Hace varios aos un maestro de latn nos hizo memorizar una frase que nunca se me ha olvidado. La frase es magister meus doctus est y significa mi maestro es sabio. A pesar de que ese maestro nos ense la frase a manera de broma, la realidad es que encierra una verdad muy profunda e importante. Se supone y espera que los profesores sean sabios para que as puedan guiar a sus alumnos. En teora, solamente uno ms adelantado puede guiar a otro por el camino correcto. Nadie puede dar lo que no tiene y a travs de los veinte aos que tengo de profesor en diferentes pases y lugares acadmicos he ido comprobando esta realidad.Comnmente se asocia a la sabidura con la educacin formal, es decir, a los
estudios obtenidos en una institucin educativa. De hecho, en las universidades
en todo el mundo el mximo grado acadmico que se puede obtener es el
doctorado. Las palabras doctor y doctorado tienen la misma raz latina de
doctus o sabio. Despus
de haberme graduado de un doctorado y de ahora ensear principalmente en
programas doctorales, puedo atestiguar que esta percepcin comn, aunque es
correcta hasta cierto punto, no representa la realidad completa. Si bien
despus de haber estudiado un programa doctoral las personas se convierten en
expertas en un rea del conocimiento, la sabidura va ms all de
meramente adquirir informacin. Una persona puede tener muchos estudios y no
necesariamente ser sabia y otra puede tener mucha sabidura y carecer de estudios
universitarios.
El libro de Santiago nos da la perspectiva correcta de la verdadera sabidura y
cmo se manifiesta a los dems de una manera clara y completa. El famoso
captulo tres de Santiago habla sobre la importancia de la lengua y cmo su
influencia tiene repercusiones gigantescas. De hecho, el pasaje empieza con una
advertencia a los que aspiran a ser maestros y que, por lo tanto, usan la
lengua como el medio principal de su instruccin ya que son ms susceptibles a
recibir condenacin debido al posible uso indebido de su lengua.
Al trmino de la advertencia sobre la lengua, Santiago hace una pregunta muy
interesante en el versculo trece Quin es sabio y entendido entre
vosotros? A travs de esta pregunta clara y directa, Santiago nos confronta
con el verdadero significado de la sabidura. La respuesta es an ms asombrosa
ya que va mucho ms all del simple conocimiento Muestre por la buena
conducta sus obras en sabia mansedumbre. La verdadera sabidura, nos
recuerda Santiago, se muestra por nuestra conducta. Desgraciadamente, no es muy
comn encontrar personas muy inteligentes, con estudios superiores y a la vez
mansas y sencillas. Cuando esto sucede, se convierten en excepciones cuando
realmente deberan ser la norma.
A continuacin Santiago contrasta las caractersticas de la sabidura que
refleja al Creador y la que es totalmente contraria al ideal divino. Santiago
es directo y no se anda por las ramas al describir la conducta opuesta a una
persona realmente sabia:
Pero si tenis celos amargos y
contencin en vuestro corazn, no os jactis, ni mintis contra la verdad;
porque esta sabidura no es la que desciende de lo alto, sino terrenal, animal,
diablica. Porque donde hay celos y contencin, all hay perturbacin y toda
obra perversa(Santiago 3:14-16).
Por otro lado, la sabidura que s imita
a Dios tiene las siguientes caractersticas:
Pero la sabidura que es de lo alto
es primeramente pura, despus pacfica, amable, benigna, llena de misericordia
y de buenos frutos, sin incertidumbre ni hipocresa. Y el fruto de justicia se
siembra en paz para aquellos que hacen la paz(Santiago 3:17-18).
Por lo tanto, una persona verdaderamente sabia muestra por su comportamiento, y
no por sus conocimientos, su sabidura. Segn Santiago las contiendas y los
celos son manifestaciones de una sabidura terrenal, animal y
diablica. Estas duras palabras son una advertencia contra los pleitos en el
mundo acadmico, eclesial y denominacional. La verdadera sabidura produce paz
y cordialidad. Una persona sabia es pacfica y su presencia trae refrigerio a
los que la rodean.
La sabidura est al alcance de todos y a la vez es tan difcil de alcanzar.
Como nos recuerda la Escritura, el conocimiento envanece, pero el amor edifica.
Es mi anhelo que mis alumnos, y las personas que me rodean, puedan sinceramente
decir de mmagister meus doctus
estal ver mi comportamiento. Qu tan sabio es usted? No es
necesario que conteste con palabras, su conducta ya lo est haciendo y es
evidente a todos.