HABLANDO A LOS NIOS SOBRE LA MUERTE
Por:Victor M Parachin
Revista: “Kids’ Ministry Ideas”, 2007
Aunque distanciados por dcadas, los dos disfrutaban de un precioso vnculo comn. Ellos compartan un hogar familiar en un sector distante de Nueva York. El abuelo viva en la parte alta del edificio y Miguel y su familia en los bajos. Esto haba sido as desde el nacimiento de Miguel.
Cuando Miguel cumpli siete aos, su familia se mud para Long Island, dejando al abuelo en la ciudad de Nueva York. “Nos vemos para el da de Accin de Gracias!” ellos dijeron. Ese da lleg y se fue, y ellos no vieron al abuelo. Lo mismo aconteci en Navidad. “Estaremos lejos del abuelito por un tiempo”, explicaron los padres de Miguel. “No te preocupes por eso”.
Los meses pasaron y Miguel esper. Cuando lleg su cumpleaos y no lleg ninguna tarjeta de su abuelo, Miguel comenz a preocuparse, y se preguntaba qu habra hecho para que su abuelo ya no lo amara.
Un tiempo terrible para Miguel
Casi dos aos pasaron antes que los padres de Miguel le dijeran la verdad: su amado abuelo haba fallecido poco despus que ellos se mudaron a Long Island. “Yo s que ellos pensaron que estaban haciendo algo bueno”, dijo Miguel, “pero eso fue muy terrible para m. Por cierto, ellos no me ahorraron ningn dolor mientras yo preguntaba qu habra pasado. Cuando ellos finalmente me dijeron la verdad, tuve que enfrentar el sentimiento de prdida de mi abuelo”.
Esta historia desafortunada pero verdadera, est divulgada por Dan Shaefer y Christine Lyons en su libro,“Cmo decir a los nios: Una gua para que los padres ayuden a sus hijos a entender y enfrentar cuando alguien muere”.El hecho es que cada da del ao los nios pierden a alguien que aman: un padre, un abuelo, hermanos, amigos u otros familiares.
As como la familia de Miguel, los padres pueden intentar proteger al nio del golpe. Sin embargo, cuando la muerte es explicada y respondida inadecuadamente, evita que el nio experimente la prdida, que exprese su dolor, que comparta el luto con la familia y avance hacia la recuperacin. Los nios tienen las mismas necesidades que los adultos para procesar lo que ha pasado y guardar el luto.
Qu hacer y qu no hacer
Sea honesto respecto a la muerte. Aunque es difcil hablar con los nios sobre la muerte, recuerde que la honestidad es la mejor manera de obrar. No hay nada peor para un nio que ser el ltimo en saber o descubrir accidentalmente el “secreto” y luego sigue la siguiente excusa: “pensbamos hacer lo mejor al no decirte”.
Tan pronto como se entere de la muerte, informe a su hijo de manera simple y directa: “querido, algo muy triste aconteci esta tarde. El abuelito muri”. Una vez que usted ha dado esta informacin asegrese que ellos hayan entendido lo que usted dijo.
No use indirectas. Cuando la ta de una nia de 6 aos muri, se le dijo: “Ta Elena se fue para un largo viaje”. Y como la ta nunca volvi, la nia se aterroriz cuando su familia anunci que ellos estaban yendo a un “viaje por sus vacaciones de verano”.
El Sr. Schaefer y la Sra. Lyons dicen: “El punto es que la muerte no es un largo viaje, no es un sueo comn de todos los das, no es el descanso de cada da, ni es irse lejos. Cuando usted est hablando con su hijo, evite indirectas”. Por ejemplo, si su hijo pregunta qu significa la muerte? Comience respondiendo simplemente: “la muerte significa que el cuerpo de la persona ha dejado de funcionar y no funcionar ms” si su pequeo hijo pregunta: La muerte es como un sueo? Diga simplemente: “No como el sueo que tomamos todos los das cuando alguien muere, su cuerpo deja de funcionar. No es un descanso comn. Su funcionamiento se acab hasta cuando Jess regrese y levante a todos los que murieron creyendo en l”.
Ayude a los nios a expresar sus pensamientos y sentimientos. Motive a los nios a expresar su dolor y hablar lo que piensan y sienten sobre la muerte. Est consciente que los nios con frecuencia estn verbalmente limitados cuando se relacionan con sus sentimientos. Los nios a menudo expresan su dolor en una variedad de formas no verbales tales como insomnios, pesadillas, comportamiento de aferrarse y dificultades en la escuela.
Debido a sus limitaciones verbales, usted como padre o un adulto importante, puede tomar la iniciativa de conseguir que sus hijos ventilen el dolor. Una forma efectiva de hacer esto es tomar los sentimientos del nio y decir: “Yo s que extraas a pap mucho. Yo lo extrao tambin”. Una simple declaracin como esta, con frecuencia es suficiente para hacer que el nio se abra.
No diga al nio, cmo te sientes. Algunos padres y adultos de forma insensata dicen a sus hijos: “S valiente”. Es mejor dejar que el nio experimente y exprese su dolor.
Ofrezca amor y seguridad continuamente. “en las primeras etapas del luto, un nio necesita reasegurarse que es amado. Esto har que el nio se sienta ms seguro. Los padres no pueden proteger a sus hijos de los sentimientos dolorosos, pero pueden ayudar a que los nios lo sobrelleven. Entonces exprese su cario abiertamente mustreles de muchas maneras que usted los ama, dice el Psiclogo Charles E. Schaefer en su libroCmo hablar a los nios sobre cosas importantes realmente. El doctor Schaefer tambin dice que uno de los mejores caminos para que un padre pueda mostrar cario es realmente estando presente y disponible durante los meses difciles de dolor.
No oculte su dolor frente a sus hijos. Es correcto si sus hijos lo ven llorar o sentirse triste. Cuando usted se abre al dolor, da a su hijo “permiso” para expresar su dolor tambin. Al verlo afligido, un nio se dar cuenta que es normal y saludable llorar y sentir tristeza despus de una muerte. “El nio sigue el ejemplo del adulto” dice el terapeuta Jerry Smock de Sacramento, California. “Usted necesita manejar sus propias emociones – enojo, tristeza, afliccin, lgrimas, o lo que sea, y ser vulnerable y capaz de expresar e identificar sus sentimientos, as un nio puede hacer lo mismo con sus propios sentimientos.
Obtenga ayuda exterior. Recurra a los recursos espirituales de su iglesia. Enliste la ayuda del lder de la divisin de nios de su iglesia, del pastor de jvenes, los consejeros u otros lderes espirituales que pueden ministrar el dolor de los nios. Tambin alguien aparte de la familia puede proporcionar mucho consuelo adicional, atencin y cuidado.
No d por hecho que los nios podrn “restablecerse” solos. “la idea de que los nios son ms adaptables y que la muerte es menos traumtica para ellos, es un mito” dicen las autoras Candy Lightner y Nancy Hathaway en su libro “Dando palabras de consuelo”.El hecho es que los nios de muchas maneras son mucho ms afectados por una muerte que los adultos, cuyas identidades ya estn formadas y el ser valiente es su mayor desafo: frente a la prdida. Si la muerte se produce durante su infancia o su adolescencia, si la persona que muere es un familiar o un amigo, el impacto puede durar por el resto de su vida”. No asuma que su hijo se sobreponga a la muerte naturalmente por si mismo. Sea preventivo, provea todo el bienestar y el consuelo que usted pueda.
Sea un buen oyente. As como los adultos, los nios necesitan hablar sobre la prdida y de sus sentimientos conectados a ello. Esto significa que ellos necesitan que los adultos tomen tiempo para escucharlos cuidadosa y compasivamente.
Cultive la fe, y no culpe a Dios. Algunos padres y lderes de nios inconscientemente crean problemas espirituales futuros en los nios al asignar incorrectamente culpa a Dios por una muerte.
En vez de hablar que Dios “llev a un amado”, transmita al nio que la persona que ellos aman y quieren est enterrado, seguro en la tumba, esperando el regreso de Cristo, y que Dios tambin est triste por la tragedia.
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