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“No somos un ministerio grande, pero sí somos un gran ministerio”

LA CAMISA DESGARRADA

LA CAMISA DESGARRADA

OBJETIVO:
Inculcar en los participantes la costumbre de hacer buenas preguntas.
TAMAO DE GRUPO:
20 participantes.
TIEMPO REQUERIDO:
10 minutos.
MATERIAL:
Una camisa, cortada y desgarrada en lugares que no se vean cuando se tiene puesto el saco o un chaleco.
LUGAR:
Un saln suficientemente amplio que permita a los participantes estar parados y reflexionando.
DESARROLLO:
I. Narre lo siguiente:
Tengo problemas para encontrar camisas de vestir de la medida correcta (14 -1/2 X 36). Por ello, siempre que viajo me gustaentraren los almacenes de ropa para buscar camisas nuevas, casi siempre sin xito. Hace poco, esta enNew Yorky entr a una tienda. El vencedor fue muy amable. Me dijo En qu puedo servirle? (Me agrad desde el principio.) Luego, me hizo una serie de preguntas bien planteadas (por ejemplo, Qu caractersticas exige en una camisa?). Le dije que eran cuatro: talla correcta, cuellos que no se arruguen al meterlos en una maleta, botones que no se rompan al plancharlos y puos que no se deshilachen. Luego me pregunt: si puedo mostrarle esa clase de camisas, las comprara? Asent de inmediato.
Trajo una caja de camisas, todas de 14-1/2 X 36, el tamao exacto y me intrig un poco. Desenvolvi una y la someti a tres pruebas. Primero, retorci el cuello con los puos y lo sacudi: ni una sola arruga. Despus tom un martillo y golpe uno de los botones contra el mostrador; no se agriet.
Luego, tom un trozo de lija y frot con fuerza uno de los puos; no se deshilach. Qued impresionado y compr de inmediato una docena, a pesar de que valan 18 dlares cada una (un total de 216 dlares).
En este momento, traiga una de esas camisas. (Muestre al grupo, de cerca, el cuello, los puos y los botones.) Ese da aprend una lección muy importante: la persona que hace las preguntas correctas en el momento oportuno no slo tendr el control de la conversacin, sino que tambin aprender algo.
Ahora qutese el saco y el chaleco, mientras retorna en forma normal al frene del saln y deje al descubierto una camisa, a la cual, antes haya cortado en tiras y colgajos en el cuerpo y las mangas, mientras que el cuello, puos y botones estn en buenas condiciones.
II. Para finalizar, se les aplicarn las siguientes preguntas para su reflexin:
Habr logrado un ambiente propicio en su auditorio con elempleode una historia real y un final de sorpresa.
Se ha puesto al mismo nivel de suauditoriaal revelarse que, de vez en cuando, le han tomado el pelo.
Puede recalcar a los asistentes que ese problema no habra surgido en un momento dado si hubiera hecho, en aquel momento, algunas preguntas pertinentes.
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