Emanuel: Con nosotros Dios
Mateo interrumpe su relato de los eventos precedentes al nacimiento de Jess para informarnos que, en
cumplimiento de la profeca de Isaas 7:14, a Jess se le llamara Emanuel, literalmente Con nosotros,
Dios (Mt. 1:23; este es el orden de las palabras tanto en el nombre hebreo como en la traduccin que
Mateo da luego en griego). Como se puede ver en las versiones de la Biblia que no sean la Reina-Valera,
el v. 23 no dice Y llamars su nombre Emanuel, sino Y llamarn su nombre, es decir, la gente lo
llamara Emanuel. En qu sentido lo llamaran Con nosotros Dios? Para contestar la pregunta,
primero procuraremos entender la profeca en su contexto original en los tiempos de Isaas. Luego
volveremos al Evangelio de Mateo para ver cmo Jess fue Emanuel, es Emanuel y siempre ser
Emanuel. Al hacerlo veremos enseanzas de Mateo cruciales para nuestra fe, para la transformacin de
nuestra vida y para nuestro servicio a Dios.
1) LA PROFECA EN ISAAS 7:14
a) El contexto histrico: Acaz, rey de Jud, y su pueblo tenan mucho temor ante una invasin por
Israel y Siria en el ao 734 a.C. (7:1-2).
i) El v. 1 resume toda la invasin, incluyendo su fracaso, pero los vv. 2-16 hablan del tiempo
del inicio de la invasin, cuando Acaz y Jud teman que sera un xito.
ii) Efran (v. 2) es otro nombre de Israel, el reino del norte.
iii) Acaz tema porque el plan de Rezn y Peka era conquistar Jud, repartirlo entre ellos y poner
en el trono a un rey ttere en lugar de Acaz (vv. 5-6). Probablemente pensaban matar a Acaz.
b) El mensaje de Jehov para Acaz: el plan de Rezn y Peka no prosperar (7:4, 7), pero para
quedar firme en su reino Acaz tiene que confiar en Jehov (7:9).
c) El ofrecimiento de Jehov para animar la fe de Acaz: cualquier seal que Acaz pidiera (Is.
7:10-11).
d) La respuesta de Acaz: no pedir (Is. 7:12-13). No quera pedir porque tema que Jehov dara
la seal pero que no podra defenderlo de los invasores. Por eso, l pensaba ms bien aliarse con
Asiria para que Asiria lo librara de los invasores (2 R. 16:5-8), aunque los profetas repetidas
veces advertan a los reyes de Jud de que no deberan entrar en alianzas con naciones paganas.
e) La promesa de Jehov: dentro de un ao se vera que Jehov libraba a Jud de los invasores
(7:14) y dentro de pocos aos la liberacin sera completa y la tierra de los invasores sera
abandonada (Is. 7:15-16). La profeca evidentemente tena que ver con lo que sucedera en los
prximos meses y aos, no con el nacimiento de Jess ms de siete siglos despus. De modo que
en su contexto original la virgen no se refera a María, sino genricamente a cualquier virgen de
Jud. La promesa del v. 14 era que en el tiempo que una virgen tardara en concebir y dar a luz (o
sea, no mucho ms de nueve meses), la situacin ante la invasin cambiara tanto que las madres
llamaran a sus hijos Emanuel, Con nosotros (est) Dios (en hebreo normalmente se omite el verbo estar cuando se sobreentiende), o sea, Dios est obrando poderosamente a nuestro
favor (ver, por ejemplo, Gn. 39:2; Ex. 3:2; Jue. 6:17).
2) JESS FUE EMANUEL DURANTE SU ESTANCIA FSICA EN LA TIERRA. Mateo 1:23
seala un cumplimiento de la profeca an ms impresionante que el cumplimiento indicado en
el conexto original de Isaas 7.
a) En este caso, una virgen concibi y dio a luz siendo todava virgen (Mt. 1:18-20, 24-25).
b) En este caso, el hijo nacido fue el medio por el cual Dios estara con su pueblo, obrando
poderosamente a su favor.
c) En este caso el hijo nacido era Dios. Mateo sugiere esto indirectamente en 1:2-20,
particularmente por su uso del verbo engendrar.
i) En el texto griego el verbo engendr se repite en cada generacin mencionada en 1:2-16,
literalmente as: Abraham engendr a Isaac, e Isaac engendr a Jacob, y Jacob engendr a
Jud y a sus hermanos, y Jud engendr (nuestras Biblias omiten muchas de las
repeticiones de engendr en aras de un mejor estilo en castellano). La repeticin pone
mucho nfasis en este verbo y en el hecho de que cada hijo fue engendrado por un padre.
ii) Sin embargo, el v. 16, al final de la lista, no dice y Jos engendr a Jess, sino a Jos,
marido de María, de la cual fue engendrada (traduccin literal) Jess. El lector, entonces, se
queda preguntndose: y quin sera el padre que engendr a Jess? La respuesta viene en el
v. 20: lo que en ella es engendrado, del Espíritu Santo es. De modo que desde el inicio
Mateo indica que en algn sentido Jess era divino. Como veremos, ampliar esta explicacin
ms adelante en otras partes de su evangelio.
d) En este caso Dios estuvo presente con su pueblo fsicamente por ms de 30 aos.
e) En este caso Dios obr en Jess a favor de su pueblo an ms poderosamente que en Isaas
7, pues Jess salv a su pueblo de sus pecados (1:21). Como muestra Mateo en el resto de su
evangelio, Jess hizo esto mediante sus enseanzas, sus sanidades y sus expulsiones de demonios,
pero especialmente por su muerte y su resurreccin (Mateo 26-28). En la salvacin que obr
Jess, l fue Emanuel, Dios con nosotros, obrando poderosamente a nuestro favor. (Sin embargo,
Jess no slo fue Emanuel durante su estancia en la tierra, sino que)
3) JESS TODAVA ES EMANUEL (Mt. 18:20).
a) Jess es Dios. La promesa de Jess de estar en toda reunin convocada en su nombre implica que
Jess es omnipresente y, por lo tanto, Dios. Adems, la promesa del v. 20 evoca una enseanza de
los rabes del tiempo de Jess: donde dos o tres se congregaran para estudiar la Tor, Dios estara
en medio de ellos. Los lectores judos de Mateo conocan esta enseanza, oiran su eco en el v.
20, y concluiran que Jess aqu reclamaba ser el Dios que estara presente en medio de sus
discpulos.
b) Jess prometi estar con sus discpulos en sus reuniones, es decir, obrar poderosamente en
esas reuniones. As hoy, cada vez que nos reunamos en el nombre de Jess, l est presente para
obrar poderosamente entre nosotros, contestando nuestras oraciones (v. 19) y transformando
nuestras vidas. (Adems)
4) JESS SEGUIR SIENDO EMANUEL SIEMPRE (Mt. 28:17-20).
a) Mateo concluye su evangelio recogiendo el tema de Emanuel, pues la ltima oracin del
evangelio es la promesa de Jess de estar con nosotros, y eso lo har todos los das, hasta el fin
del mundo (v. 20).
b) Aqu Jess particularmente promete obrar poderosamente en nuestros esfuerzos por llevar
a cabo la misin que l nos ha encomendado: hacer discpulos en todas las naciones,
bautizndolos (es decir, conducindolos a creer en Jess e identificarse como sus discpulos) y
ensendoles los mandamientos de Jess (vv. 19-20).
c) Jess promete estar con nosotros como Dios omnipotente. Acept la adoracin de sus
discpulos (v. 17), tiene toda autoridad (v. 18), es del mismo nivel que el Padre y el Espíritu Santo
(v. 19), y es omnipresente (v. 20).
CONCLUSIN.
En esta navidad celebremos a Emanuel, el Dios Hijo que vino a estar con nosotros, obrando
poderosamente para salvarnos de nuestros pecados; que est con nosotros para obrar poderosamente en
nuestras reuniones convocadas en su nombre, y que siempre estar con nosotros obrando a travs de
nosotros en el cumplimiento de la gran comisin. Confiemos en l para recibir la salvacin de nuestros
pecados; estemos a la expectativa de su poderosa obra en nuestras reuniones; y participemos en el
cumplimiento de la gran comisin, confiando que l obra poderosamente a travs de nosotros cuando
evangelizamos e instruimos a otros tocante a sus mandamientos. Jess fue, es y siempre ser Emanuel,
Con nosotros est Dios.
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