Ir solo o alguien va conmigo?

Ir solo o alguien va conmigo?

Autor: Erisbel Castaneda

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An cuando escasean los obreros el ministerio precisa de colaboracin. Jess desarroll su labor, a travs de un conjunto de hombres dispuestos a seguirlo en su misin. Segn las Escrituras, paso tiempo con ellos y llegada la ocasin de extender la misin, estableci a los que l quiso. Una vez establecido su liderazgo, la misin del reino fue cuestin de orientacin para sus seguidores. El apstol pablo no fue la excepcin, de modo que entendi a Jess en su estrategia. Por consiguiente, podemos unir nuestras fuerzas a hermanos que Dios esta alistando para el despliegue de su obra misionera.

 

La experiencia del maestro. La mejor forma de hacer una tarea, relaciona nuestra disposicin hacerla en unidad. De hecho, nos concede la posibilidad de que algunos distingan aspectos, que otros pudiramos pasar por inadvertidos. Si se combinan los dones, las capacidades naturales, y el nivel de alcance. Debemos aceptar una oportunidad mayor, en lugar de ministrar como llaneros solitarios. Una misin que va ms all del arte personal, es la proclamacin del reino; misin encomendada a la iglesia en su totalidad.

 

Solos o comisionados a travs de la unidad? La iglesia es el pueblo de Dios, llamado para anunciar las virtudes de la verdad.[1] Ante tales expectativas, somos comisionados a ministrar la verdad de nuestro salvador. Por consiguiente, la forma ms eficiente es compartir la misin entre los comisionados. Vale preguntarnos, Hay algn motivo para que el mensaje de bondad, simplifique a los enviados? R. Bruce Carlton expone en su libro que, el mundo creer al mensaje, una vez que pueda ver el ejemplo de unidad en los seguidores que representan su misin.[2]

 

Buen provecho para los que van de dos en dos. Como el hierro se aviva con el hierro, as el rostro del amigo a su amigo. Ms que un avivamiento en el sentir personal, marchando hacia la predicacin del evangelio. Es probable que Jess comisionara a sus discpulos de sta forma, proveyendo una confirmacin de testimonio a los oyentes. En el pensamiento judo cualesquier transgresor, quedaba expuesto a juicio ante quienes le acusaban, una vez confirmada su causa. Por consiguiente, el envi de los seguidores confirma la misin de salvacin eterna, la cual siendo recibida otorgar la vida. En cambio siendo rechazada, el oponente hallar la perdicin.

 

 

Una vez que, regresaron de la misin los discpulos se centraron en la hazaa nunca antes realizada. En cambio, el maestro les despert la motivacin de modo que el gran motivo de alegra, deba consistir en el hecho de ser parte de la eternidad. A fin de cuentas, muchos de los oyentes quedaran excluidos por mostrar indiferencia al mensaje del amor y la verdad. Por su parte, los discpulos gozosos entendieron las palabras del maestro, y de igual forma, que la unidad concede un mayor alcance en la misin. A su vez, testifica la eficacia y la efectividad del mensaje y el testimonio del Espíritu Santo.

 

Adems la unidad nos recuerda que pertenecemos al equipo de los comisionados, lejos de confundirnos en los intereses personales. No es nuestra obra y ni siquiera, comenz en nuestro pensamiento. Ms bien hemos sido invitados a ministrar en la via ya establecida. De la cual formamos parte y en la cual, somos una vasija a disposicin del enviado Consolador. Dios quiere usar nuestras vidas, totalmente dispuestas hacer su voluntad. Por lo cual usa de todas las recetas posibles, para deshacer en nosotros todo cuanto distorsiona nuestro buen servicio. En Jess y a la disposicin de su bondad, entenderemos que somos parte de los obreros que l ha reclutado.

 

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