En qu casos se permite el divorcio?
En un artculo anterior tratamos el tema del matrimonio. ste trata del siempre controversial y lastimoso divorcio. La iglesia de hoy est sufriendo ste flagelo casi con tanta frecuencia que el mundo secular. La mayora de los pastores no saben manejar las complejas situaciones que se presentan entre las parejas cristianas y los matrimonios mixtos que contemplan el divorcio como la solucin de sus problemas. Otros lo manejan mal al aferrarse a una exgesis errada de los pasajes bblicos que tratan el tema del divorcio.
Si bien es cierto que Dios aborrece el repudio(Mal 2:16) tambin es cierto que l reconoce la existencia del divorcio y lo ha regulado con el propsito de evitar mayores males, ver Deuteronomio 24:1-4. Hay una gran resistencia a reconocer que el Nuevo Testamento permite (en casos especiales) el divorcio. Veamos cules son esos casos. En 1Cor.7:12-15 el apstol considera un matrimonio mixto donde el incrdulo se quiere separar. Cuando esto ocurre, y el cnyuge creyente ha agotado todos los recursos para mantener la relacin, pero el inconverso persiste en la separacin; entonces seprese. Hay dos fuertes razones por las que Dios estableci esto: Para que el creyente no est sujeto a servidumbre y para que viva en paz. V15.
El otro caso es la clausula de excepcin que estableci el mismo Jess. Solo Mateo la registra en su Evangelio. Por qu Pablo y los otros evangelistas no hacen referencia a ella, es algo que no podemos considerar aqu. El hecho es que en Mateo 5:32 y 19:9; hablando Jess dice: el que se divorcia, a menos que sea por el motivo de pecado sexual, y se vuelve a casar, adultera.sta declaracin confronta las enseanzas rabnicas, de que el hombre puede divorciarse por cualquier razn. Es cierto que Moiss lo permiti, pero Jess les replica que lo hizo por la dureza del corazn de ellos. Acto seguido se remonta a la Creacin para argumentar que el divorcio nunca form parte del plan de Dios para el matrimonio. Esta fue una innovacin humana.
Ntese que en ambos casos, no se requiere el divorcio, sino que se permite. En el matrimonio cristiano siempre existe la posibilidad del perdn y la reconciliacin en Cristo. No hay necesidad de que todos los casos terminen en divorcio. La iglesia tiene la autoridad y el deber de enfrentar y resolver bblicamente cada caso. Ciertamente no todos tienen las mismas caractersticas. Hay casos complejos, pero si ambos son cristianos y aplican a sus vidas la Palabra de Dios se pueden revertir los efectos nefastos del divorcio.
Concluimos que Dios no aborrece el acto del divorcio en s, sino las causas que lo provocan. Detrs de cada divorcio hay pecado, y esto es lo que Dios aborrece. Hermanos, seamos fieles a nuestro pacto matrimonial. Amn.
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