LA OFRENDA DE DIEGUITOLee Marcos 12:41-44

LA OFRENDA DE DIEGUITO
Lee Marcos 12:41-44

Ven lo que traje para la ofrenda? Dieguito agit en el aire un billete de cinco dlares. La mayora de los dems chicos en la escuela dominical lo mir irritada. Se jactaba mucho de todo lo que daba. Todos ustedes estn celosos, dijo con un tono cantarn. Dianita y su mejor amiga, Julianita, se miraron con tristeza. En privado las dos haban acordado orar por Dieguito, que siempre se jactaba en la escuela dominical.

Cuando fue la hora de recoger la ofrenda, los estudiantes colocaron su dinero en un globo terrqueo que haban cortado para que sirviera de alcanca. La mayora de los estudiantes daba su ofrenda en silencio y se sentaba, pero Dieguito orgullosamente agitaba su billete de cinco dlares como una bandera.
Vine preparado!, dijo en voz alta.

Se rio cuando otro alumno dej caer unas monedas.
Es eso todo lo que les dars a esos pobres chicos con hambre? Su voz fue fuerte. Una o dos tristes monedas de cinco centavos? Yo di cinco dlares.

De quin era el dinero? pregunt Dianita.

Qu? pregunt Dieguito. Mi pap me dio ese dinero. Sonri. l tiene mucho ms.

Bueno, Julianita trabaj en casa de su abuela ayer durante toda la tarde puntualiz Dianita suavemente. A ella le pagaron, pero Julianita haba ayudado a su abuela sin esperar dinero, por lo que decidi darlo todo esta maana para los misioneros.

Y tu pap no te da dinero para la ofrenda? pregunt Dieguito sorprendido.

El mo a veces lo hace dijo Julianita. Generalmente solo traigo parte de mi mesada cada semana.

A veces mi pap tambin me da dinero respondi Dianita amablemente. Pero esta vez mi ofrenda era de mi propio dinero.

Nadie dijo ni una palabra, pero era obvio que la actitud de Julianita hacia ofrendar era la que le agrada al Seor.

Y T?
Ests dispuesto a darle a Dios de tu propio dinero? O compartirs solamente lo que tus padres te dan los domingos en la maana? Qu hay de tu tiempo? Le ests dando al Seor una porcin cada da? l se alegra cuando lo haces.

MEMORIZA:
No le presentar ofrendas quemadas al SEOR mi Dios que no me hayan costado nada.
2 Samuel 24:24

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