Tema: En Jesús recibimos el derecho de ser hijos de Dios (2do Domingo después de Navidad)

Objeto: Un regalo que hayas recibido durante la Navidad.

Escritura: “Mas a cuantos lo recibieron, a los que creen en su nombre, les dio el derecho de ser hijos de Dios. Estos no nacen de la sangre, ni por deseos naturales, ni por voluntad humana, sino que nacen de Dios” (Juan 1:12-13 – NVI).

Esta corbata que estoy usando fue uno de mis regalos de Navidad. Realmente me gusta. ¿Recibisto muchos regalos en la Navidad? Estoy seguro que sí. De todos los regalos que recibiste para la Navidad, ¿cuál es el mejor? (Dele la oportunidad a los niños de que digan cuál fue el regalo que más le gustó).

¿Sabes?, hay una cosa que he aprendido sobre los regalos de Navidad. No importa cuánto goces al recibirlo, no duran mucho. Puede ser que algunos hayan recibido ropa nueva. La ropa se ve bonita y gusta usarla, pero tarde o temprano, cambia la moda, se daña la ropa o te queda pequeña. Estoy seguro de que muchos de ustedes han recibido juguetes. Gozarán los regalos, pero eventualmente se romperan o ustedes se cansarán de jugar con ellos. Quizás algunos han recibido dulces. Bueno, cuando te los comes, se desaparecen. (Excepto por lo que termina teniendo alrededor de tu cintura).

Hay un regalo de Navidad que es diferente. Nunca se daña, ni cambia de moda. No te cansarás de él. Es como el conejito de Energizer…es un regalo que se mantiene dando todos los días de Navidad y siempre. ¿Sabes que regalo es? Es el verdadero regalo por la cual existe la Navidad. Es el regalo de Dios para todos nosotros: su hijo, Jesús.

¡La Biblia nos dice que todos los que recibimos a Jesús y creemos en su nombre seremos los hijos de Dios! Cuando nos convertimos en hijos de Dios, tenemos todos los derechos y privilegios de ser Su hijo. Nos amará, protejerá y proveerá todo lo que necesitemos. La mejor parte es que nunca terminará. La Biblia dice que “La bondad y el amor me seguirán todos los días de mi vida; y en la casa del Señor habitaré para siempre. ” (Salmos 23:6).

Goza el dar y el recibir regalos en la Navidad, pero lo más importante para nosotros es recordar que el mayor regalo de todos fue el regalo de Dios a nosotros. Es el regalo que sigue dando.

Querido Padre, te damos gracias por amarnos tanto que diste a tu Hijo para que nosotros pudiéramos llegar a ser hijos tuyos también. En el nombre de Jesús oramos. Amén.