“No somos un ministerio grande, pero sí somos un gran ministerio”

Jesus: El Maestro

Jesus: El Maestro

Entramos en el Nuevo Testamento y, ms particularmente, en los evangelios. El ttulo dado a esta seccin, Jess Divino Maestro, nos permite trazar un verdadero y propio perfil de la figura de Jess comodidskalos.Vamos a hacerlo en dos momentos.

1. El retrato de Jess Maestro
En el Nuevo Testamento se usa el trminodidskalos58 veces, de ellas 48 en los evangelios, prevalentemente aplicado a Jess; y 95 veces el verbodidskein,ensear, dos tercios de ellas en los evangelios, tambin en este caso prevalentemente aplicado a Jess. Por tanto ste es por excelencia el “maestro” de la comunidad cristiana.
Semejante retrato lo esbozamos con tres trazos:
1. Jess es llamadorabb.Dos pasos entre otros, como ejemplo: Mc 9,5 y 10,51. Es unrabbque habla en pblico, como hacan los maestros de Israel: en las sinagogas, en las plazas, en el templo. Jess es un maestro rodeado demazeti(discpulos), tiene su escuela.
Adems, Jess usa las tcnicas de los maestros, dispone de un cierto utillaje pedaggico, didctico. Sin duda tiene algo de original, sobre todo un aspecto curioso digno de subrayarlo enseguida: diversamente de los otrosrabbde Israel, l seelige sus discpulos.Justamente lo contrario de lo que hacan losrabb;stos se comportaban como los predicadores de Hyde Park: empezaban a hablar en las plazas, y quien se dejaba convencer les segua. Jess va en direccin opuesta. Los estudiosos hablan al respecto de una “discontinuidad” del Jess histrico con el mundo-ambiente y la cultura en que se mova. A los discpulos les dice en los discursos de la ltima cena: No me elegisteis vosotros a m, os eleg yo a vosotros (Jn 15,16).
2. Jess es unmaestro acreditado.Marcos (1,22) lo dice con frase incisiva: Les enseaba como quien tiene autoridad, no como los letrados. Es un maestro que se yergue no a fuerza de autoritarismo, sino con la autoridad del acreditado. Otro paso de Marcos (12,14) es muy significativo: Maestro, sabemos que eres sincero y que no te importa de nadie, porque t no miras lo que la gente sea. No, t enseas de verdad el camino de Dios. Retrato estupendo del verdadero maestro, que no dobla las rodillas, no ensea segn conveniencias. Cuntos maestros son falsos en este sentido! T enseas de verdad el camino de Dios: otra vezcaminoyverdadunidos, y concretamentecaminoyvidajuntos.
3. La raz de su enseanza estranscendente.Dos pasos son emblemticos al respecto: No hago nada de por m, sino que propongo exactamente lo que me ha enseado(didskein)el Padre (Jn 8,28), y Al Padre lo conoce slo el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar (Mt 11,27). La enseanza de Jess es la enseanza del misterio del Padre, es una enseanza transcendente.
Hemos visto algunos rasgos esenciales del retrato de Jess Maestro. Resumiendo: Jess es un Maestro histrico, que usa las tcnicas del mundo donde est inserto (las parbolas por ejemplo), pero tiene ya algo de diverso y de original, como la elección de los discpulos; adems es maestro acreditado y libre; por fin, es un maestro transcendente, que ensea una verdad ms all de los confines del saber humano, pues dimana de una revelacin.
2. Las siete cualidades de Cristo Maestro
Por fidelidad a la simblica de los nmeros y al sistema didasclico frecuente en la Biblia, podemos resumir en siete elementos las cualidades de Cristo Maestro en accin. Con estos siete rasgos (naturalmente ejemplificativos) intentamos representar las modalidades con las que Cristo ensea, cmo presenta su mensaje.
1.Cristo es maestro del anuncio fundamental del Reino.Cristo es el anunciador perfecto de la sustancia del mensaje cristiano. Baste recordar el primer pregn de Jess (redaccional, claro est), tal como nos lo presentan los Sinpticos y la primitiva catequesis cristiana. Lo encontramos bien formulado en Marcos (1,15). Los contenidos del anuncio de Jess comprenden cuatro elementos: dos segn la dimensin teolgica y dos segn la dimensin antropolgica.
a.Se ha cumplido el plazo, o sea, segn el verbo griegopleron,el tiempo ha llegado a plenitud. Cristo afirma haber venido para dar sentido a la historia. Como dice el ttulo de un ensayo de Conzelmann sobre la teologa de Lucas, Cristo esdie Mitte der Zeit,el punto del medio, el centro, el quicio del tiempo. Afirmando que se ha cumplido el plazo, Jess quiere decir: “Yo doy sentido, con mi palabra y con mi accin, a toda la andadura secular de las obras salvficas de Dios”. El tiempo, compuesto de tantos elementos dispersos, de tantos actos diseminados, recibe un nudo de oro que lo unifica y da sentido.
b.Est cerca el reinado de Dios. El trmino griegonguiken(del verboengzein)merece nuestra atencin, pues tiene varios significados. Ante todo el verbo est en perfecto y por tanto indica el pasado: quiere decir que el reino di Dios ya est actuado, acaecido, instaurado en Cristo. Pero el perfecto en griego indica una accin del pasado cuyo efecto perdura en el presente. Quiere, pues, decir que el reino de Dios est an en accin hoy. Adems, el verbo, semnticamente, indica algo concerniente al futuro: est cercano, prximo. Se subraya, por tanto, que el reino de Dios abraza todas las dimensiones de la historia de la salvacin. Nosotros estamos en el hoy, pero participamos de un acontecimiento pasado, cuyo efecto acta dinmicamente en el hoy, a la espera de la plenitud, o sea de aquella cercana que est siempre en accin y que se completar slo al final de la historia. El reino de Dios significa el proyecto de salvacin de Dio, que atraviesa toda la historia. Estas son las dos dimensiones de la accin de Dios, que Jess Maestro anuncia: “el tiempo tiene su plenitud en m”, y “es un tiempo irradiado todo l por el reino de Dios”, o sea por la accin el proyecto de gozo, de libertad y de esperanza que Jess ha venido a anunciar. Por consiguiente:
c. Metanoite,convertos, enmendaos. Es la reaccin que el creyente o discpulo debe asumir: cambiar de mentalidad y de vida, tras haber escuchado esta lección.
d. Pistuete t euanguelio,creedsobre el evangelio,como dice el griego, retranscribiendo el hebreo. En la Biblia el verbo del creer, elamen,rige la preposicinbe-,que indica “apoyarse sobre” (literalmente, “basarse en”): fundad vuestra vida sobre el evangelio. En esta primera gran lección de Cristo, Maestro del anuncio, encontramos tambin el contenido de nuestro anuncio: debemos anunciar el reino. Y este anuncio genera conversin y fe; ha de ser acogido en la fe y en la existencia.
2.Jess es un maestro sabio,que usa la parbola, el smbolo, la narracin, la paradoja, la imagen fulgurante. Esto se ve leyendo los evangelios; no hace falta aadir ms. Respecto a nuestras esculidas, grises, modestas predicaciones, que pasan por encima de las cabezas de los fieles, Jess hablaba como dice un estudioso pasando por los pies, las manos, el polvo de la tierra. Consideremos, por ejemplo, Lc 11,11-12: Quin de vosotros que sea padre, si su hijo le pide un huevo, le va a ofrecer un alacrn?. Jess habla desde la realidad: en Palestina hay un escorpin el alacrn blanco y venenoso parecido a un huevo, que anida en los pedregales del deserto. A partir de esta imagen, construye Jess de manera natural su lección sobre el amor del Padre. Si t le pides un huevo, jams te dar l un escorpin que te envenene. Otro ejemplo: Jess va a presentar su propia muerte y su funcin salvfica; los telogos usaran (y con razn) todas las categoras de la soteriologa…, y la gente quedara insatisfecha. Jess, en cambio, parte del grano de trigo (Jn 12,24): Si el grano de trigo, una vez cado en la tierra, no muere, permanece l solo; en cambio, si muere, produce mucho fruto. El morir y el entrar en el sepulcro, comparado al morir de la semilla a la que sigue luego el tallo y la espiga, expresa la fecundidad pascual de la muerte de Cristo, y tambin la del creyente.
Son ejemplares sus parbolas. Cmo ensear el amor mejor que con la parbola del buen samaritano? Jess saca brillo al relato cambiando la acentuacin desde la objetividad del prjimo: Quin es mi prjimo?, a la subjetividad: Quin se hizo prjimo?, marcando as una radical diferencia en la visin moral cristiana. Igualmente la parbola de las diez vrgenes, sobre el tema de la tensin escatolgica. Las parbolas de Jess parten siempre de la historia concreta, de la existencia: hijos en crisis, porteros nocturnos, relaciones sindicales (parbola de los trabajadores de la via), jueces corrompidos, previsiones meteorolgicas, el ama de casa, los pescadores, los campesinos, la polilla, los pjaros, los lirios, etc. Este modo de hablar introduce la Palabra de Dios en lo cotidiano, fecundndolo.
Un refrn rabnico dice: Es mucho mejor una pizca de guindilla que un cesto de melones. La enseanza prolija como el cesto de melones, el hablar en tono gris, incoloro, inspido no aguanta el cotejo con la pizca de guindilla, que logra dar sabor a un montn de comida. Jess us tambin la imagen de la levadura y de la sal, ensendonos as una comunicacin sabrosa, vivaz, incisiva y “narrativa”. Hemos de recuperar, siguiendo a Jess y a la Biblia, nuestra capacidad de comunicacin, las grandes dotes de la tradicin cristiana para anunciar la fe mediante el relato, la imagen, la belleza, la esttica. Aprendamos la lección de von Balthasar y de los grandes autores cristianos del pasado, por ejemplo san Agustn, que posea todo el rigor incluso del lenguaje formal, cuando era necesario, pero que acostumbraba hacer “teologa del t”, del dilogo: una teologa-oracin, con toda la riqueza de la comunicacin humana, que constituye una aventura extraordinaria del espritu. El mundo es rico, la historia es siempre creativa, nuestro lenguaje va continuamente detrs de la realidad. Borges, el clebre escritor argentino, tiene este verso: el universo es fluido y cambiante el lenguaje rgido.Es siempre necesario un esfuerzo para hacer el lenguaje sobre todo el religioso cada vez ms clido, ms dctil. Jess es un gran maestro tambin en esto.
3.Jess es un maestro paciente,que se adapta a nuestro lento caminar, a nuestro gradual aprendizaje. En el evangelio de Marcos encontramos un Jess maestro “progresivo”, que paulatinamente lleva la luz al discpulo, pasando a travs de la oscuridad de las resistencias humanas. Primero lo conduce al reconocimiento de la mesianidad (T eres el Cristo: Mc 8,27-29) y luego le desvela la plenitud, al final del evangelio, cuando el pagano, centurin romano, llega a la fe y dice: Verdaderamente este hombre era hijo de Dios (15,39). Pero qu camino ms largo hay que hacer! El camino de la cruz. Jess, que es un maestro “progresivo”, nos hace pasar de la oscuridad a la luz no de una manera desconcertante, sino de modo paciente y lento. El captulo 9 de Juan (el ciego de nacimiento) ilustra este camino con los ttulos cristolgicos usados en progresin. Se parte de ese que se llama Jess y se llega a la ltima frase: Creo,kyrie,te doy mi adhesin, Seor: es ya el descubrimiento de Jess como elkyriospor excelencia, o sea como Dios.
4.Jess maestro polmico.En Lc 11, y ms an en Mt 23, Jess se presenta tambin como un maestro polmico, provocador, enojado. Sus siete “ayes” o “maldiciones” (usadas segn un gnero proftico presente en Is 5,8ss) son un testimonio de que el verdadero maestro no teme denunciar los males, como hizo por su parte el Bautista: No te est permitido! (Mt 14,4). El verdadero maestro corre inclusive el riesgo de la impopularidad. Cristo fue condenado tambin por sus palabras, autnticos latigazos. La expresin del Maestro conoce no la rabia ni la clera, que son un vicio, pero s el enojo, que es una virtud: Jess nos ha revelado a menudo su mensaje mediante una palabra de fuego, como l mismo ha dicho: No he venido a sembrar paz sino espadas; he venido a enemistar al hombre con su padre, a la hija con su madre, a la nuera con la suegra… (Mt 10,34-35). Este aspecto hay que recuperarlo tambin en nuestra comunicacin religiosa. No est en contradiccin con el precedente: hemos de tener paciencia, pero tambin, cuando es necesario, hemos de introducir la palabra que desconcierta, la palabra de los profetas: decir “s s, no no; todo lo dems viene del maligno” (cfr Mt 5,37). Por justa reaccin a una retrica o al nfasis del pasado (los grandes predicadores que aterrorizaban!), non debe perderse la dimensin de la palabra que ataca, que no se deja adulterar o mercadear (cfr 2Cor 2,17; 4,2); hemos de reconocer que la Palabra de Dio es frecuentemente, como dijimos, ofensiva.
5.Jess ha sido tambin un maestro proftico,en el sentido autntico del trmino. Profeta no es quien ve de lejos, adivinando el futuro. El profeta bblico es quien interpreta los signos de los tiempos; el hombre del presente, quien actualiza la Palabra. A este respecto es ejemplar el sermn de Jess en la sinagoga de Nazaret (Lc 4,16ss): toma la Palabra de Dios segn Isaas; la lee y la comenta. Cmo? Hoy ha quedado cumplido este pasaje ante vosotros que lo habis escuchado . He aqu la actualizacin! La Palabra di Dios se encarna en un acontecimiento, en una persona presente! Todo el Nuevo Testamento va en esta lnea. El Apocalipsis tantas veces presentado como el horscopo del fin del mundo es una lección para las Iglesias de Asia Menor en crisis interna y externa, perseguidas. La Iglesia de Laodicea, por ejemplo (cfr Ap 3,14-22), produce nuseas a Cristo. Es una imagen dursima, expresada con el verboemsai,vomitar, indicando las bascas de Cristo ante una comunidad tibia. Pues bien, a esa Iglesia en crisis la Palabra de Dios le llega con la funcin de darle un sentido, de indicarle una meta. El Apocalipsis, en efecto, no enseael findel mundo, sino lafinalidaddel mundo. No es la representacin de la destruccin, sino la del trmino hacia el que estamos orientados. El profeta ensea hacia dnde debemos caminar mientras estamos en la historia, en el presente. En este sentido nos da Lc 24,19 (episodio del viaje a Emas) la definicin de Jess: Un profeta poderoso en obras y palabras ante Dios y ante todo el pueblo. Justamente eso es Jess, “maestro proftico”.
6. Jess maestro-Moiss.Con una expresin paradjica, Lutero deca: Jess es elMosssimus Moyses,Moiss a la ensima potencia. La referencia va al Discurso de la montaa, que es la plenitud de laTorh:Jess subi al monte, se sent y se le acercaron sus discpulos. l tom la palabra yeddasken,se puso a ensearles as (Mt 5,1ss). Evidentemente, el Discurso de la montaa es una lección, y tiene lugar en un monte indeterminado (ms an, Lucas, ms atento a la historia, fija el discurso en un llano “campestre”: Lc 6,17). Tal monte para Mateo es el nuevo Sina. Esta lección marca el comienzo del “pentateuco cristiano”. Jess no hace sino llevar a plenitud el mensaje de laTorh:el suyo es un mensaje que no propone una ley limitada en su secuencia de apartados, artculos o normas, sino una ley tendente al infinito. Jess ensea la radicalidad: Sed buenos del todo…, no como un santo, sino como es bueno vuestro Padre del cielo (Mt 5,48). Tal es el mensaje cristiano: un infinito viaje en el infinito misterio de Dios. No hay una meta de llegada, vamos siempre ms all hasta entrar en Dios. La enseanza del verdadero Maestro, del verdadero Moiss cristiano, va unida a una “ansiedad” continua, a una superacin sistemtica; hay que ir siempre allende. Es justo lo contrario de cierto tipo de enseanza nuestra, fundada tantas veces slo en el buen sentido, con un mensaje que podra ser el mnimo comn denominador de todas las religiones: una genrica y vaga solidaridad, una imprecisa fe sentimental en Dios. Al contrario, elMosssimus Moyseses radical. Teresa de vila tiene al respecto dos observaciones: Los predicadores hoy no mueven ya a conversin porque tienen demasiado buen sentido y les falta el fuego de Cristo. Y tocante a la oracin dice: Seor, lbrame de las necias devociones de los santos cariacontecidos. Es necesario, pues, retomar el anuncio y el compromiso radical delMosssimus Moyses.
7.Jess es maestro supremo, el Maestro Divino.Cmo anunciaban los profetas en el Antiguo Testamento? Declaraban: Koh amar Adonai:As habla el Seor, es decir, yo soy la boca del Seor. Jess ha retomado esta frase, pero deformndola de manera casi blasfema: Eg d lgo hymn: pues yo os digo; se mand a los antiguos, pero yo os digo. Una palabra eficaz, imperativa, extrema. Una palabra decisiva frente al mal; una palabra que desafa los tiempos; una palabra eterna. En este contexto es donde hemos de entender la frase: Yo soy el camino, la verdad y la vida(Jn 14,6).Es una palabra supremamente “blasfema”, porque se arroga todo lo que es de Dios. Ms an, es una palabra tan divina que sigue resonando por los siglos, mediante el Espíritu que Cristo manda a la Iglesia y a cada persona.
Juan 14,26 refiere las palabras de la ltima noche terrena de Jess: el Padre, en el nombre de Cristo, mandar el Espíritu Santo y l os lo ir enseando todo, recordndoos todo lo que yo os he expuesto.Quin es, pues, el Divino Maestro que continuamente acta en nosotros ahora, en la Iglesia, en cada individuo y en la comunidad? Es el Espíritu Santo, mandado por el Padre en nombre de Cristo, para “recordar”. La memoria bblica no es una evocacin plida, no es la conmemoracin de la fiesta nacional, sino la memoria viva, operante, el memorial celebrativo y eficaz.
10 Visitas totales
7 Visitantes únicos

Discover more from Ministerio Infantil Arcoíris

Subscribe to get the latest posts sent to your email.

Deja un comentario

This site uses Akismet to reduce spam. Learn how your comment data is processed.

Discover more from Ministerio Infantil Arcoíris

Subscribe now to keep reading and get access to the full archive.

Continue reading