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“No somos un ministerio grande, pero sí somos un gran ministerio”

Isaac

Uno de los regalos ms hermoso para la vida de una mujer es ser madre y cuando esto es humanamente imposible ver a Dios actuar es adems de poderoso es nico, este nio de hoy fue hijo de una promesa de parte de Dios para sus hijos, la promesa no solo era el hecho de que naciera , iba ms all con el se levantara una generacin apartada por Dios, una descendencia como la arena del mar o las estrellas del cielo.

Y as Isaac me imagino escucho est historia una y mil veces sobre su nacimiento, El tena claro que Dios lo trajo a la vida de sus padres Abraham y Sara como el cumplimiento de algo muy grande.
Y a pesar de que era formado y criado conociendo a ese Dios fiel, fue afirmado en cada paso desde el vientre de su madre y aunque sus padres ya eran grandes de edad, su fervor y entrega a Dios estaba siendo depositado en su corazn de nio siempre.
Lo que ms me impacta de este nio es lo que apenas a sus aproximados 12 aos de edad tiene que enfrentar y an apesar de eso no dejar de creer en ese buen Dios y Padre.
Y apesar del cumplimiento en su corta vida en todo, parece que no va a poder iniciar descendencia y que su vida ser corta al contrario de lo que muchos pensaban.

Su nombre significa: Aquel con el que Dios reir o la sonrisa de Dios.
Los llevo al significado de su nombre porque lo que ese chico apenas en crecimiento va a enfrentar va a ser una prueba muy dura para alguien de esa edad.
Los llevo a contexto Dios le pide a su Padre Abraham sacrifique esa promesa que le entregue a su hijo Isaac en sacrificio y aunque Abraham lo tena claro Isaac pens en que ese viaje era para levantar sacrificio a Dios, pero no saba que el cordero sobre el lugar del sacrificio sera su cuerpo apenas en proceso de crecimiento.

Leamos Gnesis 22:1-8
“Despus de todo esto Dios puso a prueba a Abraham. Le dijo:
Abraham!
Y l le dijo:
Aqu estoy.
2 Luego Dios dijo:
Toma a Isaac, tu amado hijo nico, ve a la tierra de Moria y ofrcelo como un sacrificio que debe quemarse completamente, en la montaa que yo te indicar.
3 A la maana siguiente Abraham se levant temprano, ensill su burro, y se fue con dos siervos y su hijo Isaac. Cort lea para usarla en el sacrificio y se fueron luego hacia el lugar que Dios le indic. 4 Al tercer da Abraham alcanz a ver en la distancia el lugar hacia donde iban. 5 Entonces Abraham dijo a sus siervos:
Qudense aqu con el burro. El muchacho y yo iremos all, adoraremos a Dios y volveremos por ustedes.
6 Abraham tom la lea que tena para el sacrificio y la puso sobre los hombros de su hijo Isaac. Luego en una mano tom el fuego y en la otra el cuchillo, y se fueron caminando juntos. 7 Entonces Isaac le dijo a su pap Abraham:
Pap!
Abraham respondi:
Aqu estoy, hijo mo.
Isaac le pregunt:
Aqu tenemos la lea y el fuego pero, dnde est el cordero que vamos a sacrificar?
8 Abraham respondi:
Dios proveer el cordero para el sacrificio, hijo mo.
Entonces ambos siguieron caminando.”

Ese nio camino confiado junto a ese hombre que tanto ama, no haba temor, su corazn haba sido formado para creer en Dios y an cuando llegaron a ese lugar y es atado y puesto en el lugar del sacrificio, y aunque justo en ese momento se da cuenta que el cordero es el, se mantiene en silencio, creyendo en su padre, creyendo en el amor tan grande que le tena y aunque no era la mejor escena de su vida, y aunque quizs no entendiera ese preciso momento que l estaba para morir, en ese nio estaba la seguridad de que todo estaba bien.
Pap dijo que los esperarn porque iban a regresar y aunque pareciera para el no era ese regreso, el iba a creer.
Ese nio no pelea con su padre, apesar de estar en esa etapa donde empiezan a sentirse grande y de que en todo ellos tienen la razn, el no discuti, no huy y bien que pudo hacerlo ya que su pap era mayor, no daba gritos, no lloro desconsolado, no le pregunto porque, el solo en el silencio miraba ah atado a su padre levantar un cuchillo y sumido en esa escena el solo espera la voluntad de Dios se cumpla.

Esto me ensea mucho pero me deja claro algo y es con lo que deseo quede en tu corazn hoy, estamos sembrando tanto amor, pasin y entrega en nuestros hijos que incluso ellos esten dispuestos a morir para adorar al nico y verdadero Dios, les hemos enseado a los pequeos que la voluntad de Dios es tan perfecta que no se debate, ni se discute solo se obedece con buena actitud y fe.

No debemos olvidar que si queremos mostrarles a ellos el corazn de Dios debemos llevarlos a ser testigos hasta la ltima consecuencia creyendo que aunque nuestra vida este al lmite el nos sorprender y proveer.
No podemos formar generaciones y padres de multitudes si no les mostramos primero el corazn del Padre Celestial.

byJenniferElizondo

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