Felicidades a esos padres, que han amado a hijos que no son biológicos pero que si son de corazón.

Felicidades a esos padres, que han amado a hijos que no son biológicos pero que si son de corazón.

  • ¿Quién es él?.
  • Me preguntó con curiosidad.
  • Es mi papá. –
  • Pero,
    ¿Por qué no tienes el mismo apellido que él?
  • Porque no tenemos la misma sangre.- respondí tranquilamente.
  • Entonces no es tu padre.
  • Dijo inmediatamente.
  • Él llegó después de mi nacimiento,
    se enamoró de mi madre cuando
    yo había nacido.

Mi presencia nunca fué problema
al contrario, le gustaba jugar conmigo,
le alegraba pasar tiempo juntos.

Dice mi madre que tiene
una mirada especial para mí,
que siempre me vió con buenos ojos.

Él demostró que quería a mi mamá
de verdad, que la quería con todo su pasado, que la quería conmigo.

Con el paso del tiempo,
siguió mostrando cada vez
más amor por mi mamá y por mí,
si me veía todos los días entonces
todos los días jugaba conmigo,
si no me veía le preguntaba a mi madre
por mí, cuando hablaban por teléfono, no
era sólo apariencia, pues demostró preocupación en cada ocasión en la que
llegué a enfermarme, era el primero
en llegar tras enterarse.

Nunca nos abandonó,
siempre fué constante con
mi mamá y conmigo, nos convertimos
en su prioridad, prefería pasar el día con nosotros aunque fuera viendo un aburrido
y tonto programa de televisión, a estar en cualquier otro lado del mundo, él podía
decidir estar en cualquier lado y siempre
nos escogió ante todos, él siempre se preocupó por nosotros, cuando mi madre decidió estar con él por el resto de su vida,
no cambió, mantuvo sus promesas de velar
por nosotros.

Me demostró que de verdad me quería,
nunca trató de comprar mi cariño, al contrario, me enseñó el valor de las cosas y lo invaluable del amor, siempre me cuidó y respetó como
si fuese su hijo, e incluso me ama como se ama a un hijo propio.

Siempre me llamó como su ”campeón”,
me dió el amor de un padre aunque no era
su obligación, me dió sus consejos cuando más los necesité, cuando más triste estaba, me abrazaba. Él ha estado ahí cuando
nadie más estuvo.

Si, tienes razón, no es mi padre,
al menos no de sangre, pero si por decisión,
y eso es lo más importante. No tenemos la misma sangre, pero nos une un vínculo mayor, un vínculo llamado amor, no tengo su sangre, pero es el padre más maravilloso que hay,
no pude haber pedido uno mejor.

Por eso, es mi padre, siempre supe
que no teníamos la misma sangre, pero
eso nunca impidió que me amara como lo hace, él demostró haberse ganado ese título que a muchos hombres les queda grande,
por eso no es el hombre de mi madre,
no es mi padrastro tampoco…
Él es mi padre 👨‍👦‍👦

Visitas: 2


Descubre más desde MINISTERIO INFANTIL ARCOÍRIS

Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.