaciones. Porque no desconocemos el plan bsico del enemigo para destruir los propsitos de Dios en la vida de nuestros jvenes. No lo ha cambiado con el correr de los tiempos. Slo han cambiado sus estrategias, las formas y los medios que ha utilizado para la transmisin de filosofas humanas que marcaron con engao y confusin todos los tiempos, trazando una lnea divisoria entre Dios y el hombre, y que nada tienen que ver con el plan diseado por l.

Lo hacemos porque hemos sido creados para este propsito. Miremos a una joven en la Biblia, Ester, recientemente electa por el rey de Persia como su reina en medio de una sociedad que estaba a punto de ser conmocionada y en la que ella tendra una participacin que marcara el rumbo de su pueblo. En escena aparece un pariente, Mardoqueo, quien puso al tanto a Ester sobre un complot para asesinar a todos los judos que vivan en Persia. Y cuando en un primer momento no pensaba hacer absolutamente nada para impedirlo, escuch de su to las palabras que revelaran a Ester su propsito: Dios te coloc en el trono precisamente para un momento como ste. Al igual que Ester, hemos sido escogidos para este tiempo, es nuestro momento en la historia. Servimos a sta generacin porque ese es el propsito de Dios para nuestras vidas. A esto hemos sido llamados!

Lo hacemos porque creemos en esta generacin. Sabemos que los jvenes tienen el potencial de transformar nuestras sociedades cuando sembramos los principios de Dios en sus vidas. Nos encontramos en una cultura pluralista en donde ellos batallan da a da por defender su fe y mantenerse inquebrantables a los principios que han recibido. Esto nos recuerda a Daniel y a sus tres amigos que fueron llevados a Babilonia para servir dentro del palacio del rey Nabucodonosor. De una educacin juda y con enseanzas cimentadas en los preceptos de Dios, pasaron a vivir en una cultura de relativismo. Tuvieron que convivir con una realidad que no conocan en un mundo distinto al suyo, representado por una sociedad amoral regida por ideologas basadas en el hedonismo y donde constantemente tenan que decidir a quin agradar. Mantenerse inalterables en un mundo que ofrece diversos estilos de vida como una opcin vlida, demanda un slido fundamento de los principios de Dios en sus vidas, y estos cuatros jvenes evidentemente lo tenan, ya que enfrentaron airosos situaciones que pusieron en riesgo su compromiso con Dios.

Por esa razn, ensearles el carcter de Dios ms que slo ayudarlos a sobrevivir su juventud es la mayor responsabilidad que tenemos como lderes. Debemos ensear, no una nueva filosofa de vida, sino la Palabra de Dios que con su verdad absoluta e inmutable que trasciende el tiempo y el espacio, determinar sus decisiones. Y al igual que los tres amigos de Daniel, cuando su fe pase por el fuego escogern desafiar al sistema, mantenerse firmes antes que honrar y adorar a otro dios que no sea el suyo (Dn.3:28), aun cuando sus vidas e intereses estn en riesgo.

14 Visitas totales
11 Visitantes únicos

Discover more from Ministerio Infantil Arcoíris

Subscribe to get the latest posts sent to your email.

Discover more from Ministerio Infantil Arcoíris

Subscribe now to keep reading and get access to the full archive.

Continue reading