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EN BUSCA DE UNA DEFINICIN DE
EDUCACIN CRISTIANA Derechos Reservados. Prohibida la reproduccin sin previa autorizacin del autor. |
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INTRODUCCION
Hay tantas ocasiones en las que nosotros y nosotras nos embarcamos en la realizacin de una tarea. Tarea que hacemos porque nos gusta y por lo tanto derrivamos satisfaccin en su realizacin. En algn momento hemos recibido entrenamiento especial para ella, en otros, parte solo de nuestra propia intuicin, o de lo que hemos visto hacer por tanto tiempo. Cada prctica de una profesin o vocacin debe, no obstante, lo bien que creamos que lo estamos haciendo, lanzarnos a una reflexin que nos permita darle un contenido terico, filosfico y telogico a la misma. Ello requiere nuestro profundo compromiso con tal prctica, de tal manera que nos lance en su esquematizacin, a modo de poder servir mejor a aquellos y aquella que intentamos servir. Es en ese sentido que podemos afirmar que desde nuestra perspectiva latinoamericana, dichos intentos han sido muy escasos, an cuando reconocemos que se han hecho algunos intentos en diferentes momentos. No obstante, la reflexin que se ha hecho ha sido muy relacionada a proyectos especficos, pero sin un intento de teorizar o de sistematizar, o por lo menos proveer el comienzo de un dilogo abierto que nos permita entender toda la dinmica que se da en los procesos educativos cristianos. Es por lo tanto, que proponemos la presente definicin a fin de que sirva de reflexin para la iglesia y muy especialmente para aquellos y aquellas que laboran da a da en este ministerio, o que se preocupan por estudiarlo. En lo sucesivo de esta obra, entenderemos Educacin Cristiana como:
Esta definicin ha servido como nuestro marco de referencia durante muchos aos en el ministerio educativo. Se origina en trabajos realizados por la Junta de Educacin Cristiana de la Iglesia Evanglica Unida de Puerto Rico para la cual trabajamos por muchos aos y mas especificamente en el documento de filosofa educativa que logramos crear hace dos decadas. LA EDUCACIN CRISTIANA COMO PROCESO Podemos entender proceso como el cambio que ocurre por medio de una serie de acciones o eventos. Elproceso denota una accin progresiva a travs de esa serie de actos o eventos que producirn cambios, rpidos o lentos, pero que llevarn a una cosa nueva o mejorada. Una forma de entender sto es observar los procesos de la naturaleza, como por ejemplo, una semilla. La semilla tiene la potencialidad de convertirse en el rbol de donde provino, pero eso no se da en un instante. Ello requiere que la semilla sea plantada o tirada en un lugar donde haya tierra y agua. A travs del tiempo y los diferentes cambios que se producen en ella, germinar y comenzar su proceso de crecer, y un da nos dar el fruto del cual ella sali. Todo esto tomar tiempo, en algunos casos ms que en otros. La Educacin Cristiana entendida como proceso, planifica para que a travs de una serie de pasos sistemticos la gente pueda ser transformada a la luz de las demandas del evangelio. Este cambio no se produce de un momento a otro. Es un cambio sistemtico que demanda que el individuo sea retado en los contenidos de su fe y que a la vez entienda la historia de la salvacin y la haga suya. Que se apropie de esa historia y que ella se convierta en un poder transformador. Ello va ms all que el puro conocimiento de los contenidos de una creencia en particular o los postulados de una doctrina. UN PROCESO PARA LA COMUNIDAD DE FE En muchos momentos se ha pensado en la Educacin Cristiana como un proceso para hacer la gente miembro de la iglesia. Se les educa o se les catequiza para que vengan a ser parte de la comunidad de la fe. Otros han interpretado la tarea de la Educacin Cristiana como evangelizar a los nuevos miembros, a los nios, a las nias y a los jvenes. El objetivo final de este tipo de educacin es hacerlos parte de la comunidad de la fe. En nuestra definicin, cuando pensamos en la Educacin Cristiana como un proceso no estamos pensando slo en los miembros nuevos, sino en toda la comunidad de la fe. La educacin es un proceso de toda la vida. No puede existir un cristiano que diga que ya no necesita educarse, que no necesita crecer en la fe, o en el conocimiento de la historia, de la teologa, de la Biblia, del arte, de la msica de la iglesia, del pensamiento histrico y doctrinal de la iglesia o de como la fe ha sido testificada a travs de los siglos por seres comprometidos con el evangelio. Es por lo tanto que afirmarmamos que la Educacin Cristiana es un proceso que dura toda la vida y que va dirigida a la totalidad de la iglesia, no importa donde sta se encuentre. Es ah donde la educacin Cristiana se hace crucial para la comunidad como un ministerio indispensable e impostergable para ella. Entendido en ese sentido, tenemos que afirmar que la iglesia tiene que ser ms intencional en su programacion. Tiene que partir de la premisa que todo el programa de la comunidad de la fe es uno que educa. Que existen formas intencionales, como la Escuela Bblica, (y si ustedes notan es la primera vez que la nombramos aun cuando hace rato estamos hablando de educacin Cristiana), el estudio bblico, el sermn, los cursillos bblicos, etc., que son parte fundamental de un programa educativo. Pero tambin existen formas incidentales en las cuales se puede dar el proceso de aprendizaje. Algunos programas de las organizaciones de la comunidad de la fe, aun cuando no tienen unos objetivos educativos trazados sistemticamente, propenden la educacin Cristiana. Algunos de esos programas son debates, discusiones de grupos en las organizaciones, retiros y otros. LA CONCIENTIZACION DE LA COMUNIDAD DE LA FE Para nosotros la Educacin Cristiana tiene dos funciones bsicas, la concientizacin y la transformacin. En este momento nos vamos a concentrar en discutir el concepto de la concientizacin de la comunidad de la fe. El trmino concientizacin ha sido usado extensamente por el pedagogo cristiano brasireiro Paulo Freire. A trves de sus obras se puede descubrir la riqueza de este trmino. Pero mucha ms importancia en el diseo de nuevas formas pedaggicas para nuestro contexto latinoamericano. Freire entiende concientizacin como:
Cuando Paulo Freire habla de codificacin y decodificacin se refiere a lo siguiente, la realidad nos llega a nosotros en formas codificadas. Esto es, en representaciones existensiales de una situacin donde sus elementos constitutivos estn en interaccin y parecen lgicamente aceptables. Esta codificacin puede darse como elementos verdaderos o elementos mticos. Los elementos verdaderos son aquellos congruentes con el proceso humanificador. Los elementos mticos son aquellos utilizados como herramienta deshumanizante. En trminos religiosos tambin existen muchos mitos que nos llegan como parte de la realidad, slo para nombrar algunos diremos; el mito de que el cristianismo es sinnimo de democracia. El mito de que el nico propsito misionero moderno era expandir el cristianismo en Amrica y el Caribe. El mito de que ser humilde es aceptar ser pisoteado. El mito de que la paciencia cristiana es esperar que Dios acte. El mito de que la iglesia es la nica que Dios usa en su plan de salvacin. El mito de que la paz es soportar en amor todo lo que se nos haga. El mito de que slo mi grupo tiene la verdad. El mito de que la vida externa es testimonio de la interna. La irrupcin del Verbo de Dios en la historia marca el comienzo de un despertar a la erradicacin de los elementos mticos de la realidad. Jess como el Cristo se encuentra con un mundo constitudo sobre unos principios religiosos antiguos que propendan la perpetuacin de un sistema dominado por una clase poderosa, los fariseos, en contra de las multitudes pobres y desamparadas de la sociedad juda. La ley se convirto en el elemento mtico a travs del cual se castigaba a aquellos y aquellas que por razones de las mismas condiciones quedaban atrapados en la encrucijada de la necesidad. El fariseo, al igual que el saduceo; interpretaba, entonces, que su posicin era consecuencia de su justicia (entendida en trminos veterotestamentarios) mientras que los males y pobrezas de los otros eran consecuencia de su pecado. Qu pertinencia tiene para los educadores cristianos conocer sobre la codificacin o la introduccin de los elementos mticos de la realidad? Mucha. La educacin es bsicamente una tarea poltica. Ha sido de una o de otra manera utilizada para la domesticacin de los pueblos, o sea, para hacer que los pueblos respondan a los intereses de las clases dominantes (que por ende controlan los sistemas educativos de los pases) y puedan aceptar sus mitificaciones de la realidad. Este proceso que se ha definido como socializacin (y que es uno de los objetivos universales de la educacin) es una tarea poltica de la educacin. Trata de ajustar al individuo para que acepte la realidad tal como se le presenta, sin ser crtico de ella. Y si por casualidad se critican los males de la sociedad, lo hace poniendo la culpa en los desposedos y no en las races mismas de los problemas sistmaticos. La educacin Cristiana tiene dos tareas bsicas, concientizacin y transformacin. La concientizacin es un proceso que abarca niveles diferentes, el despertar de la conciencia y la concientizacin. El despertar de la conciencia (conciousness) busca capacitar a la gente para distinguir y decodificar la realidad. Implica guiarles para que comprendan lo que hemos descrito como los elementos mticos de la realidad y descubran (por s mismos y mismas) como estos elementos se manifiestan en medio de las situaciones cotidianas de la vida. Adems, el despertar de la conciencia es una forma de llevar a la gente para que entiendan la bendicin de la vida como el regalo ms grande que Dios nos ha dado, tan grande que fue autentificada en la resurrecin de Jesucristo, y para que pueda obtener una plena satisfaccin en ella. El evento mesinico que como cristianos postulamos debe tener dos caractersticas fundamentales, la humanizacin y la redencin. La humanizacin, en cuanto que en Jess como el Cristo se superan las condiciones enajenantes del pecado, y el ser humano viene a ser nuevamente la imagen de Dios. Por otro lado, y tal como lo expresa Filipenses en la Kenosis; Jess no se afana en ser igual a Dios, sino que por el contrario, se anonada, hacindose igual a los seres humanos. En segundo lugar est la redencin. La redencin o el redimir es liberar al esclavo de los yugos de la esclavitud. Hoy, ms propiamente, le llamamos proceso de liberacin. Los yugos de la esclavitud siguen presentes, pero se manifiestan en formas totalmente diferentes. Se manifiestan en colonialismo y neo-colonialismo, en injusticia, en pobreza, en explotacin, en persecucin y desapariciones, en invasiones, en guerras, en experimentacin con seres humanos, en discrimen racial, social y econmico, en explotacin religiosa, en explotacin sexual, en ostracismo, y otros. Todas ellas y muchas otras ms son marcas de los pecados sociales y polticos de nuestro mundo que en muchas ocasiones se nos pasa a nosotros como parte de la realidad histrica que no debe ser puesta en tela de juicio, pero que son elementos de los cuales nos tenemos que liberar para poder vivir la verdadera humanidad en libertad. El proceso de concientizacin no se limita al despertar de la conciencia, sino que va ms alla. A ese segundo nivel le llamamos concientizacin. Si el despertar de la conciencia es el descubrimiento o es mitificacin de la realidad, una vez que la descubrimos tenemos que hacer algo para cambiar las condiciones enajenantes o deshumanizantes que generan. A ese proceso le llamamos praxis. Praxis es accin. Es el tomar la realidad histrica para transformarla de tal manera que podamos como humanos vivir a la altura que Dios nos revel en Jess como el Cristo. Dicha actividad no puede ser caprichosa, sino que es intencional. Tampoco puede darse sin reflexionar sobre ella, o de lo contrario se convertira en puro activismo. Pero no es el anlisis sistemtico que ha utilizado la teologa contempornea desde el escritorio de la escuela teolgica; esto es academia. La tarea de la educacin Cristiana, as como del mensaje proftico de la iglesia es conscientizar al pueblo cristiano para que se re-descubra, a trves de la Gracia de Dios y la iluminacin del Espirtu Santo, cual es su llamamiento en medio de los tiempos y en medio de la historia. Especialmente, ese descubrimiento se hace imprescindible en estos momentos donde nuestro mundo parece haber perdido esperanza de una maana de resurreccin. Tenemos que gritar a voces que nuestro mundo est as, no por voluntad de Dios, sino como consecuencia del pecado systmatico de nuestro mundo que enajena, embrutece y empobrece cada da mas a las masas ms desafortunadas. Estas vienen a ser vctimas de sus opresores y de sus propios temores. En ese sentido la iglesia tiene una praxis crtica que realizar en nuestro mundo, la praxis liberadora del evangelio. Esa tarea es resultado del despertar de nuestra conciencia y de la concientizacion que como producto de los procesos educativos cristianos podamos realizar a fin de que seamos fieles al evangelio y a aquel que nos ha llamado a reconciliar al mundo con Dios. Y no hay posible reconciliacin con Dios mientras no logremos romper las ataduras de esclavitud que nos enajenan de Dios y de los dems seres humanos. LA TRANSFORMACIN DEL SER HUMANO Y LA SOCIEDAD Hemos dicho que hay dos conceptos bsicos en nuestra definicin. Uno ya lo hemos tratado, la concientizacin. El otro concepto es la transformacin. Si nos preguntramos qu quiere decir transformar, podramos contestar; cambiar de forma. Sin embargo, esta palabra debe tener un significado mucho ms profundo. Para encontrar ese significado recordamos a un telogo moderno, H. Richard Nieburh, quien en su libro The Meaning of Relevation, define transformacin como metanoia. Y metanoia es: la revolucin permanente que transforma la vida bajo la influencia continua de la iniciativa divina. Esa iniciativa para Nieburh es la revelacin de Dios. Entonces define revelacin como:
Esa Metanoia es lo que permite el evento de Damasco en el cual Saulo de Tarso es confrontado por Dios y su vida toma un cambio radical. Pero para Saulo poder adquirir el poder de ser discpulo tuvo que haber un Ananas que le explicara, que le abriera los ojos a la nueva verdad. Y hubo un perodo de estudio para Pablo que le permiti asimilar el evangelio y transformar su verdad religiosa y su comportamiento. Ese nuevo cambio es el que Jess le propone a Nicodemo, cuando le dice tienes que nacer de nuevo. Y Nicodemo no entendi lo que Jess le quera decir. Su verdad religiosa como fariseo tena que ser cambiada y su estilo de vida necesitaba ser transformado. Tenia que comenzar all donde comienzan los nios de Israel, sin valor social. Pensamos que aunque el Nuevo Testamento no nos da muchos detalles de Nicodemo, despus de esa experiencia con Jess, de alguna forma fue impactado ya que reaparece durante el sepelio de Jess. Ahora debemos mencionar que esa transformacin es un proceso largo y doloroso. Implica la auto-negacin de nuestros deseos personalistas o egocentristas para dar cabida a Dios como el centro de nuestra existensia. No es un cambio que ocurre de la noche a la maana. Es un proceso doloroso que implica una nueva forma de ver la realidad y nuestra posicin humana dentro de todo el plano redentor de Dios. Pero en esa transformacin nosotros somos movidos a transformar la realidad que nos rodea. Esa es una diferencia bsica entre este entendimiento y la teologa fundamentalista. La salvacin que Dios provee tiene para nosotros un carcter universal, o sea, que todo el universo de Dios est tocado por ella y no escapa a su poder transformador. Pensar que haciendo a todo el mundo cristiano vamos a cambiar el mundo es una idea naive. A lo largo de la historia muchos cristianos han confesado la fe, y han estado en posiciones de poder, pero han usado ese poder para su beneficio o el beneficio particular de su movimiento religioso. Y hay pginas en la historia donde la iglesia ha escrito con sangre de los inocentes su distanciamiento de la voluntad transformadora de Dios. La nica transformacin posible es cuando nosotros como cristianos y cristianas comenzamos a vivir el amor, la paz y la justicia. Y para describir esto necesitaramos otro libro ms. Dios nos llama como hijos e hijas suyos a vivir el amor con nuestro prjimo, con el mundo y con nosotros mismos. La nica posibilidad de transformacin de la realidad que nos rodea es a travs de una metanoia colectiva y de una praxis del evangelio de Cristo. La educacin Cristiana tiene que proveer los medios a travs de los cuales dicha transformacin pueda ser efectiva. Nos parece que el nfasis que se le ha dado a la educacin Cristiana en los Estados Unidos esta caracterizado por un concepto de que la educacin Cristiana es para los nios. Los adultos de la iglesia adoran, los nios toman educacin Cristiana. Una de las sugerencias bsicas de los investigadores en el campo del desarrollo de la fe es que es crtico el que los adultos (Jvenes, Jvenes Adultos y Adultos) estn sometidos a procesos educativos especficos a fin de que puedan ser transformados. Esto plantea una enorme responsabilidad en los educadores cristianos, puesto que tienen en sus manos el poder de un ministerio que Dios les ha dado para ser instrumentos en ese proceso de concientizacin y transformacin, para poder entender como esta con ellos aun tierra de extraos, y como ellos y ellas pueden hacer de esta sociedad una sociedad menos racista, menos secular, ms justa y ms humana. Por ltimo queremos afirmar que si esperamos que el Reinado de Dios venga, como afirmamos en el Padre Nuestro; somos nosotros los que hemos sido llamados a hacer ese Reinado posible. Los polticos no lo van a hacer, las corporaciones no lo van a hacer, lo tiene que hacer la iglesia de Cristo. Es nuestra tarea como hijos e hijas del Rey de los Reyes.
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